Plan Padrino: un pensamiento, una acción

Yo Opino

Una mira personal a las cosas del mundo

Plan padrino: un pensamiento,
una acción

Autora: María de la Luz Palacios Estrada

Son corazones unidos que laten al ritmo de los sueños, esos que aparentemente no tienen la libertad de brillar con luz propia. Son vidas que caminan a veces por inercia pero con la viva esperanza de un productivo mañana. Son pensamientos que se transforman en esperanza, una esperanza fugaz que con un poco de aliento hace realidad los sueños. Eso son los jóvenes infractores del Centro de Formación Juvenil Buen Pastor, pensamiento y acción. Plan Padrino, un espacio pensado, planeado y creado para ellos.

El momento de pasar de los sueños a la realidad es ahora; muestra de ello, son las producciones que realizan: radionovelas, documentales, perfiles sonoros y radiales, reportajes, crónicas, poesías y canciones, con temáticas inspiradas en los valores y en la paz.

Los lunes de cada semestre, desde hace tres años, jóvenes infractores del Centro de Formación Juvenil Buen Pastor y estudiantes de la Universidad Santiago de Cali han demostrado, con pundonor y dedicación, que el camino hacia la resocialización y la reintegración a la sociedad, con el compromiso de la no repetición, puede lograrse a partir de un proceso integral del cual forma parte el componente de la comunicación y el periodismo.

El proyecto de intervención social Plan Padrino tiene como objetivo principal despertar habilidades comunicacionales en adolescentes infractores quienes, en cada periodo académico, mancomunadamente con los estudiantes de Comunicación Social de la USC, crean propuestas académicas que se desarrollan brindando novedosas herramientas para que los jóvenes no desfallezcan en el proceso de educación, que resulta decisivo para su futuro.

-Historias de vida narradas por jóvenes infractores. 

Cuando se les pregunta a algunos de ellos ¿qué conocimientos han apropiado en los talleres de comunicación y periodismo? Las respuestas son positivas: ‘Erlin’ comparte que aprendió a escribir un poco mejor y eso le ha permitido pensar más en un futuro fuera de la violencia. De forma similar a la experiencia de ‘Erlin’, ‘Camilo’ dice que “más que conocimientos, me generaron reflexiones para cuando salga de aquí ser un hombre de bien”.

Son jóvenes que cuando llegan al Centro de Formación  no han cumplido la mayoría de edad -18 años en Colombia- y por haber infringido las leyes, han sido internados allí para pagar sus delitos. Estos adolescentes están protegidos y se rigen bajo la ley 1098 de 2006 (ley de infancia y adolescencia) garantiza sus derechos y les impone también el cumplimiento de deberes.

Al sistematizar esta experiencia, desde el planteamiento de Arizaldo Carvajal (2007) que en el texto “Teoría y práctica de la sistematización de experiencias, concibe la sistematización como una posibilidad para producir conocimiento a partir de la intervención de la realidad, se pueden observar dos mundos completamente opuestos:

De un lado, jóvenes crecidos en contextos sociales golpeados por la violencia, abandonados por sus padres, jóvenes sin recursos para suplir necesidades básicas como salud y educación; unos con esperanzas positivas, otros sin ellas.

De otro lado, jóvenes que han tenido la oportunidad, mínimamente, de recibir una educación digna, acto que cambia por completo la visión de vivir.

Entonces, cuando estos dos mundos que han estado separados por mucho tiempo se encuentran, los propósitos de ambos se transforman, los jóvenes estudiantes descubren que hay batallas más allá de las que a ellos les ha tocado librar, se encuentran con una realidad social que permanece en el tiempo, al menos, hasta que muchos seres como ellos decidan cambiar la historia; por su parte, los adolescentes que han infringido las leyes empiezan a creer que hay una vida mejor para ellos, llena de esperanzas y sueños por cumplir, siendo la comunicación un medio para confiar y formar expectativas distintas a las que han tenido hasta el momento.

