De Tabú a arte: La transformación del tatuaje en Cali 

De Tabú a arte: La transformación del tatuaje en Cali 

Por: Nicolas Campo Cardona y Daniel Fernando Cruz Ortega.

Facultad de Humanidades y Artes

 Feloh, tatuando en el estudio.

La cultura de los tatuajes ha sido muy estereotipada, ya que, desde los 90 del siglo pasado, se suelen relacionar con vandalismo y delincuencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, han adquirido una nueva identidad, que se vincula con la expresión de sentimientos, pensamientos, gustos o recuerdos. 

Esto ha creado un impacto en la cultura de los tatuajes, por lo que el tabú hacia ellos cada vez es menor, pues los buenos significados –como mensajes y retratos de seres queridos- han logrado hacerlos más comunes. Sin embargo, no sucede lo mismo con todas las personas, que aún siguen valorándolos negativamente. 

Los tatuajes han pasado de ser un símbolo de rebeldía a una forma de expresión artística ampliamente aceptada. 

Felipe Ávila, también conocido como Feloh Black, es tatuador hace más de tres años; relata que empezó a tatuar “porque necesito comer y porque desde pequeño me gusta todo lo relacionado con el arte, de manera que con este trabajo puedo tener mucho material de ilustración y así poder expresar mi arte”. 

También expresa que esta cultura ha evolucionado de tal manera que siente que “cada vez los jóvenes entienden más el concepto y quitan mucho ese estigma y cada vez se vuelve más una forma de expresarse y no como vandalismo y ese tipo de pensamientos de antes”.  Siente que también ayuda mucho a dejar de pensar que un abogado, un médico o un psicólogo no puede tener tatuajes, “porque sí que los tienen bastante, lo cual también ayuda a educar mucho a la sociedad”.  

Para Feloh, cada uno da su significado al tatuaje, una forma de expresarse, de darte una etiqueta a lo que le gusta, sobre quién es, para que la gente sepa por medio de la ilustración qué hay en la piel, la persona que es o los gustos que tiene.  

Una de las muestras sobre cómo ha evolucionada la cultura de los tatuajes en la ciudad fue la creación, hace diez años, de ‘Cali Tatto’, un evento que se realiza anualmente, donde tatuadores de todo el mundo se reúnen. Feloh fue uno de los participantes en la edición 2024 y se dio cuenta de que en Cali hay exponentes del tatuaje muy buenos y siente alegría por el concepto artístico tan alto.  

 

El tatuaje más representativo de Andrés Felipe Campo proviene de la cultura japonesa.

A favor de tatuarse 

Entre las personas que están a favor de los tatuajes -y tiene 12 en su cuerpo- se encuentra Andrés Felipe Campo, quien dice que el más importante es uno que se realizó con dedicatoria para su abuelo. Aunque estos tatuajes también le han traído malas situaciones, pues se ha sentido discriminado y rechazado; sin embargo, esto no ha hecho que se arrepienta de haberse tatuado, pues para él todos tienen una historia. 

Por otro lado, para nadie es un secreto que hay personas a las que le gustan los tatuajes, pero no tienen ninguno, una de ellas es Alison Sánchez, estudiante de licenciatura de idiomas en la Universidad Santiago de Cali; ella dice que no se haría uno en este momento de su vida, ya que debe ser algo con un valor sentimental muy grande. Sin embargo, le llaman la atención los tatuajes, tanto por los diseños como por el significado. 

Voces en contra 

Uno de los aspectos por los cuales los tatuajes son estigmatizados, es por la salud. La médica Lady Johana Campo Restrepo dice que no son recomendables, pues se realizan con tintas procesadas con muchos químicos que pueden traer consecuencias a largo plazo. Entre esas consecuencias están las reacciones alérgicas, alteración en el color de la piel y, en casos graves, inflamación del hígado. 

Sin embargo, no son los únicos daños colaterales que puede causar hacerse un tatuaje, pues las infecciones, con erupción en la piel, secreciones purulentas o con sangrado, también están a la orden del día. 

