‘Radio Guayaba con Gusano’, narradores de vida

‘Radio Guayaba con Gusano’: narradores de vida

Autoras: Valentina Martínez Ome| María Camila Pineda Velásquez.

Facultad de Humanidades y Artes

Llenos de entusiasmo y curiosidad, con micrófono en mano, varios niños se convierten en narradores de historias que dan forma a la comunidad del oriente de Cali.

“Hacer radio empezó como un proyecto de juego, ahora lo veo más como una meta profesional, quiero convertirme en una voz de aliento para mi comunidad y que la gente me reconozca por lo que hago”, expreso Dilan Loaiza, líder de ‘Las Guayabitas’.

Desde los micrófonos de la emisora comunitaria Oriente Estéreo Cali se emite un programa hecho por voces juveniles, que se han convertido en los arquitectos de sus propias historias radiofónicas.

‘Radio Guayaba con Gusano’ es un programa que nació en el 2018 por iniciativa de Luis Einer Castaño, comunicador social de la Universidad del Valle; este colectivo es liderado por niños y jóvenes del distrito de Aguablanca, en Cali, principalmente del barrio Marroquín. Allí difunden las vivencias, pensamientos y expectativas de la comunidad a través de las artes visuales y la radio.

Este es un territorio que enfrenta diversos problemas que afectan significativamente a su comunidad, como la inseguridad, el desempleo, la pobreza, el consumo de drogas y la violencia, entre otros, carencias que han creado un entorno desafiante para los niños del territorio, que impactan negativamente en su calidad de vida y en su desarrollo integral.

“A través de la radio, los niños se auto reconocen y se auto representan con las realidades que viven dentro de su comunidad, pero que son invisibilizadas; encontrar en Cali una radio que les dé la oportunidad de expresarse, es nula, es por eso, que en Oriente Estéreo Cali ofrecemos un espacio que permita a los niños expresar sus experiencias y perspectivas desde temprana edad”, afirmó Camilo Mayor, director de la emisora.

                                                                                                  

Este espacio de comunicación para el cambio social surgió con el interés de tener una actividad segura para el entretenimiento y utilización del tiempo libre de los niños del territorio, creando foros de discusión en los que no solo se observe, sino también se participe activamente en la construcción del futuro de su entorno.

La prevención del consumo de drogas, las inseguridades, el acoso escolar (bullying) y los deportes son algunos de los temas tratados dentro de sus emisiones, que buscan propiciar la construcción de paz y el diálogo.

“Buscamos contribuir a la transformación social del barrio, a sus problemáticas y a las necesidades de las infancias dentro de su universo, ya que día a día convivimos con barreras de acceso al consumo cultural y patrimonial de la ciudad, la estigmatización hacia el distrito y hacia los mismos

jóvenes por su propia manera de ser, hablar y vestirse”, explicó Castaño, quien ha sido el encargado de este proceso.

Este colectivo se divide en tres grupos de jóvenes, los primeros son las ‘Pulguitas’, constituido por niños de 2 a 7 años; los segundos, ‘Guayabitas’, que tienen entre 8 y 12 años, y después están los adolescentes, conocidos como las ‘Púselas’, quienes son los pioneros de este proyecto.

“Hacer radio empezó como un proyecto de juego, ahora lo veo más como una meta profesional, quiero convertirme en una voz de aliento para mi comunidad y que la gente me reconozca por lo que hago”, expreso Dilan Loaiza, líder de ‘Las Guayabitas’.

A tan cortas edades, estos jóvenes ya tienen un pensamiento crítico sobre el futuro de sus vidas y sobre cómo pueden ayudar a los demás y a su comunidad. Sin ningún tipo de experiencia, solo con las ganas de ser escuchados, estos chicos se reúnen cada semana con guion en mano y con entrevistas previas realizadas a la comunidad del oriente y los barrios aledaños, como todos unos periodistas listos para iniciar el programa.

Una de las voces más activas del programa es la de Alan Stiven Perea (15 años), estudiante de noveno grado, que pertenece al grupo de los ´Púselas´. Él envía un mensaje “más que todo para los jóvenes y niñas de todo el pedazo, para que cambien y que busquen algo para hacer, y no se dediquen a perder el tiempo en las calles, ni quedar mal”.

Este proyecto de ‘Radio Guayaba con Gusano’ hace que los jóvenes coleccionen momentos fortuitos de su niñez a través de la comunicación como forma de generar desarrollo personal, territorial e identidad.

 …Desde los micrófonos de la emisora comunitaria Oriente Estéreo Cali se emite un programa hecho por voces juveniles, que se han convertido en los arquitectos“.

