LA USC Y EL COLEGIO LA FONTAINE: UNA ALIANZA PARA EL BIENESTAR SOCIAL
Autor: Joshua Calvo Jaramillo.
Facultad de Humanidades y Artes
Hace aproximadamente un año la Universidad Santiago de Cali inició un convenio con el Colegio La Fontaine, institución que tiene como propósito generar mayores posibilidades a través del estudio para que los niños de Siloé y comunidades aledañas tengan acceso a educación de calidad.
“Las familias nos han dejado brindar el apoyo necesario y eso es algo muy gratificante. Estas personas están dispuestas a recibir ayudas, lo que refleja que de verdad tiene intenciones de ayudarse a ellos mismos y a la comunidad.”
Hace aproximadamente un año la Universidad Santiago de Cali inició un convenio con el Colegio La Fontaine, institución que tiene como propósito generar mayores posibilidades a través del estudio para que los niños de Siloé y comunidades aledañas tengan acceso a educación de calidad.
El convenio arrancó con el servicio de Fonoaudiología en el semestre 2019-B, donde se propuso como meta la creación del ´Learning Center´ (Centro de aprendizaje con enfoque fonoaudiológico) con el fin de que los estudiantes pudieran realizar sus prácticas formativas, y a través de estas se lograran desarrollar acciones que favorezcan el desarrollo de las competencias educativas de los estudiantes de la institución y se generen programas que permitan impactar la comunidad relacionada a las familias del colegio.
“Las familias nos han dejado brindar el apoyo necesario y eso es algo muy gratificante. Estas personas están dispuestas a recibir ayudas, lo que refleja que de verdad tiene intenciones de ayudarse a ellos mismos y a la comunidad.”, comentó Belquin Rosany Aragón Rentería, estudiante de décimo semestre del Programa Fonoaudiología.
A principio del presente año se logró establecer el ´Learning Center´ en un espacio físico del colegio, pero lastimosamente por la situación sanitaria del Covid-19, fue difícil para las estudiantes Belquin Aragón y Paola Mosquera continuar con el proceso debido a los inconvenientes que surgieron con los padres por el rechazo al servicio virtual.
Belquin Aragón y Paola Mosquera. Estudiantes del programa de fonoaudiología de la USC“.
Los papás cuando no entienden, no conocen, no saben o no le ven la salida al servicio lo rechazan. Decían: “Cómo así que terapias virtuales”, “como así que yo debo estar con el niño”. Por esto, de abril a junio lo que se hizo fue educar a esta comunidad para que los padres de familia entendieran el aporte y el enriquecimiento que generaban las terapias fonoaudiológicas en sus hijos.”, expresó Paola Mosquera sobre el proceso de adaptación a la virtualidad en varias familias de la comunidad.
Una vez se hizo el proceso de capacitación a los padres, se lograron más de 200 intervenciones por parte de la comunidad, y se consiguió que alrededor de 50 familias entraran de lleno a formar parte del programa.
Estas estudiantes de fonoaudiología brindan sus servicios al colegio de manera remota-sincrónica, donde se crea un espacio de intervención semanal llamado “Estimulación del lenguaje lecto-escrito y la lógica matemática” dirigidos de primero a quinto de primaria a través de intervenciones grupales. Además, se realizan intervenciones individuales apoyando el afianzamiento de los dispositivos básicos de aprendizaje (DBA), el habla, la lectura, la escritura y los procesos matemáticos.
Sin embargo, no es un secreto que el barrio Siloé es una comunidad marcada por la falta de recursos de sus habitantes, y conseguir que todas las personas pudieran tener los implementos necesarios para cada una de las sesiones fue una tarea compleja. Pero gracias a las directivas del Colegio La Fontaine y a las personas que hacen donaciones a la institución, se logró que los estudiantes pudieran seguir recibiendo sus clases individuales y grupales.
“Las terapias online no solo ayudan a que los niños se eduquen, sino a que puedan realizar terapias según sus patologías clínicas. Gracias al colegio y a las personas que hacen sus donaciones a la institución, se consiguió que las personas de la comunidad pudieran obtener herramientas para poder recibir las terapias de manera remota.”, afirmó Aragón.
Belquin Aragón y Paola Mosquera fueron las encargadas de llevar a cabo el programa durante este semestre. El programa fonoaudiológico hizo un acercamiento a la comunidad del colegio y se vio en la necesidad de ampliar la cobertura y la accesibilidad de los servicios de fonoaudiología desde las áreas clínicas en la comunidad anexa del Barrio Siloé.
Desde el programa de fonoaudiología, se elaboró un formulario para la caracterización de personas que no tenían acceso a los servicios fonoaudiológicos clínicos, partiendo de indicadores tales como: Dificultades en el lenguaje, habla, voz, procesos alimenticios y otras alteraciones. Los resultados arrojaron que de las 120 familias asociadas al colegio, 56 personas requerían los servicios de fonoaudiología.
“A pesar de que la tele-terapia existe hace muchos años, la pandemia nos enseñó a reinventarnos y así lograr llegar a más personas. Los formularios nos ayudaron a identificar a las personas que necesitaban un poco más de ayuda en los diferentes procesos que brindamos.”, comentó Aragón sobre su experiencia en el trabajo online con los chicos del colegio.