Entre sus opositores está el funcionario de la Secretaría de Salud, Carlos Adolfo Cruz, quién está en contra de los tatuajes, pues tiene amistades cercanas que se han tatuado y han sufrido infecciones. Añade que, además, al tatuarse “se daña la imagen personal y se lo empieza a como un ñero. 

Collage tatuajes de Andrés Felipe Campo.

Una industria en crecimiento 

Este negocio sigue creciendo cada día, con nuevos artistas y estudios. La aceptación de esta cultura ha permitido que haya más comodidad de expresarse a través de esta forma de arte. Sin contar que con la aceptación de los tatuajes han mejorado la calidad y la seguridad de los procedimientos, lo que han contribuido a la popularidad de los tatuajes en la ciudad. Además, esta cultura ha evolucionado, de ser un símbolo de rebeldía a una forma de expresión artística ampliamente aceptada. 

Cada vez los jóvenes entienden más el concepto y quitan mucho ese estigma y cada vez se vuelve más una forma de expresarse y no como vandalismo y ese tipo de pensamientos de antes”, afirmó Ávila. 

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USACABOT: Un pequeño gran aliado 

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USACABOT: Un pequeño gran aliado 

USACABOT: Un pequeño gran aliado 

Por: Nicolás Manrique García, Gabriella Manzi Caviedes y Juliana del Pilar Velásquez Ortiz.

Facultad de Humanidades y Artes

 Estudiantes de fonoaudiología se unen a FUCOLTA para generar conciencia social. 

Entre cables y códigos, microprocesadores y la pasión por la ingeniería, Saúl Medina y sus compañeros han dedicado los últimos cuatro meses a desarrollar un ambicioso proyecto: USACABOT. 

Bajo la luz fría del laboratorio de ingeniería electrónica, un robot del tamaño de un juguete empieza a tomar forma, para convertirse en la luz de muchos niños condicionados a comentarios y bullying por sus problemas del habla. 

USACABOT nace de una iniciativa social que está tomando la Universidad Santiago de Cali, de combinar lo serio de un caso, lo mágico de un juguete y la importancia de la educación para darles a los más pequeños la oportunidad de tener a un doctor amigo que les ayude a combatir su diagnóstico.  

¿Cómo podría un mecanismo tan complejo entrar en el juguete de un niño?

Agradeciendo con una sonrisa

Quién iba a pensar que, en la clase de desarrollo de tecnología, Saúl encontraría un nuevo propósito, ayudar a través de la ingeniería a tantos niños a quienes se les han borrado sus hermosas sonrisas por culpa de personas que no entienden que la tartamudez no es una enfermedad, sino una condición. 

Todo esto se inició gracias al impacto que quiere generar el profesor Luis Timaná, a través de su docencia, asignándoles a Saúl y sus compañeros un proyecto que se enfocara en la labor social.  

El profe Luis se siente como pez en el agua en su laboratorio de herramientas para el desarrollo en tecnología. Poder ayudar a personas que tienen esas dificultades siempre es gratificante. Siempre te agradecen con una sonrisa”, expresa, entre risas, durante la charla con estos reporteros. 

“El agradecimiento no solo viene del que es ayudado, también de su entorno. Como educador, como profesional y como persona siempre es gratificante”, comenta al final de la conversación, mientras se despide, orgulloso de su trabajo, que inspira a quienes pocos saben y muchos aprecian. 

La rentabilidad no solo se mide en signo pesos, la satisfacción del alma pesa más en la balanza. El buen camino con frecuencia está adornado de hermosas rosas con grandes espinas, que harán sangrar al buen inventor. 

 

Generar un cambio no es fácil

¿Cómo podría un mecanismo tan complejo entrar en el juguete de un niño?  

Esta era la pregunta que rondaba en la mente de Saúl y sus compañeros; sus cerebros hacían corto circuito ante los desafíos que estaban por comenzar. No fue tarea fácil desarrollar a USACABOT e incluso hoy en día hay cosas por mejorar. 

“La idea es que el procesador sea pequeño o sea portátil. Toda la electrónica debe ser muy compacta, ser muy pequeña”, para que a los niños les resulte más cómodo, según la idea del futuro ingeniero. 