Escucha La Radio USC

Otros recomendados…

Ecos y sombras del Palacio de Justicia

Ecos y sombras del Palacio de Justicia

Ecos y sombras del Palacio de Justicia Autor:  Pedro Pablo AguileraEn noviembre de 1985 yo tenía veintiocho años y vivía en La Habana. La noticia del asalto al Palacio de Justicia de Colombia nos golpeó a todos por la pantalla del Noticiero Nacional de Televisión a la...

read more

La Calle nos llama: Cómo afrontar la habitabilidad en calle

La calle nos llama: Cómo afrontar la habitabilidad en calle

Autoras: Luis Andrés Urrutia Moreno.

Facultad de Humanidades y Artes

“La desobediencia y el consumo de sustancias psicoactivas fueron mi mayor motivación para caer en el mundo de la calle. Yo viví alrededor de 8 años en esta situación”. Así cuenta Alexandra Muñoz un episodio trágico de su vida, del que, por fortuna, logró salir.

Una de las misiones de la RAC es articularse con empresas del sector privado para que, mediante estrategias de inclusión laboral, la persona en proceso de resocialización pueda tener como premio a su voluntad de salir de las calles una nueva oportunidad en la vida laboral.

Ella era una de las 4.749 habitantes de calle que deambulaban por la capital del Valle del Cauca, según estadísticas del DANE.

Desafortunadamente, no todos corrieron con la misma suerte que Muñoz y hoy, cinco años después, ya se cuentan cerca de 5.500 personas sin techo, que gravitan en las calles de Cali, lo que constituye un aumento del 24%, en relación con el 2019.

Hasta hace unos años, Alexandra Muñoz vivía en la calle, consumiendo heroína. Cuando no tenía cómo adquirirla, se dejaba llevar por el bazuco, pero gracias a su proceso de resocialización en la Fundación Samaritanos de la Calle, actualmente labora con esa organización.

“Yo inicié mi vida en calle a la edad de 15 años, ya que, existieron varios detonantes que permitieron que yo cayera en este flagelo. Gracias a la labor de Samaritanos de la Calle pude salir de las garras de la drogadicción. Ahora me encuentro dando a conocer mi historia de vida en diferentes espacios, este ha sido un trabajo realmente gratificante y maravilloso donde he aprendido demasiado lo que me ha permitido crecer personal y financieramente”, explica.

Organizaciones sociales se unen para dignificar la vida en calle

Para establecer un Plan de Acción de Atención Integral dirigida al Habitante de Calle, desde 2019 la Secretaría de Bienestar Social de Cali lidera la estrategia Red Amigos de la Calle, RAC, que nace de la necesidad de articular a la ciudadanía, el sector privado, organizaciones de base y sector público, para dignificar la vida de los habitantes de calle de la ciudad.

El trabajo consiste en atender a la población sin techo y con personas en riesgo de habitar la calle. Su objetivo se enmarca su dignificación, es decir, que los habitantes de calle tengan un mínimo vital de alimentación, ejercicios de autocuidado y puedan descansar en espacios dignos y seguros que han dispuesto la alcaldía y 29 fundaciones que trabajan día y noche.

                                                                                   

La Red está conformada por fundaciones como Samaritanos de la Calle, que es el operador principal de la Alcaldía de Cali; se encarga de atender a la población Habitante de Calle de todo el territorio distrital. También la integran organizaciones sin ánimo de lucro, siendo el trabajo social su principal inspiración. Este programa cuenta con servicios como ducha móvil, atención en salud y espacios de escucha con trabajadores sociales y psicólogos.

La auxiliar de enfermería Sandra Ruiz, quien forma parte del sistema, explica: “Venimos acompañando desde hace 4 años a las fundaciones en sus procesos de postulación a proyectos productivos que propenden a mejorar su calidad de vida. En ese orden de ideas, si la fundación requiere ayuda institucional, nosotros realizamos un diagnóstico de sus necesidades para poder hacer un cronograma de actividades y un plan de acción a ejecutar con ellos”.

Una de las misiones de la RAC es articularse con empresas del sector privado para que, mediante estrategias de inclusión laboral, la persona en proceso de resocialización pueda tener como premio a su voluntad de salir de las calles una nueva oportunidad en la vida laboral.

Otra de las funciones de la RAC es hacer jornadas de asistencia social en los sitios de alta concentración de habitantes de calle, ya que en estos espacios se puede dar a conocer el programa y sus rutas de atención. En estas jornadas de articulación se desarrollan varias actividades, como baños con ducha móvil, vacunación contra la Influenza, Hepatitis B o COVID- 19, ollas comunitarias, entrega de ropa y peluquería.