La Universidad y el programa de fonoaudiología seguirán buscando nuevas oportunidades para ofrecer mejor calidad de vida a las familias que tengan integrantes con dificultades en el lenguaje comunicativo y procesos de alimentación restringida, para así crear una nueva cultura de vida y bienestar comunicativo con sello Santiaguino.
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…No es un secreto que el barrio Siloé es una comunidad marcada por la falta de recursos de sus habitantes, y conseguir que todas las personas pudieran tener los implementos necesarios para cada una de las sesiones fue una tarea compleja. >
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El 2020 ha estado lleno de sorpresas y se esperaba que en Cali, la fecha del 31 de octubre, que para muchos es aterradora y para otros es pura diversión, se iba a tornar más segura, debido a las restricciones y los cuidados sanitarios que cada ciudadano debía tener para evitar posibles contagios.
Pero la ciudad se tornó muy insegura, tras distintos episodios que se vivieron entre los días 30 y 31 de octubre. Los ciudadanos imaginaban que habría toque de queda y ley seca, pero la alcaldía los descartó, quedando establecido solamente que los niños no podían salir a las calles a pedir dulces y que la celebración debía ser en casa.
Utópicos Semanal habló con Andrés Enrique Cortés, dueño de una heladería del barrio Morichal de Comfandi. Ël afirmó que “faltó mucha conciencia ciudadana, ya no le prestan atención al virus, al negocio llegaron bastantes niños con adultos mayores, pero no llegaban con implementos de bioseguridad”.
Andrés Enrique Cortés, con sus trabajadores, después de una larga jornada de trabajo.
Con respecto a la seguridad, “la autoridad, no hace nada para que las normas se cumplan, en solo 2 noches, la ciudad se volvió un caos también, por los desadaptados de las caravanas que se hicieron en esos días”, contó Cortés.
De todas maneras, este año se vivió mucha soledad en las calles, y se calcula que circuló solo 40% de quienes salieron el año pasado, lo que repercutió en la sensación de inseguridad, debido a la soledad.
Además, en las noches del 30 y el 31 de octubre, las autoridades competentes recibieron numerosas llamadas solicitando su presencia, tras incumplimientos de las normas por parte de personas que participaron en caravanas, fiestas y reuniones, lo que representa un alto riesgo de contagio, por la ausencia de medidas de bioseguridad. Distintas unidades hicieron intervención en dichos eventos, para garantizar el orden público durante esta celebración atípica, debido a la pandemia del COVID-19.
Barrio independencia, en soledad absoluta.
La joven, Natalia Donneys Jiménez (22 años), hizo presencia el 31 de octubre en una de esas caravanas. Ella cuenta cómo se vivió esa noche con las distintas intervenciones de la policía y el Esmad: “la idea de las caravanas no es alterar el orden público o fomentar violencia, nosotros salimos a la caravana es para compartir de manera sana, pero como por uno pagan todos, hay personas que hacen las cosas más difíciles y alteran el orden”.
Reclamó que cuando la policía, el Esmad y los guardas de tránsito llegan a intervenir en dichos actos, no lo hacen de manera pacífica, “ellos abusan de su autoridad, buscan tirar a la gente de las motos, los golpean para que se caigan, les tiran los conos y hasta pelean a golpes con todo aquel que ellos crean que está participando en la caravana”, dijo Donneys.
Aunque fue una noche larga, de mucho terror por las violencias generadas, “el balance es altamente positivo; sin embargo, se elaboraron más de 400 comparendos por comportamientos contrarios a la convivencia”, informó el general Manuel Vásquez, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, para El País.
El pasado, fue quizá el Halloween más peculiar de los vividos desde que Colombia adoptó esta celebración. La costumbre, para decenas de niños, de pedir dulces de puerta en puerta con disfraces y/o máscaras al compás del “triki-triki Halloween, quiero dulces para mi”, se convirtió en una actividad hogareña, para evitar que los contagios de COVID-19 sigan en aumento.
La alcaldía hizo recomendaciones a los ciudadanos, entre ellas la restricción de fiestas y no salir a pedir dulces a la calle o a centros comerciales, para no exponer a los niños a aglomeraciones.
Para no perder la tradición, se buscaron alternativas de distracción, entre ellas actividades lúdicas, juegos didácticos y la típica repartición de dulces, esta vez, dentro del hogar; niños y adultos usaron disfraces, porque, un Halloween sin ellos carece de sentido. Las fotos en redes sociales mostraban a princesas, fantasmas, zombies, superhéroes o brujas, en convivencia con familias y amigos más cercanos.
Andrea Viviana Londoño, profesional en psicología infantil, explicó que “no celebrar Halloween, de cierto modo, podría crear una desilusión grande en la vida de los más pequeños, ya que esta es una excusa estupenda para divertirse, llevarse uno que otro susto y hacer travesuras. Por eso los niños lo adoran, sobre todo cuando tienen la oportunidad de disfrazarse y llenar su bolsa de golosinas. Una costumbre cada vez más extendida entre los padres es formar pequeños grupos con sus hijos, para que vayan por las casas del vecindario, para recibir dulces y golosinas. Así, esta fiesta se convierte en una oportunidad para que los niños socialicen con los otros pequeños del vecindario y hagan nuevos amigos”.