En la inocencia de los niños, un movimiento brusco puede generar la desaprobación del infante; por ello se hace presente, como película de terror, el desafío de no asustar a los pequeños gigantes. 

“La parte mecánica también es muy importante, al mover la cabeza o al mover los brazos, el movimiento debe ser natural”. Natural como un amigo, como Pepe Grillo, siempre ayudando cuando se necesita. 

La USC se une al cambio con el CELOA, un lugar lleno de inclusión.

Los juguetes también pueden ser un proyecto

USACABOT sería el juguete que todo niño quisiera tener, que todo padre debería comprarle a su hijo, pues este no solo es un ‘Furby’ moderno; bajo su gorra hay un bosque mágico de circuitos, que tienen como meta generar un cambio en esos pequeños protagonistas de los cuentos de hadas. 

Con sus movimientos y su carita pixelada hace que los pequeños quieran jugar y pasar un rato divertido con él. Entre risas y diálogos binarios, de ceros y unos, este maravilloso proyecto no solo facilita el día a día infantil, sino la intervención del profesional. 

Como una estrella que guía a los médicos para obtener un mejor diagnóstico, USACABOT se convierte en el mejor amigo de los niños con tartamudez. Con la precisión de un microprocesador y un micrófono en su bracito izquierdo detecta la voz del pequeño que habla, analizando las irregularidades en el habla. 

Como un diamante que se destaca por su brillo, así planean que sea USACABOT. Saúl, junto con sus compañeros y el profe Luis, hará la presentación oficial de este amiguito en revistas científicas, entrevistas y centros de tratamiento, como la Fundación Colombiana de Tartamudez- FUCOLTA. 

 “Los niños se sentirían felices al estar en contacto con el robot, porque es algo que se asociaría mucho a su etapa de vida; que importante es utilizar la tecnología para favorecer a la persona con tartamudez en su infancia y más cuando se encuentra en etapa de crecimiento a nivel emocional y físico”, concluyó Jhoan Gallego, fundador de FUCOLTA. 

La idea es que el procesador sea pequeño o sea portátil. Toda la electrónica debe ser muy compacta, ser muy pequeña, para que a los niños les resulte más cómodo, según la idea del futuro ingeniero. 

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La Calle Manigua: ¡Ritmos del Pacífico que cautivan al mundo!  

La Calle Manigua: ¡Ritmos del Pacífico que cautivan al mundo!  

Por: Valentina Ordóñez y Karoll Lasso.

Facultad de Humanidades y Artes

Presentación en Bogotá, en la Plaza de Toros, donde hicieron un homenaje a las raíces del Pacífico colombiano. (Foto tomada de @la-_calle_manigua). 

En una sala de ensayo en Cali, el sonido de tambores, marimbas y voces llenas de pasión se fundían en un ritmo que evocaba la fuerza y el espíritu del Pacifico colombiano.  

Era una calurosa tarde del año 2015 cuando Heriberto Bonilla, un músico apasionado por la tradición afrocolombiana, oriundo de un bello y pintoresco municipio en la costa del Pacífico llamado Guapi, decidió formar una agrupación que preservara y renovara la música de sus raíces. Así nació La Calle Manigua, una banda que con el tiempo se convertiría en un emblema de la cultura del litoral, conquistando corazones alrededor del mundo.

Cada presentación de La Calle Manigua es un viaje al corazón del Pacífico colombiano.

Los primeros pasos musicales 

Gracias a su origen, Bonilla, músico profundamente comprometido con las tradiciones de su región, se dio cuenta de la necesidad urgente de mantener vivas las expresiones culturales del Pacifico, haciéndolas accesibles a las nuevas generaciones. En entrevista con Unimedios, comentó que “el nombre La Calle Manigua es compuesto. ‘La Calle’ hace referencia a la expresión popular en Cali: ‘Uff, ese músico tiene mucha calle, mucho sabor, mucho flow’, que se relaciona con las músicas populares de la ciudad, como la salsa y la timba. Y ‘Manigua’ alude a la selva, conectando con mis raíces y los ritmos que vienen de allí”.  