En muchos casos, estas personas tienen animales de compañía, entonces se hacen jornadas para aplicarles vacunas contra la rabia, desparasitarlos y activarles ruta de atención para ser atendidos en el Centro de Bienestar Animal de la ciudad.

La coordinadora del equipo de Redes de Apoyo del Programa Habitante de Calle, Carolina Aristizábal, cuenta que “Para nosotros es muy gratificante que la comunidad de organice y nos ayude a socializar nuestra hoja de ruta para intervenir adecuadamente a nuestra población. Sabemos que, al no tener política pública de habitabilidad en calle, nuestros recursos son pocos, pero debemos agradecerles a estas personas que desinteresadamente ponen a disposición sus hogares y sus talentos para atender esta situación”.

Así mismo, Wilmer Reyes, líder de la fundación Dios es Amor, manifiesta: “Aquí trabajamos bajo la voluntad de Dios; en ese sentido, el habitante que ingresa a este espacio debe estar sujeto a las dinámicas y normas que están establecidas, cuentan con alimentación desde que se levantan hasta que se acuestan y le agradecemos a la Alcaldía de Cali por la disposición y por apoyarnos en esta bella labor.

El alcalde Alejandro Eder busca que el sector privado pueda ser gestor de cambios positivos para las personas que viven en condiciones de extrema vulnerabilidad en el territorio caleño.

…Se cuentan cerca de 5.500 personas sin techo, que gravitan en las calles de Cali, lo que constituye un aumento del 24%, en relación con el 2019″.

Escucha La Radio USC

Otros recomendados…

Ecos y sombras del Palacio de Justicia

Ecos y sombras del Palacio de Justicia

Ecos y sombras del Palacio de Justicia Autor:  Pedro Pablo AguileraEn noviembre de 1985 yo tenía veintiocho años y vivía en La Habana. La noticia del asalto al Palacio de Justicia de Colombia nos golpeó a todos por la pantalla del Noticiero Nacional de Televisión a la...

read more

El camino hacia una vida mejor: La lucha diaria de una familia migrante

El camino hacia una vida mejor: La lucha diaria de una familia migrante

Autoras: Katherin Tapias | Valentina Flórez.

Facultad de Humanidades y Artes.

En una pequeña y humilde casa del Municipio de Jamundí, Valle, vive la familia Seco, cuya historia ha llevado a sus integrantes a recorrer varios países en busca de nuevos comienzos, con el fin de cumplir sus sueños y buscar nuevamente un hogar o algo parecido a lo que tenían antes de que la sombra de la crisis envolviera a Venezuela.

La historia de la Familia Seco es un testimonio que yace en la adversidad y la fuerza, cuyo viaje está marcado por la valentía y determinación. Es una historia que marcará sus corazones y dejará huella en todo aquel que escuche o lea su relato.

La mezcla de esperanza y vitalidad era lo que mantenía fuerte y unida a los Seco; la partida de su país natal a un nuevo territorio fue un acto de desesperación y valor, en el que cada paso hacia el horizonte se convertía en un adiós doloroso. Después de ver a su hijo mayor de 19 años, Alejandro Villasmil desmayarse por falta de alimentación y caer en cuenta de que sus otros dos hijos, Alessandra de 16 años y Elías de 14 años, no tenían la oportunidad de tener ropa interior y un calzado en buen estado, Aleucene Seco decidió luchar para encontrar una salida a ese laberinto de escasez y dificultades.

Tras 5 días de travesía por las costas de Venezuela, llegaron a Colombia el 24 de diciembre del 2018, esperando recuperarse del desgaste de los últimos 7 años que sufrieron, por la crisis de su país natal. Aleucene mencionó que desde el mismo día que pisaron tierra colombiana, “fue difícil acostumbrarme porque el dinero en Venezuela no rendía, y aquí en Colombia sí. Quedé en shock y me costó adaptarme al peso colombiano”. Relató que con tan solo $20.000 obtuvo la misma cantidad de alimentos que ella compraba en Venezuela para una semana.

Afortunadamente, desde meses antes, Fredy Ortuño, la pareja sentimental de Aleucene Seco, había tomado la decisión de aventurarse al proceso migratorio, al igual que aproximadamente 1.3 millones de personas venezolanas lo hicieron en 2018, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Cabe resaltar que Ortuño fue el primero de su núcleo familiar en hacerlo, logrando conseguir un trabajo que lo ayudaría a residir en uno de los barrios de Jamundí, llamado Terranova.