Asimismo, no hay que pasar por alto que otro argumento a favor de esta tradición anglosajona es que sirve para que los menores puedan dejar de lado ciertos miedos; conocer leyendas de personajes terroríficos, estar en una fiesta rodeada de motivos ‘siniestros’ o leer historias de terror, les puede llevar a darse cuenta de que los miedos a monstruos o a la oscuridad son absurdos.
Ángel Eduardo Girón le comentó a Utópicos semanal que “con mis hijos seguí todas las normas propuestas. Para hacer que nuestro Halloween fuera muy divertido, hicimos Karaoke, jugamos a las escondidas e incluso hicimos una repartición de dulces, en la que los niños. en vez de tocar las puertas del vecindario, tocaban la puerta de cada habitación que hay en la casa, encontrando instantáneamente una recompensa. La pasamos muy bien, de una forma sana y segura”.
En el marco del “Conversatorio siglo XXI” realizado este jueves en la USC, la comunicadora social y abogada Paola Andrea Arenas, habló sobre las formas de posicionar una marca y la imagen de personajes políticos, de cómo de desarrollar una estrategia adecuada para lograr un buen branding corporativo y de cómo generar reputación positiva.
Paola Andrea, gerente de la agencia de relaciones públicas “Posicionamos”, contó que estudió dos carreras al tiempo (comunicación social en la UAO y derecho en la Universidad Libre); soñaba con ser periodista política. Adicionalmente, era practicante en Telepacífico, generando un discurso de lucha en pro del enriquecimiento intelectual hacia los estudiantes asistentes a la conferencia. Luego fue corresponsal de RCN en Cali.
Ella cuenta su experiencia laboral no desde su ejercicio como comunicadora titulada sino desde los primeros pinitos hechos en radio cuando cursaba segundo semestre, así pues y ya con más de 20 años tanto en medios como en relaciones públicas comunica ideas innovadoras, de cambio para el bienestar común y de emprendimiento, pues expresó que “Aunque nunca asistí a una universidad a estudiar relaciones públicas, toda la experiencia que obtuve desde el principio, me sirvió para lograr tener un buen capital relacional”
Expuso el concepto del ‘capital relacional’ que consiste en las relaciones que uno pueda tener con cualquier persona con la que se encuentre, tanto en su vida laboral como en su entorno social, familiar. “Ustedes no me lo van a creer, pero mucho del capital relacional o los mejores contactos que he podido hacer, los he hecho en matrimonios, bautismos, fiestas de amigos, e incluso en la calle, es por eso que uno no debe cerrarse a hablar con nadie”, apuntó Paola, con sus particulares dejos pintorescos.
Luego de muchos años en RCN, quiso avanzar en su carrera profesional, lo que desencadenó en la concepción de su agencia de relaciones públicas, que basa su ética profesional sobre todo en lo aprendido en la academia, en el instinto, en el feeling y en lo que ella llama “malicia indígena”. No trabaja con cualquiera, y esto no quiere decir que sea tan exclusiva. Solo lo hace con y para quien le genere esa confianza, ese ímpetu y esa buena energía con la que ella convive diariamente. Asegura que prefiere trabajar “con alguien sin cinco pero sincero”, con personas que le generen confianza “y tengan esas ganas de comerse el mundo, eso es mucho más importante que la plata”.
La manera en la que logra Paola Andrea articular el co working entre sus clientes y su agencia para generar una sinergia óptima es identificar las audiencias, las maneras en las que los públicos objetivos y a quien se desea enviar el mensaje lo referencie, pero no de cualquier manera, sino que lo apropien de una forma familiar, que esa comunicación entre clientes y público objetivo sea una especie de diálogo entre amigos o familiares. En la agencia “Posicionamos”, que acabó de cumplir 10 años de fundación, se maneja un nivel de relacionamiento horizontal entre sus colaboradores o empleados, con un clima organizacional y un capital relacional que genere confianza, tanto dentro de la empresa como con sus clientes. Es así como Paula Andrea desarrolla estrategias de relacionamiento público tanto para grandes grupos empresariales como para importantes políticos. Su agencia dirigió no sólo la campaña del actual Alcalde de Cali, Maurice Armitage, sino también otras como la de la Ola Verde en la aspiración presidencial de Antanas Mockus y en la del exgobernador Sergio Fajardo.
Se encuentra trabajando en su libro “Cuando la táctica supera la estrategia”, donde recopila muchas de sus experiencias en campañas estratégicas, de marketing, de branding corporativo y de crisis, para ilustrar, no sólo a académicos y estudiantes, sino a la gente del común que muchas veces requiere un consejo para superar ciertos obstáculos que se vuelven enormes por no tener una buena estrategia, desarrollada con buena tácticas.
María del Carmen Restrepo Grajales (51 años) sobrevivió al cáncer de mama y es un ejemplo de superación.
Yorlany Rodas, bióloga y coordinadora de un centro de investigación en un instituto de oncología de la ciudad de Cali, tiene la oportunidad de convivir a diario con pacientes que reciben este diagnóstico.
Utópicos habló con dos mujeres
El cáncer está etiquetado como que ya tienes la cruz encima y que te vas a morir. Lo usual es que mientras le están confirmando el diagnóstico al paciente, está pensando en qué va a pasar alrededor de su vida, en su trabajo, en sus relaciones, con su pareja, con sus hijos.
¿Doña María del Carmen, cómo supo que tenía cáncer y cuál fue su reacción?