Por ello es relevante tener en cuenta algunas de las reflexiones que hacen los jóvenes cuando se les pregunta, ¿Cómo utilizaría los conocimientos adquiridos en cada uno de los talleres? ‘Carlos’ manifiesta que los podría aprovechar para participar en ofertas de trabajo, “estudiando antes y poniéndome juicioso”. ‘Andrés’ tuvo una respuesta más romántica: piensa que los conocimientos adquiridos le servirán para expresarse mejor y conquistar más.

Como parte de la sistematización de Plan Padrino, ha sido sustancial analizar los perfiles de los jóvenes realizados en el proyecto, porque a partir de ellos, se observa su realidad desde una perspectiva distinta, no como victimarios – víctimas sino como seres sensibles al cambio social, personas que necesitan educación para dejar de ser presos de su pasado y de los errores cometidos. 

En cada uno de los perfiles sonoros y escritos realizados se puede observar esa realidad que a veces lastima recordar; en uno de ellos, titulado “Víctor, el niño que cambió el fútbol por la delincuencia”, se puede apreciar la historia de un joven que desde muy niño dejó de perseguir el sueño de ser un futbolista profesional por ir tras la vida ‘fácil’: las armas, las drogas y la muerte. A consecuencia de ello, paga los errores que cometió en los caminos ligeros con la ausencia de su familia, de sus amigos y de la calle.

Es importante exaltar el rol de los adolescentes privados de la libertad, porque en sí mismos se han convertido en fuente de conocimiento que enriquece la labor del estudiante santiaguino; cada una de las historias narradas en este proceso se convierte en experiencias vistas desde la esperanza y no desde lo críticas que pudieron resultar.

El rol del estudiante universitario es enseñar lo aprendido, es aprovechar las herramientas que desde la facultad se le han brindado en su proceso académico para aportar al proceso de formación de jóvenes de las mismas edades o de años cercanos, dispuestos a educarse en campos que probablemente desconocían.

Cada adolescente que infringe las leyes es un mundo lleno de caminos por andar, no es fácil podar la maleza, pero se han mantenido constantes en el desarrollo de las actividades. En este proceso, se han dejado conocer un poco más, los estudiantes les han brindado su confianza y respeto, por lo que cada vez son más los jóvenes que se animan a hacer parte de Plan Padrino, un espacio pensado, planeado y creado para ellos, desde el cual se empieza a creer en las esperanzas que no se deben perder y en los pensamientos que anteceden las acciones.

Esta es una experiencia de la que merecen participar muchos estudiantes; se puede decir, que a partir de este tipo de proyectos, se forman profesionales más sensibles con la realidad social, generando responsabilidad y compromiso con el otro.

Finalmente, la sistematización de esta experiencia permite ver la comunicación desde otra perspectiva, como un camino para aportar al desarrollo social con acciones relevantes, como escribir una canción y desarrollar talleres desde las competencias comunicativas, que posiblemente sirvan para que los adolescentes piensen en una vida más alentadora.

Además, esta sistematización permite creer en el tipo de educación que plantean Kaplún (1998) y Freire (1969), una educación con énfasis en los procesos en los que son más importantes el diálogo, la libertad y la retroalimentación, una comunicación donde existen varios educandos y varios educadores, siendo protagonistas de la transformación de su realidad.

Esta es una experiencia de la que merecen participar muchos estudiantes; se puede decir, que a partir de este tipo de proyectos, se forman profesionales más sensibles con la realidad social, generando responsabilidad y compromiso con el otro”.

Escucha La Radio USC

Otras opiniones

TRUMP: ¿ EL URIBE DE LOS GRINGOS?

TRUMP: ¿ EL URIBE DE LOS GRINGOS?

Donald Trump apareció como la respuesta norteamericana al desgaste de la política tradicional y sus discursos. Es un fenómeno común por estos días en el mundo en donde hay un escepticismo total sobre los políticos. Lo vimos desde el movimiento de los indignados, pero...

read more

¡Hacer eso es fácil!