Con esta misión en mente, Bonilla reunió a un grupo de artistas apasionados que compartían su visión musical. En sus inicios, los ensayos eran informales, realizados en celebraciones de la identidad afrocolombiana. Tocaban en festividades locales, capturando la atención del público con su vibrante energía y profundo respeto por las tradiciones.  

 

Heriberto Bonilla director de la orquesta y su guitarrista Jefry Cuesta (Foto tomada de @la-_calle_manigua). 

 

El Ascenso: Conquistar el Petronio Álvarez 

El punto de inflexión llegó en 2023, cuando participaron en el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, el evento más importante para la música afrocolombiana. “La propuesta de La Calle Manigua llegó al Petronio con el formato de música del Pacífico fusión, conocido dentro del festival como formato libre”. Su actuación, cargada de ritmo y pasión, cautivó al jurado y al público, obteniendo la victoria en la categoría de Conjunto de Marimba en la modalidad libre de la 27ª edición del festival. Así se logró consolidar como una de las principales agrupaciones de música del litoral.  

Los artistas que dan vida a La Calle Manigua 

El éxito de esta agrupación no sería posible sin el talento y la dedicación de sus miembros. Bajo la dirección de Heriberto Bonilla, la agrupación ha reunido a músicos excepcionales, los artistas que conforman la agrupación se sienten profundamente privilegiados y muestran un gran respeto por la rica cultura y, en especial, por la música proveniente del Pacífico colombiano. Aunque no todos son originarios de esta región, han tenido la oportunidad de sumergirse en su esencia, gracias a diversas experiencias que los han rodeado de grandes escenarios, públicos numerosos y talentosos artistas. Estas vivencias les ha permitido apreciar y conectar aún más con la identidad cultural del Pacifico, consolidando un compromiso auténtico y apasionado por preservar y difundir su legado musical. 

Disfrutando de un viaje de música y sabor en Popayán, donde la orquesta deleitó al público con sus ritmos. (Foto tomada de @la-_calle_manigua) 

Presente y futuro en construcción  

Después de su ardua trayectoria y gracias a su victoria en el Petronio Álvarez, La Calle Manigua ha llevado su música a escenarios nacionales e internacionales, convirtiéndose en embajadores de la cultura del Pacífico colombiano. Cuentan con tres producciones disponibles en las plataformas digitales, entre ellas su éxito más emblemático, ‘Me voy pal Bunde’, que se ha convertido en un himno que encapsula su fusión entre lo ancestral y lo moderno. Actualmente están produciendo una nueva canción que promete ser un rotundo éxito. 

Hoy, continúan explorando nuevos sonidos y colaboraciones, teniendo como objetivo principal lanzar su primer álbum musical para fines de 2024, siempre manteniendo sus raíces firmemente plantadas en su tierra.  

Cada presentación de La Calle Manigua es un viaje al corazón del Pacífico colombiano, un recordatorio del poder de la música para unir a las personas. Bajo la dirección de Bonilla, el futuro de la agrupación promete seguir brillando, llevando el ritmo de la manigua a cada rincón del mundo. 

El nombre La Calle Manigua es compuesto. ‘La Calle’ hace referencia a la expresión popular en Cali: ‘Uff, ese músico tiene mucha calle, mucho sabor, mucho flow’, que se relaciona con las músicas populares de la ciudad, como la salsa y la timba. Y ‘Manigua’ alude a la selva, conectando con mis raíces y los ritmos que vienen de allí”, afirmó Bonilla.

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El precio de ser líder social en Colombia

El precio de ser líder
social en Colombia

Por: Kelly Giraldo, Angie Quintana y Natalia Cortázar.

Facultad de Humanidades y Artes

Reunión del Cabildo Indígena en Florida, Valle, para fortalecer los procesos juveniles en favor de la paz. 

En Colombia, los líderes sociales enfrentan una grave crisis de derechos humanos, marcada por amenazas, asesinatos y desplazamientos forzados. A pesar de la existencia de políticas públicas, la impunidad y la influencia de grupos armados mantienen un clima de temor persistente.  