Cuando me hicieron la biopsia, tenía el presentimiento de que era cancerígeno. Es un cáncer con BI-RADS 4; inicié la primera quimioterapia el 3 de marzo del 2017, fueron ocho ciclos; los médicos buscaban con esto que el tumor redujera de tamaño, pero no se redujo y me ordenaron la cirugía: mastectomía con vaciamiento ganglionar más colgajo, para el 22 de enero del 2018. Después, en julio del 2018, volví a iniciar quimioterapias, a los tres meses empecé con la radioterapia, de estas fueron dieciséis ciclos.
¿Acudió a algún tipo de medicina alternativa?
Sí, me hice un remedio con tres pencas de sábila, un trago de whisky y una caneca de miel de abeja, esto se mezcla y se deja durante siete días. Me la empecé a tomar, lo llegué a hacer en dos ocasiones
¿Cuál fue el peor momento en ese proceso?
Cuando, a lo último, ya no me podían canalizar, era muy doloroso, no encontraban las venas porque se iban secando con las quimioterapias. La cirugía no me trajo ninguna consecuencia, porque analizamos que era una parte del cuerpo que no es necesario tenerla, a comparación de las piernas, brazos, ojos, que es lo que uno necesita a diario. Tengo mis dos piernas, dos brazos, tengo la valentía de pararme, levantarme, de andar, de poder ver. La pérdida del seno no me ha afectado para nada, porque es una parte que se necesita en algunas ocasiones, pero no siempre, como cuando uno va a un paseo, que se necesita ver, poder caminar.
¿Quiénes fueron su apoyo clave para superarlo?
Fue mi hija, que estaba embarazada cuando me diagnosticaron el cáncer. El bebé nació el 25 de enero del 2017, yo decía que no quería que mi nieto creciera sin abuela, sería muy duro para él no conocerla, y yo me decía: tengo que estar hasta que él me reconozca y sepa quién es la abuela, y eso era lo que me daba más ánimo, porque cada ocho días, las quimioterapias, era muy duro estar ahí conectado todo ese tiempo.
¿Qué cambió en su vida?
La Carmen de antes era de esas personas que, para ir algún lado: ay, no, qué pereza, después, pero es que ir con la misma ropa a tal parte, mejor después vamos. No me gustaba estar sola, siempre tenía que depender de alguien. En este proceso aprendí a valorarme, a hacer las cosas yo misma. Ya después de que yo me sienta bien de salud, lo otro solo son añadiduras.
¿Qué consejos les da a quienes están pasando por lo mismo?
Conozco muchas compañeras, hago parte de una fundación que se llama “por ti, por mí, por todas” la directora es Diana Appleton y ella fue mastectomizada de ambos senos, al igual que su mamá, ahí hay muchas chicas que sufren mucho; se miran al espejo, no se ven el seno y les ha dado muy duro. Yo siempre les decía, tú tienes dos piernas, los dos brazos, mira que tienes hijos, nietos, pueden verlos, salir a caminar con ellos, mientras que el seno no te hace falta para nada. Ellas siempre me dicen: no lo habíamos tomado de esa forma, es una parte del cuerpo que nos hace ver muy lindas como mujeres, pero nos hace más lindas cuando salimos adelante, y cuando no nos dejamos derrotar por la vanidad, eso nos hace salir más adelante. En cuanto a las quimioterapias, que nunca tomen la palabra quimio como muerte; puede significar cambios de vida, porque muchas que padecemos el cáncer somos abandonadas por los esposos, y uno se aferra a las cosas de Dios, a ser más agradecido.
Doctora Yorlany Rodas. ¿Cómo observa que reaccionan emocionalmente los pacientes?
Las reacciones son variables, hay pacientes que reaccionan con rabia; otros, con mucho miedo. El cáncer está etiquetado como que ya tienes la cruz encima y que te vas a morir. Lo usual es que mientras le están confirmando el diagnóstico al paciente, está pensando en qué va a pasar alrededor de su vida, en su trabajo, en sus relaciones, con su pareja, con sus hijos.
¿Cuáles serían sus recomendaciones a pacientes con este diagnóstico?
Va a depender mucho del momento de la enfermedad; si es una paciente recién diagnosticada, la recomendación es: haga todo lo que le está diciendo su médico tratante, vaya a sus controles, haga los exámenes, haga todo ante su asegurador, de manera que pueda obtener todos los servicios y atenciones relacionadas con el manejo o tratamiento de su enfermedad de una manera oportuna. Si no lo está logrando porque hay diferencias entre aseguradores, una de las recomendaciones es que gestione a nivel administrativo y hagan lo posible porque reciban los tratamientos de manera oportuna, en los tiempos que le dice su médico tratante.
¿Qué recomienda para prevenir este cáncer?
Hacerse el autoexamen; si tiene antecedentes de familiares de cáncer de mama u otro tipo de tumores, comentarlo con sus médicos, mujeres mayores, mujeres postmenopáusicas, también la mamografía, es decir exámenes de tamizaje, que tienen como objetivo detectar el cáncer de mama en estadios tempranos, porque la detección temprana asegura un mejor pronóstico, ¿Con quién pueden acudir? Con un mastólogo, alimentación saludable, realizar actividad física (ejercicio/deporte) regular, controlar el estrés, dormir bien, amamantar, control del peso, evitar tabaquismo, alcohol.