“Ser periodista es muy fácil y relajado”  Esa es la frase que se escucha continuamente en las calles, pero claro, es una labor regalada que el que quiera puede hacer. Cualquiera es capaz de pararse frente al político que acaba de hacer un escándalo, hacerle...

read more
ENTRE LA REAL ACADEMIA Y LO CARCELARIO

ENTRE LA REAL ACADEMIA Y LO CARCELARIO

En toda sociedad existen lenguajes empleados por grupos determinados. Son conocidos como léxico o jerga. Por ejemplo, los términos que se utilizan en la medicina, no son los mismos que emplea un ingeniero civil. Es más, ese mismo ingeniero tal vez desconozca parte del...

read more

LOS SANTIAGUINOS SI PODEMOS SER EXCELENTES PROFESIONALES

Los estudiantes Santiaguinos se destacan cada vez más en su paso por el  Periódico el País en la ciudad de Cali, En la actualidad, el reconocido diario cuenta con cuatro practicantes en diferentes secciones: ElPaís.com, Cali, Fotografía y Deportes. A todos ellos se les exige de un trabajo sumamente arduo y eficaz en el día a día. Proceso en el que estos santiaguinos están cumpliendo a cabalidad y con mucha vocación.

Los Estudiantes de la Universidad Santiago de Cali que cursan los últimos semestres de Comunicación Social tuvieron la oportunidad de visitar uno de los periódicos más importante del país como lo es el Diario del País. De manera enriquecedora y productiva conocieron cómo es la vida de un periodista, el manejo cotidiano con el que organizan cada detalle, y aprendieron sobre el proceso, desde la consecución de la noticia, pasando por fotografía, edición, corrección, estructura o maquetación de este diario tamaño Universal, que es una tradición en la región. 

Algunos de los practicantes y egresados como Claudia Bedoya, Camila Cardona, Diego Polanco, Hugo Mario Cárdenas y Jamir Mina entre otros, recalcaron sobre  la importancia de empezar a escribir en la instancia académica pues sirve para fortalecer y aprender de manera técnica a lo que se van enfrentar cuando se llegue a las prácticas o al campo laboral.

Recuadro: “Cárdenas, Editor de la Unidad Investigativa del Diario El País, recibió el Premio por el informe especial ‘La mitad del ‘Blanco’ que se toma en el Valle es falso’, una investigación en la que se pone al descubierto una red de falsificadores de aguardiente que se apropian de dos millones de litros de alcohol potable de los 78 millones que importa de Guayaquil (Ecuador) legalmente la Industria de Licores del Valle”.Disponible en: http://usc.edu.co/index.php/noticias/item/1818-dos-santiaguinos-ganan-maximo-premio-de-periodismo-en-colombia

Además de dejar claro que un periodista se forma a partir del amor, la pasión y el interés que ponga en su desempeño. También contaron y dieron algunos tips, sugirieron que en las entrevistas se debe mostrar y transmitir una seguridad absoluta, conocer muy bien el periódico, por último entregar todo en la prueba de campo ya que es transcendental para el resultado, puesto que es el primer trabajo a presión, porque dan menos de un día para buscar y redactar una muy buena noticia.

Contaron detalles como que cada sección del periódico está compuesta por un editor y dos o tres reporteros, y que la rotativa no está ubicada en el mismo lugar que se redacta. Para finalizar, los estudiantes comprendieron que  en el mundo laboral tendrán que enfrentarse a grandes retos como periodistas y que lo que se trabaja en el Campus Universitario no es ni el 30%, comparado con  lo que realmente se laborará como profesional, ya sea en un periódico o en cualquier otra organización.

Destacado: La importancia de empezar a escribir en la estancia académica  sirve para fortalecer y aprender de manera técnica las competencias a desarrollar cuando se enfrenten a las prácticas o al campo laboral. Además de dejar claro que un periodista se forma a partir del amor, la pasión y el interés que ponga en su desempeño.