Cinco días después de que Aleucene y sus hijos llegaron a donde residía su pareja sentimental, se enfrentaron a un conflicto con otras familias que vivían en esa misma casa, hecho que los llevó a tomar la decisión de salir a calles que antes no habían recorrido, en busca un nuevo empleo para poder mudarse de hogar. Por suerte, una vecina al enterarse de que la familia de venezolanos iban a vivir en la calle, por el conflicto presentado en su antigua residencia, les dio posada mientras Seco conseguía trabajo arreglando uñas, su especialidad.

A pesar de los desafíos que enfrentaron en su nueva vivienda, la familia Seco no perdió la esperanza ni la determinación; sin embargo, vivieron días en los que tenían una batalla constante con la discriminación. A pesar de las críticas, la familia Seco se mantuvo unida por el vínculo inquebrantable del amor y la esperanza de conseguir un futuro mejor.

Durante varios meses en los que fueron víctimas de rechazo y exclusión por llevar sangre venezolana, poco a poco comenzaron a adaptarse a la vida en Colombia. Gracias a su ardua búsqueda de empleo, logró una estabilidad económica que le permitió asegurar un techo sobre sus cabezas. Los niños comenzaron a sentirse acogidos por sus compañeros del colegio e incluso mantuvieron una buena relación con sus docentes.

Con el pasar de los meses, la familia Seco comenzó a sentirse cada vez más arraigada a su nueva tierra, adoptando costumbres y tradiciones colombianas, y descubriendo la belleza de la cultura valluna. Estaban impactados con la generosidad de las personas cercanas, recordándoles que así de hogareño se sintieron en su país en una época pasada. Ya no sentían que fuera la tierra de ellos, pero, aun así, los recuerdos de su hogar en Venezuela nunca desaparecerían del todo. Encontraron consuelo y esperanza en la idea de que estaban construyendo un nuevo hogar en un lugar que ya no les era desconocido.

La historia de la Familia Seco es un testimonio que yace en la adversidad y la fuerza, cuyo viaje está marcado por la valentía y determinación. Es una historia que marcará sus corazones y dejará huella en todo aquel que escuche o lea su relato.

 …La mezcla de esperanza y vitalidad era lo que mantenía fuerte y unida a los Seco; la partida de su país natal a un nuevo territorio fue un acto de desesperación y valor”.

Escucha La Radio USC

Otros recomendados…

Ecos y sombras del Palacio de Justicia

Ecos y sombras del Palacio de Justicia

Ecos y sombras del Palacio de Justicia Autor:  Pedro Pablo AguileraEn noviembre de 1985 yo tenía veintiocho años y vivía en La Habana. La noticia del asalto al Palacio de Justicia de Colombia nos golpeó a todos por la pantalla del Noticiero Nacional de Televisión a la...

read more

Contacto
Teléfono: +57 (602) 518 3000 Ext. 884
WhatsApp: +57 313 4814148
Correo electrónico: [email protected]

Logotipo Unimedios

Ciudadela Pampalinda
Calle 5 # 62-00 Barrio Pampalinda
PBX: +57 (602) 518 3000
Santiago de Cali, Valle del Cauca
Colombia

Cómo preservar identidad cultural de estudiantes Afro de la usc 

Cómo preservar identidad cultural de estudiantes afro de la USC

Autores: Gisela Arizala Rodríguez | María Camila Pineda | Sofía Cortázar

Facultad de Humanidades y Artes

Jaime Suárez Paz, presentando su propuesta comunicativa para preservar la identidad cultural de los estudiantes afro del Pacífico de la USC.
Javier Camilo Suárez Paz (23 años) es oriundo de Buenaventura. Es estudiante del programa de Comunicación social de la USC y vive hace más
de 13 años en Cali. Recientemente, participó en el XX encuentro de investigación formativa Soy Semilla 2023, en donde presento, con un póster,
su propuesta, enfocada en los estudiantes afro.

Que los estudiantes tengan presente sus raíces, que nos encontremos con  lo que ya somos, con las tradiciones que tenemos y fortalecer las dinámicas que ya se hacen en la Universidad.

 Cómo surgió el interés para realizar este trabajo de investigación?
Surgió como un plan comunicativo para visibilizar las expresiones culturales de los estudiantes bonaverenses en la Universidad Santiago de Cali. Fui migrando a un panorama general, yéndonos principalmente a la parte afro y al Pacífico colombiano, puesto que aquí hay más de 2.000 estudiantes provenientes de ese lugar. Teniendo en cuenta las actividades que se hacen, muchos estudiantes que provienen del Pacífico no conocen de estas. La idea es dar esa visibilidad y proteger la identidad cultural, que con el paso del tiempo se ha ido perdiendo.