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…ahí hay muchas chicas que sufren mucho; se miran al espejo, no se ven el seno y les ha dado muy duro. Yo siempre les decía, tú tienes dos piernas, los dos brazos, mira que tienes hijos, nietos, pueden verlos, salir a caminar con ellos, mientras que el seno no te hace falta para nada.
Vé, si vos ¿Sabés quién es Petronio?Busto en honor a Petronio Álvarez. Calle 9 entre carreras 36 y 37. Autor: Evelin Ordóñez, Anny Guamanga. Al indagar sobre el conocimiento popular que se tiene sobre Petronio Álvarez, muchos se rajan y pocos le atinan a la lección....
Usados y nuevos: el mercado de las segundas oportunidades7a edición de “Miss Celánea”. Cali, Valle del Cauca. Autora: Valentina Martínez. El mercado de ropa de segunda mano se ha convertido en una tendencia para este 2023, con el fin de crecer y crear un nuevo hábito...
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Deporte e inclusión: Beneficios para adolescentes discapacitadosAtletas discapacitados Valle del Cauca. Contenidos Utópicos Play USC. El Instituto Municipal del Deporte y la Recreación de Candelaria, Valle del Cauca, promueve programas de deporte adaptado para...
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Utópicos web 2.0 reproduce 3 capítulos del libro “El Clan de los Doce Apóstoles” (Ícono Editorial, 2011) escrito por nuestra directora, Olga Behar, que permiten explicar los hallazgos de la Fiscalía en el caso tan sonado. Hoy:
Capítulo III: La Carolina
Para llegar a La Carolina, es necesario trasladarse desde Medellín por una autopista que comunica la capital antioqueña con la zona del nordeste enmarcada por los municipios de Yarumal y Santa Rosa de Osos. Si se sigue esa ruta, la carretera llega hasta el municipio de Caucasia, rumbo hacia la costa caribe.
No hay que internarse en las montañas pues, unos quince kilómetros antes de llegar a Yarumal, en una zona conocida como Llanos de Cuivá, al lado izquierdo de la vía aparece como custodiado por un letrero que reza «Ge neramos empleo, construimos paz» el portón principal de esta hacienda de magníficas tierras para la agricultura y, en especial para la ganadería. La conforman varios lotes agrupados que suman cientos de hectáreas, según un reciente certificado de tradición y libertad de matrícu la inmobiliaria de la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Yarumal. El 2 de marzo de 2007, la entonces secretaria de la Cámara de Comercio de Medellín, Gloria María Espinosa Alzate, expidió un certificado que resume de manera fidedigna la propiedad de la familia Uribe Vélez sobre la hacienda La Carolina.
Allí se aclara que Santiago Uribe Vélez, identificado con cédula de ciudadanía 3.567.561 actuó como liquidador de la Sociedad Agropecuaria La Carolina Ltda., dueña de la finca. El proceso culminó mediante Escritura Pública Nº 1977 de septiembre 10 de 2002, de la Notaría Séptima de Medellín. Ese día se cumplían treinta y tres días del ascenso al poder de su hermano, Álvaro Uribe Vélez. Pero el comienzo de la historia de La Carolina se delineó veintiún años atrás, el 7 de octubre de 1981, cuando en la Notaría Catorce de Medellín se efectuó el siguiente nombramiento:
gerente: Alberto Uribe Sierra suplente primero: Rafael J. Mejía Correa suplente segundo: Andrés Ángel Vásquez
Era uno de los prósperos negocios del patriarca que sabía hacerse acompañar de gente «bien» de Medellín, como indudablemente lo eran Mejía Correa y Ángel Vásquez. Ya para entonces, la fortuna de Uribe Sierra era incalculable. Y las sospechas sobre la procedencia de su capital crecían como la espuma. En su libro Los jinetes de la cocaína, el reconocido periodista del diario El Espectador, Fabio Castillo, afirmó que Alberto Uribe Sierra estaba vinculado con el narcotráfico y junto a sus parientes, integraba el Clan de los Ochoa. Sobre ellos se aseguraba que desde 1981 habían conformado un grupo paramilitar conocido como Muerte A Secuestradores (mas).
Aquí podríamos establecer un primer origen de la máquina narcoparamilitar que estremeció a Colombia durante las últimas tres décadas y cuyos estertores todavía se sienten en varias zonas del país. Según el libro de Castillo, Uribe Sierra fue detenido con fines de extradición a Estados Unidos en 1982, pero gracias a la acción de su hijo Álvaro, quien habría logrado manejar al entonces secretario de Gobierno de Medellín, Jesús Aristizábal Guevara, se pudo conseguir la liberación de su padre. Pero Uribe Sierra no pudo disfrutar mucho tiempo de La Carolina y de otras veinticuatro propiedades que adquirió poco a poco en esa misma época, pues al caer la tarde del 14 de junio de 1983, fue asesinado en extrañas circunstancias en un enfrentamiento cuando un grupo de guerrilleros del V Frente de las FARC llegó a otra de sus haciendas, La Guacharaca, y aparentemente intentó secuestrarlo. Según Joseph Contreras (editor para América La tina de Newsweek) y el brillante periodista colombiano Fernando Garavito, quienes publicaron el libro El señor de las sombras. Una biografía no autorizada de Álvaro Uribe, no sólo existe la versión sobre la acción atribuida a unos veinte guerrilleros de las FARC. También se habló en ese entonces con insistencia de un «ajuste de cuentas» por dineros del narcotráfico y de que los hombres arma dos mencionaron, al irrumpir en la hacienda, que iban a tratar con Alberto Uribe «unos asuntos». Contreras y Garavito recopilaron mucha información que apareció por esos días en los principales periódicos del país. Entre ellos, una publicación del periódico El Tiempo en donde se relataba que quince minutos antes del enfrentamiento, llegó a La Guacharaca un helicóptero Hughes 500 con Uribe Sierra y dos de sus hijos, María Isabel (de veinticuatro años) y Santiago (de veintisiete). Pues bien, según el reporte mediático, el helicóptero, avaluado en veinte millones de pesos de la época, fue incendiado por los guerrilleros luego de que asesinaran a Uribe padre. Santiago escapó del lugar. Segundos antes, había intentado repeler a los guerrilleros con su arma corta desde el segundo piso de la casona, pero al ver lo infructuoso de su intento, corrió por la parte trasera huyendo.