Esta violencia, arraigada en conflictos históricos y disputas por el control territorial, impulsa a los líderes a buscar protección en un entorno cada vez más desafiante, donde alzar la voz se ha convertido en un acto de valentía que puede costarles la vida.  

“En este país hay un problema, cuando usted defiende sus derechos, consigue enemigos; pero cuando defiende los derechos de otros, termina con una lápida en la espalda”, expresó el líder Joséh Escobar. 

Según un informe publicado por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, en los primeros siete meses de 2024 se han registrado 115 asesinatos de líderes sociales en distintos departamentos de Colombia. Cada reporte sugiere un panorama complejo que se agrava con el paso de los días, las cifras siguen aumentando mientras se omiten miles de historias que reflejan el temor, la resistencia y las consecuencias de defender los derechos de las comunidades. 

Raquel Martínez, una líder social que trabaja incansablemente por su comunidad en Florida, Valle, sabe bien lo que significa vivir con miedo; sin embargo, la determinación la llevó a reforzar la guardia para luchar contra grupos que pretendían apoderarse y disponer de los recursos de sus territorios. A pesar de los avances y mejoras que promovió, no anticipó que esto la pondría en el ojo del huracán. 

“Aquí, todos los líderes sociales han recibido amenazas, incluyéndome. No faltan los panfletos que circulan públicamente para sembrar incertidumbre, aunque al principio se creyó que no pasarían de ser advertencias”, explica. Una tarde, Martínez fue interceptada en su camioneta por hombres armados que amarraron y amenazaron a sus guardias, mientras le prendían fuego al vehículo. “Afortunadamente, ella logró escapar, pero ahora no puede regresar a nuestras tierras, pues está sentenciada a muerte”, contó Julio Lulico, gobernador del resguardo Triunfo Cristal Páez. 

Bastón de mando: símbolo de autoridad, respeto y liderazgo cultural.

Seguridad y autonomía comunitaria 

Los guardias indígenas brindan protección física y seguridad a los líderes sociales en sus comunidades, tiene una gran fuerza espiritual, respetan las tradiciones y costumbres, permitiéndoles entender mejor las necesidades de los defensores de derechos humanos; por otro lado, los guardias indígenas son quienes mejor conocen el territorio para poder prevenir posibles amenazas, ataques o riesgos. 

“Cada coordinador tiene un rol diferente qué cumplir, se les asigna las tareas, nos encontramos en un mandato y nos basamos en él, nosotros somos muy fuertes espiritualmente y con el bastón nos hacemos respetar. Como dice el dicho, cogen a uno y nos tienen que coger a todos”, precisó el guardia indígena Luis Elio Mestizo Casamachín.  

En las zonas rurales, tanto las comunidades como los líderes sociales son particularmente vulnerables, debido al limitado acceso a servicios de seguridad y protección. Además, su baja visibilidad los hace aún más susceptibles a los ataques. La falta de control en estos territorios permite que los actos inhumanos queden impunes. 

“Hemos recibido varias amenazas, tanto los líderes como la propia guardia. También hemos sufrido atentados contra los coordinadores, y por eso nos mantenemos siempre en alerta. La guardia está activa, lista para reaccionar cuando sea necesario, ya que hay muchas dinámicas que debemos atender”, agregó Mestizo Casamachín. 

Ante esta situación, las comunidades han desarrollado sus propias estrategias de protección. Un ejemplo es el Resguardo Triunfo Cristal Páez, en Florida, donde las políticas prohíben el uso de armas, pero la guardia indígena debe mantenerse en óptimas condiciones físicas, preparada para intervenir mediante el diálogo o, si la situación lo demanda, arriesgando sus vidas en defensa del territorio. 

Entrevista a un coordinador de la guardia indígena, quien oculta su rostro por seguridad. 

Sin garantías  

“El hecho de que los líderes sociales sean perseguidos es un síntoma, pero la enfermedad es el hecho de que el Estado no tiene control en los territorios”, afirmó la politóloga y docente Carolina Ardila. 