¿Cuál es el enfoque del proyecto?
Este proyecto tiene un enfoque mixto, es cuantitativo y cualitativo. Primero cualitativo, para ver qué percepción tienen los estudiantes sobre las costumbres que se hacen en el Pacífico colombiano, y cuantitativo para saber cuántos son los estudiantes que no saben de las actividades originarias y cómo se identifican.  Porque no todos se reconocen como personas afro, sino que algunos se de nen como mestizos o indígenas.

¿Cómo se plantearon los objetivos del trabajo?
A partir de diseñar un plan de comunicación que sirva para implementar la conservación de tradiciones y valores de esta comunidad. Teniendo en cuenta que en las redes sociales de la Universidad no se siente que se visibilice de la mejor manera. Así mismo, aportando un poco de lo que es USC Pacífico, un movimiento de comunicación en el que se muestran los contenidos que se hacen en la institución, contribuyendo también en la parte académica: nuevas prácticas y conocimiento ancestral, como son la pesquería, partería, danza y actividades gastronómicas.

¿Cuál es el propósito de la investigación?
Fortalecer los roles de los estudiantes afrodescendientes, por medio de esquemas que permitan un mantenimiento cultural y la claridad de su legado histórico, también la parte del conocimiento ancestral que es uno de los factores más importantes.

¿Qué quiere lograr con la propuesta?
Que los estudiantes tengan presente sus raíces, que nos encontremos con lo que ya somos, con las tradiciones que tenemos y fortalecer las dinámicas que ya se hacen en la Universidad, que sepan la dimensión de dónde venimos, resaltando la preservación de la identidad cultural, mantener las prácticas ancestrales es esencial para el desarrollo de nuestras comunidades y la multiculturalidad que para mí es lo más importante de todo.

¿Por qué es importante resaltar la identidad cultural de los estudiantes afro de la USC?
Siento que es importante tenerla en cuenta, ya que muchos estudiantes del Pacifico han tenido que salir de su hogar por diversas problemáticas
que aquejan a nuestras comunidades, tales como el racismo estructural que hemos sufrido históricamente, incluyendo el conflicto armado interno. Por esto hay muchas personas que se ven obligados a desplazarse a grandes ciudades como Cali. La idea es que más allá de que se hayan ido de sus lugares de nacimiento, se sientan como si estuvieran en casa sin perder esa identidad.

¿Cómo fue su participación en el evento?
Es la primera vez que soy parte de estos eventos, me pareció muy significativa la experiencia, considero que es un espacio que aporta al enriquecimiento formativo en la institución, me gustaría que asistieran más  personas, ya que a veces se presentan muy pocos, es importante que este tipo de ambientes se mantengan para impulsar el trabajo que se ejerce, porque realmente es algo que vengo realizando desde hace uno o dos años, entonces hay que darlo a conocer.

 …muchos estudiantes del Pacifico han tenido que salir de su hogar por diversas problemáticas que aquejan a nuestras comunidades.

Escucha La Radio USC

Otros recomendados…

Ecos y sombras del Palacio de Justicia

Ecos y sombras del Palacio de Justicia

Ecos y sombras del Palacio de Justicia Autor:  Pedro Pablo AguileraEn noviembre de 1985 yo tenía veintiocho años y vivía en La Habana. La noticia del asalto al Palacio de Justicia de Colombia nos golpeó a todos por la pantalla del Noticiero Nacional de Televisión a la...

read more

Tortura narcótica adicción al bazuco: Un verdadero calvario

Tortura narcótica adicción al bazuco: Un verdadero calvario

Autor: Andrés Felipe Capera Duque.

Facultad Humanidades y Artes

Al compartir su historia de rehabilitación, un humorista y locutor caleño cuenta cómo logró superar 20 años de esclavitud.

“Soy un joven de 63 años humorista profesional y vivo de hacer reír”, estas son las palabras de Rubén Darío Franco, ‘Mariconsuelo’. Todos en su mayoría pensaron tener una infancia “normal” jugar en el parque, divertirse con los amigos y tener la mayoría de edad para cumplir con su proyecto de vida ya sea laboral o universitario.

Para Rubén su infancia fue un poco distinta, ya que a sus 17 años su círculo social no era el más adecuado. “Yo probé la marihuana, pero no me gustó, hay gente que prueba una droga y no le gusta, le hace daño, le da dolor de cabeza. Estaban unos amigos en una esquina fumando bazuco y fui, me dieron y eso sí me gustó”.

En Santiago de Cali, una ciudad donde, según el DANE, habitan unos 2.28 millones de habitantes, según la Alcaldía local, y la mayoría dolorosamente se encuentran en condición de calle, con un aproximado de 4.700.