Por:  María Fernanda Pérez Pérez 

  @mafeperez27_     

Un vistazo a la realidad

La última clase de la materia Géneros y Formatos Periodísticos fue sin duda la más memorable para los estudiantes que la cursaron; tuvieron la oportunidad de hacer una visita empresarial al diario el país, que es el lugar al que muchos desean llegar a desempeñarse como periodistas.

 Registro bibliográfico del periódico el País.

 En su visita fueron recibidos por Luisa Jaramillo, una egresada de la Universidad Santiago de Cali, quien les hizo un pequeño recuento de su experiencia al salir de la universidad y entrar en ‘el mundo real’. Junto a ella también estaba Diego Polanco, quien actualmente es practicante dentro del diario.

 El país Online.

Ambos concuerdan en que ser parte de un periódico con tanto prestigio como ‘El País’ ha sido una de las experiencias más enriquecedoras que han vivido.

Registro fotográfico del periódico el País.

Claudia Bedoya, también egresada de la USC, les contó un punto de vista diferente; al tener más experiencia pudo contar un poco los cambios que ha vivido el periodismo a lo largo de los años que lleva ejerciendo; uno de ellos, y de los más significativos, son las nuevas tecnologías; como anécdota relató que antes, para encontrar a un periodista, tenían que ir hasta su casa, cosa que ahora se puede hacer fácilmente con un mensaje a su celular.

Los estudiantes recorrieron varias secciones dentro de las instalaciones del periódico, entre ellas la sala de diseño y el espacio donde se guardan los archivos del periódico. Fue la oportunidad para que explicara cómo se almacenaban las fotos antes de la era digital.

También visitaron las instalaciones del Q’hubo, donde se hizo un pequeño contraste entre este y el periódico.

 Mural entrada periódico el Q’hubo.

Tuvieron además, la oportunidad de hablar con varios de los periodistas presentes, quienes les contaron un poco del día a día que se vive dentro del periódico, cómo se preparan para hacer una noticia, cómo es el funcionamiento general y cómo les toca correr contra reloj diariamente.

Por: Alejandra Salazar Jordán 

CONOCIENDO UN MUNDO TOTALMENTE DIFERENTE

Cuando escogí la materia de Periodismo Social para cursar en este semestre tenía la incertidumbre de  saber cómo se desarrollaría; por chismes de pasillo sabía con antelación que iría al Centro de Formación Juvenil Buen Pastor de Cali, también era la primera vez que tendría que ver clase con la  docente  Olga Behar, quien es una eminencia dentro de la comunicación y el periodismo a nivel local, nacional e internacional. Tenía muchas dudas de asistir a esta clase, mi prejuicio sobre Olga es que debía ser una profe muy  pesada y exigente,  lo que me creaba una sensación de miedo.


El día de la primera visita, la experiencia del primer contacto con los jóvenes que están recluidos allí fue totalmente fuerte, mucha timidez, miradas pesadas por parte y parte, y un ambiente frío  y de expectativa, fue lo que pude percibir en aquel día. Luego entramos en confianza y comenzamos a interactuar con los chicos, unos eran muy alegres, otros muy tímidos, siendo muy cortantes en sus respuestas cuando cada algunos de los compañeros les preguntaban sobre algo.

Con el pasar de las clases, a través de las interacciones, cada vez salían más historias y nuevas cosas por contar por parte de los jóvenes. Entre risas y chanzas, yo iba entiendo mi rol dentro de este curso, todo era muy nuevo para mí y la confrontación entre mi realidad y la realidad de ellos fue tan fuerte que me invitó a reflexionar y a ir motivado a cada uno de los encuentros con los adolescentes.

Un inconveniente que nos hizo replantear el proceso que ya llevábamos adelantado tuvo que ver con el grupo de muchachos que trabajó con nosotros,  les llego un brote de varicela lo cual los hizo entrar en cuarentena marginándolos del proceso haciendo que se entorpeciera el buen desarrollo de las actividades, pero esto no impidió que siguiéramos adelante con el propósito de seguir trabajando con los chicos, inclusive en una de las sesiones tome la decisión de ingresar a la casa donde había comenzado el brote de esta enfermedad para saludarlos y saber cómo seguían después de tanto tiempo sin salir.