Según un perfil publicado al día siguiente por el periódico El Mundo, los guerrilleros se dieron cuenta de su huida y lo persiguieron, pero Santiago logró atravesar un río y ponerse a salvo. Sin embargo, fue herido por los disparos de los subversivos. Según el dictamen médico, un disparo ingresó a su cuerpo por un costado y le rozó el pulmón. Malherido, quedó a la orilla del río. Con una lucidez impresionante, les aseguró a los guerrilleros que lo abordaron y encañonaron que era un comprador de ganado y que por casualidad estaba en el lugar equivocado cuando se produjo el enfrentamiento. Los insurgentes no lo reconocieron; sólo atinaron a decir: «Se perdió el viaje», y lo dejaron allí mismo. Un campesino lo recogió en medio del monte y lo llevó hasta el hospital de Yolombó. Dos horas más tarde otro helicóptero, del que luego se estableció pertenecía al entonces congresista Pablo Escobar, despegó del aeropuerto Olaya Herrera con destino a la hacienda. Allí iba Álvaro Uribe, quien salió al rescate de su hermano; pero supuestamente por mal tiempo, no pudo aterrizar y recoger al joven hacendado.
Santiago fue finalmente trasladado en una ambulancia de la Cruz Roja hasta Medellín. Fueron más de cien kilómetros por tierra, en los que el herido estuvo entre la vida y la muerte, a punto de terminar desangrado. Incluso, tuvieron que hacer una escala en Cisneros para someterlo a una transfusión de sangre. Luego, en Medellín, su ju ventud favoreció el proceso de curación.
Pero el tema de los helicópteros siguió sonando. Al día siguiente, el periódico El Mundo reportó que la aeronave de Escobar en la que viajó Álvaro Uribe había recibido autorización para despegar, después de su propia gestión para que se le otorgara el permiso. En La Guacharaca yacía el cadáver del patriarca, con dos tiros (uno, con seguridad, en el cráneo; pero so bre el segundo hubo dos versiones: en la cabeza y en el pecho). Alberto Uribe Sierra fue velado y enterrado en los exclusivos Campos de Paz de Medellín. Ambos acontecimientos fueron multitudinarios, al punto de que colapsó el tránsito automotor de la ciudad. Hasta allí llegaron personalidades como el entonces presidente de Colombia, Belisario Betancur, y lo más granado de la sociedad antioqueña. Pero según el periodista Fabio Castillo, no todo el mundo estaba conforme con el homenaje; hubo críticas al hacendado, considerando que su repentina muerte era producto de sus vínculos con el narcotráfico. Aparentes vínculos que siguieron empañando su imagen, aun después de su muerte. Nunca se ha considerado una coincidencia algo que ocurrió nueve meses después, el 10 de marzo de 1984, durante un allanamiento al complejo cocalero de Tranquilandia, ubicado en las selvas del Yarí, departamento de Caquetá y de propiedad de los capos del Cartel de Medellín Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha y los hermanos Ochoa. Además de los diecinueve laboratorios de procesamiento y las 13,8 toneladas de cocaína –avaluadas en 1,2 millones de dólares– los agentes de la DEA y de la Policía de Colombia encontraron varias aeronaves, entre ellas un helicóptero Hughes 500 de matrícula a hk 2704x. Las primeras pesquisas llevaron al nombre de Alberto Uribe Sierra, uno de los socios de la empresa Aerofotos Amórtegui Ltda., propie taria del helicóptero. Se trataba de la misma nave en la que Alberto Uribe y sus hijos María y Santiago habían volado hacia la hacienda La Guacharaca y que había sido seriamente averiada por los guerrilleros de las FARC después del asesinato del patriarca.