De acuerdo con la secretaría de Bienestar Social, atender el cien por ciento de los habitantes de calle, le costaría a la administración local unos 120 mil millones de pesos.

Para estos jóvenes que creen que lo pueden controlar es sencillo, lo que no saben es que, como una fuerte tormenta, la dependencia a estas drogas llega, y es ahí, cuando se les sale de las manos. “Comencé a hacerlo esporádicamente, lo hice cada tres meses, dos meses y después al mes, empecé poco a poco a ir entrando en ese mundo”, dijo Rubén mientras describía cómo fue ese oscuro y tormentoso inicio en el consumo.

Como una libertad condicional estuvo Rubén 10 años consumiendo bazuco, durante ese tiempo, alcanzó a estudiar en el Sena y a laborar, ya que podía darle un pequeño manejo a su adicción, pero como todo adicto, el tiempo fue su peor condena. “Yo me demoré mucho tiempo para quedar ya en la indigencia, duré consumiendo drogas 20 años y los primeros 10 más o menos los manejé, pero ya después me fui deteriorando y fui quedando en la calle”.

Para varias personas como para Rubén, el punto más bajo de toda adicción es llegar o caer en condición de calle, pero ven tan lejana la posibilidad de que llegase a pasar, que, si la contemplaran, tal vez lo pensarían dos veces antes de consumir.  

Rubén tocó fondo y se hundió tan profundo como el ancla de un navío, sin saber cuándo volvería a ver la luz. Fue tan humillante su caída o así lo cuenta él, que llegó a recoger comida de la basura.

Vivió en una habitación con una mujer y por más que la quería, solo le hacía daño. mientras Rubén hablaba de esta parte de su historia, solo bajaba el tono de su voz, contando su convivencia de un, “porque te quiero te aporrio”. Hasta que un día, después de una pelea, gritos e insultos, volvió a quedar en la calle.

Como si tuviera puesta una camisa de fuerza, Rubén sintió la sensación de no poder vivir más con ese infierno. Mientras fumaba su pipa y se adentraba en su purgatorio, como buen cristiano arrepentido de su actuar, suplicaba a Dios un acto de misericordia divina que lo ayudara a dejar su adicción. “Señor ayúdame no puedo seguir en esta vida”.

Entre humo y alucinaciones y como si fuera un ángel enviado por Dios, apareció una amiga, quien le habló de un centro de rehabilitación al que finalmente acudió.

Estos jóvenes que creen que lo pueden controlar es sencillo, lo que no saben es que, como una fuerte tormenta, la dependencia a estas drogas llega, y es ahí, cuando se les sale de las manos.

Una nueva luz

Aquí inició su cambio radical, como el ancla que una vez se hundió, volvió a la superficie para continuar una vida sana. El lugar que le recomendó su amiga se encontraba en el municipio de Cajibío, Cauca.

Con la ayuda de amigos, alcanzó a reunir un dinero importante, días después una señora le dijo que el bus que podía abordar para llegar hasta ahí, lo encontraba en el Rancho de Jonás, un conocido restaurante tradicional de Cali. Ya estando en la puerta del centro de rehabilitación, se fumó sus últimos dos cigarrillos para una vez adentro, luchar contra sus vicios.

Para Rubén sus primeros días de recuperación fueron muy duros, “las ganas que me daban eran terribles, o sea, el desespero, me daba diarrea, me vomitaba, era algo maluco”, pero el proceso de rehabilitación fue dando sus frutos.

Este lugar actuó como un recinto mágico, él nunca sintió el miedo de volver a recaer e incluso ayudó a sus demás compañeros en proceso. “En el lugar te comienzan a dar actividades, aprendo a vivir ahí, ayudé al otros diciéndoles: vení qué te pasa y todas esas cosas, al año, yo era el jefe de agricultura, acompañando a los que siembran, estaba pendiente de ellos y siempre con la oración”.

El momento de salir del centro de rehabilitación, quizás es de las etapas más difíciles de afrontar, tuvo claro el camino a seguir, no mirar atrás jamás. Siempre fue una lucha consigo mismo, no una lucha contra la carne, con lo físico, si no con lo espiritual, con la valentía y fortaleza mental de no volver a consumir.

 “Yo sé que en la biblia dice que la lucha no es contra la carne y sangre sino contra huéspedes espirituales de maldad en las regiones celeste”. Fue esto lo que marcó a Rubén para dividir la ciudad en dos, alejándose de toda cercanía que lo incitara a recaer, viviendo en la otra parte de Cali que no tuviera nada que ver con su pasado.