Según ella, la protección de estos defensores de derechos humanos se ha convertido en uno de los mayores desafíos para el Estado. A pesar de los esfuerzos por implementar medidas de protección, la realidad en los territorios rurales demuestra que los esfuerzos no son suficientes para frenar la problemática. “Es muy difícil proteger a una persona en un espacio donde el Estado no tiene el control total del poder o del ejercicio de la fuerza. Por eso, en Colombia no se puede pensar en una solución al problema de los líderes sociales si no se busca una estructura en la cual el Estado participe, coordine y controle estos espacios, que actualmente están dominados por grupos armados”, añadió Ardila. 

La dificultad para proteger a los líderes sociales radica en varios factores. En primer lugar, muchas de las zonas donde operan están bajo el control de grupos armados ilegales, narcotraficantes o bandas criminales, mientras que la presencia estatal es limitada o prácticamente inexistente. Estas regiones rurales carecen de infraestructura y de servicios de seguridad adecuados, lo que deja a los líderes expuestos a represalias sin una protección efectiva. Además, la impunidad reinante contribuye a perpetuar la violencia, ya que la mayoría de los ataques no se investigan y los culpables no son castigados, lo que facilita que los grupos armados sigan actuando con total impunidad. 

Pérdida Irreparable 

Andrés Ramos, un adulto mayor de la zona rural de Florida, relató: “He recibido amenazas desde que fui gobernador. Primero por las FARC, quienes intentaron asesinarme en septiembre de 2009. Me pegaron 3 tiros y me tocó desplazarme de Florida. Estuve fuera durante 10 años, hasta que el proceso de paz me permitió regresar a mi hogar. Hemos perdido a 30 líderes, empezando por Eliodoro Ramos, un gobernador muy talentoso en la organización, quien fue asesinado por los paramilitares junto con José María Pinzón”. 

El territorio de Florida, Valle, así como muchos en el país, se ha visto afectado por esta problemática; la pérdida de líderes sociales deja un gran vacío de liderazgo dentro de la comunidad, lo que incide negativamente en la toma de decisiones y la implementación de proyectos sociales para el desarrollo.  

Esta situación no solo genera miedo, sino que también fragmenta el tejido social afectando la seguridad, la educación, la libertad y otros derechos fundamentales.  Las comunidades, que dependen de sus líderes para guiar la resistencia y el progreso, quedan expuestas a la desorganización y al abandono. A medida que las voces de los líderes son silenciadas, las perspectivas de desarrollo se desvanecen, profundizando la crisis en estas regiones del país.  

Hemos recibido varias amenazas, tanto los líderes como la propia guardia. También hemos sufrido atentados contra los coordinadores, y por eso nos mantenemos siempre en alerta. La guardia está activa, lista para reaccionar cuando sea necesario, ya que hay muchas dinámicas que debemos atender”, agregó Mestizo Casamachín. 

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Del lápiz a la brocha 

Del lápiz a la brocha 

Por: Irene Hincapié y Luisa Morales.

Facultad de Humanidades y Artes

Delamua es el emprendimiento creado por Daniela Mosquera desde la pasión. 

Desde el colegio se les inculca a los jóvenes tener un proyecto de vida, que cumpla con requerimientos como realizar una carrera universitaria y encontrar un trabajo dentro del mismo campo, para desarrollarse profesionalmente de manera satisfactoria; sin embargo, muchas veces este esquema no encaja con las motivaciones individuales y crea barreras para los que deciden seguir otros caminos. 

A pesar de haber comenzado en un campo que podría considerarse diferente a lo que estudió, Daniela enfatiza en que la educación superior brinda herramientas valiosas que se pueden aplicar en múltiples contextos.

Daniela Mosquera (24 años) se ha convertido en un referente en el mundo del maquillaje en la ciudad de Cali. Su camino, sin embargo, no ha sido para nada convencional. Después de un título en diseño de vestuario de la Universidad Buenaventura, Daniela encontró su verdadera pasión en el maquillaje, un arte que ejerce desde hace 6 años. 