Entre todas las propiedades que heredaron los Uribe Vélez estaba el helicóptero en mención, del cual no volvió a saberse nada hasta el día del allanamiento a Tranquilandia. Los hijos de Alberto Uribe explicaron que el 6 de febrero de 1984, es decir, cinco semanas antes de la operación binacional en las selvas del Yarí, Jaime Al berto Uribe (hermano de Álvaro y Santiago) había entregado la aeronave como pago por una letra de veinticinco millones de pesos, es decir, por una deuda millonaria del padre, pero que no habían hecho el traspaso del bien. Queda la duda de cómo un helicóptero que en buenas condiciones se avaluó en veinte millones de pesos se pudo vender por una suma superior, incluso con daños tan serios. Y se tiene la certeza de que nunca fue reparado, pues en abril 21 de 2002, cuando Álvaro Uribe era candidato a la Presidencia, en una entrevista para el periódico El Tiempo, explicó que:
Mi padre fue socio de una empresa que tuvo un helicóptero. Él tenía fincas en el Valle del Cauca, Urabá, Córdoba y en varias regiones de Antioquia. Utilizaba ese helicóptero para sus desplazamientos. Cuando la guerrilla lo asesinó, ese helicóptero quedó medio destruido y mi hermano Jaime finalmente vendió las acciones de esa empresa y esa empresa salió de los restos de ese helicóptero. Mi familia no lo tuvo en su poder. ¡Hombre, por Dios! Eso lo hizo mi hermano Jaime y todos confiábamos en él, que se murió el año pasado de cáncer en la garganta… Después, la Policía decomisó ese helicóptero u otro con los mismos números.
Al morir Alberto Uribe Sierra, La Carolina continuó en manos de la familia Uribe. Era una de las consentidas, en especial de Santiago, que prácticamente se mudó a vivir a ese lugar. Pero no sólo era la favorita por la riqueza que representaba para el patrimonio familiar. Allí estaba es condido, según el siguiente relato, el centro de operaciones de Los Doce Apóstoles. El mayor retirado de la Policía, Juan Carlos Meneses, tiene recuerdos nítidos sobre La Carolina:
«Usted llegaba a la hacienda La Carolina y encontraba gente armada, con fusiles y uniformados. Usted pensaba, “es Ejército”, pero no, al mirarles los fusiles r15, o al verles el fusil Ak 47, se daba cuenta de que no eran soldados, esas son armas que el Ejército no manejaba. El Ak 47 es un arma de fabricación rusa, que normalmente usa la guerrilla y en esa época, el Ejército tenía fusiles g3 y Galil. Pero en esos tiempos, ni la guerrilla ni los paracos te nían capacidad para uniformar a veinte hombres con g3 o Galil. Ya con el tiempo los paramilitares se fueron con siguiendo buen armamento, usted veía a veinte o treinta paracos con Galil, pero la guerrilla nunca alcanzó eso, porque podrían tener un fusil, pero no conseguir la munición. A ellos les llegaba por camionados la 762 corta, que era para el Ak 47. Además, la guerrilla siempre tuvo en mente que el Ak era el mejor, ellos le tenían afecto a ese fusil. Uno identificaba cuándo se trataba de un paramilitar: uno con escopeta doble cañón, otro con g3, el otro con r15, mejor dicho, ese armamento mezclado daba la idea de que era algo diferente a guerrilla o Ejército.
»Me vi varias veces con Santiago Uribe allí en su hacienda. Los dos primeros encuentros fueron reuniones más bien formales, que se realizaron en la sala de la finca. En la tercera ocasión, Santiago es muy cordial. Me invita a conocerla porque, dice, que le he colaborado mu cho. Lo primero que me muestra son unos radios de co municación, unos radios portátiles y otros con bases. Me dice: “Esto es para comunicarme con los grupos míos”. Y en la misma hacienda La Carolina me muestra una plaza de toros, de esas de toros de lidia, de toros miura, ahí es donde los preparan para las corridas de toros.
»Lo que me sorprende es cuando bordeamos la plaza de toros; detrás de ella me muestra una pista de entrenamiento para paramilitares, de las mismas que usa el Ejército, de esas que conocemos los soldados y policías que tienen diferentes tipos de obstáculos, la escalera, la telaraña. Él me dice: “Mira, aquí es donde entreno a mis muchachos”. »Allí era donde entrenaban físicamente a los que después participaban en las acciones ordenadas por Santiago Uribe. Yo estaba aterrado, impactado, porque mien tras íbamos caminando por los terrenos, muy bonitos y bien cuidados, me decía que políticamente él estaba muy bien conectado, tanto así que su hermano, que había sido senador, tenía segura la Gobernación de Antioquia. Me decía que tenía el apoyo de todo el mundo y yo entonces pensaba: “Esto está orquestado con todo el Go bierno, está amparado con los altos mandos militares”. Eso era lo que me decía. »Y trataba de hacerme ver que los paramilitares necesitaban de la fuerza pública, que era una misma ideología, decía que teníamos la misma tendencia, el mismo objetivo, que era desterrar a la guerrilla. Me explicaba en sus comentarios que la guerrilla la iban a acabar, que la iban a sacar de esa jurisdicción, que él tenía apoyo de los paramilitares que también se estaban gestando en Caucasia, que en cualquier momento me hacía subir hombres. Me insistía en que estuviera tranquilo, que la misión de ellos era acabar a la guerrilla, que para eso él estaba preparando a sus hombres, que para eso él se estaba armando.
»Incluso me mencionó a unos cultivadores de papa que venían de La Ceja, Antioquia. Me explicó que venían a sembrar a tierras conquistadas, tierras que ellos ya habían liberado del flagelo de la guerrilla y que, como había tranquilidad, él ya los estaba invitando para que invirtieran ahí y para que aportaran económicamente a la conformación del grupo. Por eso tenía la pista de entrenamiento, reunía plata entre los grandes hacendados, por eso se estaba armando, para estructurar su grupo paramilitar. Y después ese grupo creció mucho, ya se inundó por todo Antioquia, Córdoba.