La fama

‘Mariconsuelo’, el personaje que lo llevó al reconocimiento público tuvo una dificultad al iniciar, la pobreza era una piedra en el zapato para Rubén, que tan solo vivía en una pieza y llegó a pasar hambre, pero él supo cómo sobreponerse a ello. trabajó como mensajero para su amigo Mario Belmonte que posteriormente le ayudó a entrar a Caracol Radio y consecutivamente a trabajar en Tropicana. “Poco a poco comencé a subir hasta que ya fueron cambiando las cosas, fui a participar a sábados felices, comencé a ganar y comencé a viajar”.

Definitivamente, las fundaciones juegan un papel fundamental en este proceso y eso Rubén Darío lo tiene más que claro, él es dueño de la fundación Juan Franco, en Rozo, Valle del Cauca. Trabajar con la gente que quiere cambiar es su lineamiento, para él Dios y la voluntad es lo más importante. El propósito que tiene la fundación es visitar los colegios, las universidades, necesitan visitar a los jóvenes.

Rubén les deja a los jóvenes una enseñanza “no probar, no probar y no probar. Muchachos, la gente no cae en las drogas porque le pase nada, cae porque alguien les da, usted prueba y le gusta”. Dejando más que claro su mensaje contra las drogas, cómo evitarlas para poder salir adelante y cumplir todas las metas que se proponen en la vida.

“Yo soy un guerrero de Dios contra las drogas”. Esta es la frase con la que termina su historia, Rubén Darío Franco.

Yo probé la marihuana, pero no me gustó.

Escucha La Radio USC

Artículos relacionados

Las Limitaciones Están en la Mente

Las Limitaciones Están en la Mente

Las Limitaciones Están en la MenteEl paratleta vallecaucano y campeón nacional Luis Fernando Lara Rodallega, figura clave de la velocidad colombiana, compite esta semana en Ibagué. Su meta: los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028.Con el firme propósito de alzarse...

Pedazos de color que cuentan historias y mueven emociones

Pedazos de color que cuentan historias y mueven emociones

Autora: Ana Cristina Tobar Jaramillo (Invitada Especial)

Facultad de Humanidades y Artes.

Galería fotográfica: Proclama del Cauca

El mosaiquismo es una forma de arte antigua que ha sobrevivido a través de los siglos, siendo una técnica popular en la actualidad. Consiste en la creación de patrones y diseños, utilizando pequeñas piezas (teselas) de vidrio, cerámica, piedra u otros materiales. Se cree que sus inicios se ubican en Mesopotamia por el año 3.000 antes de Cristo, fue adquiriendo reconocimiento con el Imperio griego, pero su época dorada fue durante la antigua Roma, y después, en el período bizantino, aunque los mosaicos tenían valor decorativo únicamente. Con el tiempo, se extendió por todo el mundo, hasta convertirse en una expresión artística que, hoy por hoy, ha dejado de ser solo un armonioso conjunto de fragmentos para convertirse en uno de tantos cimientos de la historia de la humanidad.

Su importancia radica en que esta técnica puede ser utilizada para crear obras de arte duraderas y resistentes al clima. Los mosaicos se pueden encontrar en edificios antiguos y ruinas, y muchos han sobrevivido durante siglos gracias a su durabilidad. Por este motivo, quienes se dedican a crear arte saben que dejan un legado en su obra, un punto de encuentro a través de estás técnicas. Además, permite a los artistas crear diseños complejos y detallados utilizando piezas pequeñas. Esto les da una gran libertad creativa, y les permite crear obras de arte únicas e impresionantes. Otra razón por la que el mosaiquismo es importante, es porque a través de él se pueden contar historias, representar escenas o crear imágenes abstractas que transmiten un mensaje o una emoción específica.

[1] La Convención de 1972 para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural plantea que ciertos lugares del planeta deben reconocerse como parte del patrimonio común de la humanidad, gracias al “valor universal excepcional” que tienen. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, es la encargada de otorgar este título.

Un exponente destacado de este arte fue el arquitecto catalán Antoni Gaudí, representante de la corriente de renovación artística conocida como modernismo, y cuya obra se inspira en las curvaturas de las formas orgánicas (elementos vegetales y animales), bajo una técnica innovadora llamada trencadís, el cual es el sello personal de este maestro. El nombre hace alusión a algo troceado, y así como lo expresa, consiste en crear un mosaico con partes irregulares de vidrio, mármol o cerámica que se usa para revestir ciertas estructuras.  Cuenta la leyenda que, un día cualquiera, Gaudí estuvo en el taller del ceramista español Lluís Bru, y no pudo controlar su impaciencia al verlo armar un mosaico pieza a pieza. Entonces, quebró un azulejo, y manifestó, enfáticamente, que para acabar pronto debían ponerse puñados del material y no por trozos. Y así, nació esta expresión vanguardista del mosaiquismo.