Desde pequeña, Daniela sentía que la moda la llamaba. Su madre, Carolina Galindo, confirma que: “desde pequeña, Daniela siempre mostró una inclinación por todo lo creativo, siempre supimos que eso era a lo que se iba a dedicar”. Fue su deseo de explorar a fondo este mundo y ofrecer algo más que un simple servicio lo que la llevó a profesionalizarse en diseño. “Mis papás siempre me instaron a tener una formación profesional”, recuerda. Y fue precisamente por el amor por su carrera y su trayectoria como maquilladora por lo que pudo descubrir un profundo vínculo entre ambas disciplinas. 

 

Daniela Mosquera, un ejemplo de que se puede emprender en lo que apasiona

“Al trabajar en pasarelas y con marcas, me di cuenta de que el maquillaje y el vestuario son caras de la misma moneda”, comenta con entusiasmo. Pero, al igual que muchos en su campo, se encontró con la dura realidad del mercado laboral. “Los salarios son bajos y el esfuerzo es alto”, dice.  

 Daniela comenzó a maquillar a los 17 años, y a pesar de su corta edad, asumió el reto de crear su propio camino. “Nadie quería confiar en una niña para un evento tan importante”, recuerda. Su estudio de maquillaje estaba compuesto por el escritorio donde hacía trabajos de la universidad, que se convirtió en su primer tocador, y una lámpara. Pero lo que la motivó fue el constante apoyo de su familia, “nosotros siempre la apoyamos tanto en la parte emocional como económica, siempre apoyamos su sueño y la motivamos para que siguiera trabajando por eso que tanto deseaba. y ahora que ha logrado construir su marca personal como Delamua para nosotros es un total orgullo”, agrega la mamá. 

La experiencia de trabajar en la industria de la moda también fue algo muy importante en la vida de Daniela: “Conocer el funcionamiento interno de una empresa fue fundamental”, asevera Daniela, quien no solo se enfocó en la parte creativa, sino que también aprendió sobre contabilidad y administración, herramientas que la ayudaron a crear un emprendimiento “Cuando salí de la universidad, ya tenía una empresa constituida”, asegura con orgullo.

Como la confianza de los clientes empieza en casa, Daniela Mosquera utiliza su propio rostro como el lienzo en el que plasma su capacidad artística. 

A pesar de haber comenzado en un campo que podría considerarse diferente a lo que estudió, Daniela enfatiza en que la educación superior brinda herramientas valiosas que se pueden aplicar en múltiples contextos. “No hay que verse limitado por un título”, comenta, para aclarar que hay muchas maneras de aprovechar lo que se estudia. 

Sus consejos para quienes buscan emprender son claros: “Prepárate, porque es duro. Hay que ser disciplinado y tener metas claras”. También destaca la importancia de aprender sobre finanzas, algo que considera esencial para transformar un emprendimiento en una empresa sostenible. 

Hoy, su vida profesional se ha convertido en un balance entre pasión y responsabilidad. “Al principio, era solo diversión; ahora tengo que generar ingresos mínimos”, comenta. Sin embargo, mantiene su entusiasmo por lo que hace: “Soy afortunada de vivir de lo que amo”.  

Amigas de Daniela como Alexandra Mota, quien también ha sido su clienta, reconoce el crecimiento personal que ha tenido Daniela en su camino de emprender, “siempre ha sido muy organizada, desde que empezó en el maquillaje buscó perfeccionarlo y se apoyó de las redes sociales para conseguir clientes, todo su crecimiento ha sido orgánico y muy inspirador”. 

El nombre de su marca, Delamua, tiene una historia detrás. “Quería algo único que me identificara”, explica. La combinación de su nombre y la abreviatura en inglés para make up artist  resultó en una identidad que resuena en su comunidad. 

Daniela no solo es una maquilladora talentosa, sino también un ejemplo de cómo se puede reinventar el concepto de ejercer una profesión y ser exitoso, cuando la pasión y la creatividad no tienen fronteras. “La universidad me ayudó a liberar mi potencial creativo y a entender que el maquillaje es también una forma de diseñar”, finaliza.  

Su historia es un recordatorio de que cada uno puede construir su propio camino, redefiniendo el éxito según sus propias reglas. 

El nombre de su marca, Delamua, tiene una historia detrás. “Quería algo único que me identificara”, explica Daniela.

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