Para el día final del curso se organizó un evento muy simbólico pero que dejó, en estudiantes USC y adolescentes Buen Pastor una huella muy importante. Presentación musical, menciones de honor y, entre otras, ver las caras de felicidad de los familiares de estos jóvenes me hicieron entender que dentro de todo lo negativo, siempre habrá espacio para lo positivo.

Por un rato, entre el baile y la recocha hicimos olvidar a estos chicos del momento tan complejo que atraviesan y esto también los hace comprender que existe una alternativa, un camino que podrían tomar y que los haga sobreponerse a su vida antigua, haciendo que ellos se interesen por estudiar, trabajar, formar un hogar y divertirse dentro de lo bueno que les ofrece la vida.

Esta experiencia me dejó marcado, porque ignoraba totalmente que existiera un centro de formación juvenil donde los chicos permanecían recluidos por sus actividades delictivas, que este centro hace trabajos de tipo social, psicológico y de acompañamiento para que los jóvenes comprendan la magnitud de sus errores y entren en conciencia para resocializarse  y no  reincidir.

Como comunicadores, es importante seguir en el camino de ayudarles a estos chicos y sentir el espíritu de ayudar a los que más lo necesiten, desde la comunicación. Particularmente, me quedan las ganas de seguir apoyando estas causas, es satisfactorio ser parte de un grupo de ciudadanos que aportan un granito de arena que puede contribuir al mejoramiento de nuestra sociedad.

Por: Jerry Mitchell

  @chocojerry    

UN DIPLOMA AL AGUANTE

Una promoción más, un galardón a la paz; un golpe a la indiferencia de un colectivo de universitarios e infractores, lleno de almas dispuestas a hacer frente al oprobio, alzando bandera por la oportunidad.


La USC sigue girando historias con el movimiento ‘Plan Padrino’, que cada año se consolida más, haciendo eco en los jóvenes que reciben y los que ofrecen. Una total retroalimentación vive la academia con cada experiencia vivida desde el hábitat del oprimido.

En esta temporada, a pesar de algunos contratiempos, se graduaron 17 adolescentes infractores quienes, acompañados por sus orgullosos padres, adquirieron el ansiado cartón que los acredita como jóvenes que se esmeran por buscar la resocialización a través de la comunicación.

Estos graduados vivieron la experiencia de ser un comunicador social por cuatro meses. Pudieron, desde expresar sus sentimientos a través de las letras, pasando por la realización de entrevistas en conjunto con sus educandos, hasta hacer ejercicios autónomos de periodismo.

Jóvenes que en su mundo interno tienen mil problemas pero que cuando llegan los visitantes santiaguinos ponen su mejor rostro para realizar así una jornada agradable y armoniosa que atrapa corazones.

De esa manera, con gran un gran compromiso y esfuerzo de parte y parte, culmina un ciclo más, con un grado de indiferencia menos. En la graduación, los presentes vivieron un momento emotivo que quedará para la historia de estudiantes y adolescentes.

Además, en el encuentro, un joven llamado Arley se robó la atención del auditorio al recibir un reconocimiento merecido por asistir a cinco semestres de talleres USC, siendo así una insignia del proceso y de su perseverancia.

Pues a pesar de que la libertad hasta el sol de hoy le es esquiva, sigue asistiendo a los talleres con la actitud del primer día.

Este ejemplo llena de orgullo y plenitud a la academia que se alista para una próxima promoción, puesto que la obra no termina. Es una tarea genuina y reciproca dado que la desinteresada labor social que realiza la USC en tierras excluidas llena de vida y propósito a sus estudiantes; al mismo tiempo que incluye y acoge jóvenes que en algún momento se sintieron solos.

Por: VJ

  @vjrecreo