Ya con mayor experiencia y con una evolución artística, perfiló en su técnica características como los colores vivos y brillantes y las formas irregulares con el fin de aumentar los efectos plásticos, los cuales combinaba con una lógica muy particular, para darle vida a cenefas, diseños en degradé y dibujos; y fue con el trencadís, que pudo darle flexibilidad a la cerámica, al vidrio y al mármol para usarlos como recubrimiento de todo tipo de superficies, incluso las de forma redonda, lo cual servía también como una protección adicional para las fachadas de las edificaciones que construía, gracias a que estos materiales resisten la intemperie. Esta técnica también propició una arquitectura amigable con la naturaleza, al hacer uso de piezas reutilizadas y recicladas de variados materiales desechados de las fábricas, convirtiéndolo en pionero del respeto por el medio ambiente. Entre sus obras más reconocidas hay varios edificios considerados Patrimonio de la Humanidad[1] por la Unesco: El Park Güell, El Palau Güell y La Casa Batlló, entre otros.

Y, así como esta inspiración generada por la técnica de Gaudí ha recorrido el mundo, en el 2023 llegó a la Sucursal del Cielo. Con miradas y experiencias distintas, 9 artistas del Movimiento Latinoamericano de Muralismo provenientes de Chile, Colombia y Argentina fueron partícipes del Primer Encuentro Internacional de Mosaiquismo con Enfoque de Género realizado del 1 al 15 de junio en la ciudad de Cali, en el cual también fueron formados 57 hombres y mujeres en lo referente a pintura arquitectónica y acabados especiales, gracias a una alianza entre el Muli Museo Libre de Arte Público de Colombia y la Gobernación del Valle.

Con pedazos de vidrio, cerámica y demás objetos reutilizables que contribuyen a la preservación del medio ambiente y a la reducción de la huella de carbono, estos artistas le apostaron mucho más que solo a darle forma a un mosaico, al realizar un abordaje desde la perspectiva de género que acoge los componentes de equidad e inclusión, junto con la perspectiva étnica a través de iconos y símbolos representativos de la región, con la guía de representantes de las comunidades indígenas Embera y Nasa, quienes aprobaron los diseños de tres murales que serán instalados en Zarzal, además de otros 8 que engalanarán los puentes viales de los municipios de Palmira y Bugalagrande, con historias de identidad de la esencia vallecaucana.

Desde ahora, será un goce para los sentidos recorrer las carreteras del departamento y disfrutar de estas obras de arte, que son mucho más que simples piezas unidas para verse bonitas, pues hablan de la gente, de la tierra, de los valores y de la cultura del Valle del Cauca.

El mosaiquismo es una forma de arte antigua que ha sobrevivido a través de los siglos, siendo una técnica popular en la actualidad.

Consiste en la creación de patrones y diseños, utilizando pequeñas piezas (teselas) de vidrio, cerámica, piedra u otros materiales.

Escucha La Radio USC

Artículos relacionados

Jaime Garzón: Una voz que resulta incómoda

Jaime Garzón: Una voz que resulta incómoda

Jaime Garzón: una voz que incomodaba Por:  Lina Marcela León PalaciosLa muerte de Jaime Garzón fue un momento que marcó un antes y un después para Colombia. Fue un comunicador social que, con la sátira y la comedia, enviaba un mensaje a la sociedad de una manera que...

El maltrato infantil

El maltrato infantil

El maltrato infantil Por:  Mabel Tatiana Mora OrtizEn Colombia, ser niño no siempre significa jugar, aprender y sentirse protegido. Para miles, la infancia se ha convertido en un espacio de miedo, silencio y dolor, muchas veces en los lugares donde deberían sentirse...

España en fuego

España en fuego

ESPAÑA EN FUEGO Por: Alejandra MontesUna oleada de incendios quema más de 382.607 hectáreas, batiendo un récord de superficie quemada desde 1994, según Copernicus. España pasará a la historia con el verano más catastrófico de incendios en décadas. En solo 15 días se...

Ciudadela Pampalinda
Calle 5 # 62-00 Barrio Pampalinda
PBX: +57 (602) 518 3000
Santiago de Cali, Valle del Cauca
Colombia

Contacto
Teléfono: +57 (602) 518 3000 Ext. 844
WhatsApp: +57 313 4814148
Correo electrónico: [email protected]

Logotipo Unimedios

Deja un mensaje

6 + 13 =

Síguenos en redes sociales