»Luego del recorrido, ingresamos a la sala de la hacienda, un lugar muy bonito, tiene dos pisos y ventanales amplios. Allí, Santiago me dice que me quiere mostrar una lista. La saca del carriel –él siempre andaba con un carriel trenzado, al igual que con su poncho, botas de cuero y un sombrero. Al abrir el carriel, vi que tenía un radio portátil. Me la muestra y me dice: “Éste es el listado de personas que hay que acabar. Usted aliménteme este listado y yo le suministro también información. De tal forma que estemos sintonizados para saber quiénes son y quiénes son los que siguen”. »La lista estaba escrita a mano, algunos nombres estaban tachados. Supongo que ya habían sido asesinados: “Mire, éstos son los que siguen, ellos poco a poco van cayendo”. »La hacienda La Carolina siempre la cuidaban paramilitares, incluso cuando estuvo el coronel Benavides a cargo del Comando de Policía de Yarumal. Es en ese lugar donde asesinan a una persona, a Vicente Varela. Después dirían que la guerrilla había ido a atacar la hacienda, pero la guerrilla no iba a ser pendeja de ir a atacarla, porque sabía que estaba cuidada por gente fuertemente armada y con la orden de responder ante cualquier sospecha. Santiago tenía sintonizadas todas las fincas, las tenía interco municadas, ahí no le iba a llegar guerrilla tan fácilmente.
»Posteriormente, el propio Álvaro Uribe dijo que allá sí apareció un muerto, pero que hubo un enfrentamiento con unos extorsionistas que llegaron. Varela era un vicioso de Yarumal que en el tiempo de Benavides había estado detenido tres o cuatro veces, por ladrón, ex torsionista, malandro, el tipo era mala gente. Usted tiene que ir uniendo los detalles, porque Santiago tenía una lista de malandros, de gente indeseable, de gente que se tenía que morir. Probablemente este muchacho estaba en ese listado, porque cuando yo lo vi era como de veinticinco y ya Varela había sido asesinado. Allí había guerrilleros, colaboradores de la subversión, era una lista de limpieza de Yarumal. »Años después, en una reunión con el coronel Benavides, en la que yo hago una grabación, él me dice que quién va a creer que con ese fortín que tenía La Carolina, iba a ser pendejo este Varela de llegar allá a extorsionar. Lo que pasó con Benavides es que la embarró cuando lo llamaron para que resolviera la situación que se había presentado en La Carolina. »Primero, no hizo un acta de levantamiento, fue un levantamiento irregular; segundo, el coronel Benavides, desde La Carolina, amarró el cuerpo del muchacho Varela al bumper de un carro que era de la sijín y le puse un letrero “Muerto por extorsionista”. Se lo llevó en la de fensa de ese vehículo y lo paseó por todo Yarumal, todos los habitantes del pueblo lo vieron. Al coronel Benavides le adelantaron una investigación pero a lo último lo exoneraron.
»En esa época murieron de manera violenta muchos expendedores de vicio y también viciosos. A él tampoco le interesaba la presencia de extorsionistas, porque le fregaban a sus amigos, que eran los comerciantes o los ganaderos. Usted sabe que siempre la extorsión empieza es con algún informante o alguien que es bandido y le cuenta a las FARC quién tiene plata. Se supone que Varela cumplía ese papel y aparece muerto en La Carolina. Cuando los superiores pidieron explicaciones a Benavides, él se justificó diciendo: “Es que yo estaba cerca y escuché los tiros y yo llegué allá”, o sea una historia chimba que no se la cree sino él. »En la grabación, Benavides me dice que los extorsionistas no iban a ser tan pendejos con ese fortín que es La Carolina, dijo: “Lo creen a uno bobo”, o sea da a en tender que lo asesinaron allá. »Otro hecho que sucedió en La Carolina fue el de un muchacho, un soldado retirado, cuya denuncia hizo el padre Javier Giraldo, del cine P. A él lo reclutaron allá, pero tuvo problemas y después como que lo asesinaron. Ese es otro de los episodios oscuros en los que se nombra La Carolina»
Hoy, de la historia de La Carolina queda la marca: un prós pero negocio, la cría de toros de lidia que engalanan la fiesta brava en Colombia. Según su información oficial, la divisa de la ganadería La Carolina, creada en 1991, es blanca, verde y roja. Se confirma que la compañía la rige la Agropecuaria La Carolina Ltda., como representante de la misma figura:
El encaste de los toros es santa coloma1 y murube2 es hoy una de las ganaderías más exitosas del país, aunque San tiago Uribe cree que no constituye un buen negocio. En una entrevista que concedió en época reciente, afirmó que «los costos son exorbitantes. Es un hobby que nos cuesta mucho dinero».3 Sobre la propiedad de la hacienda, un certificado de tradición y libertad de matrícula inmobiliaria expedido
1.El portalvoyalostoros.com describe esta raza de la siguiente manera: «Los toros de santa coloma son cárdenos, entrepelados y negros de muy alegre embestida, lis tos, desigualmente encornados».
2.Los toros murubeños son en general bajos de agujas y de poca cabeza, astillanos, aunque a veces salen toros de cabeza acarnerada, con las defensas más desarrolla das y corniapretados. Suelen ser de vientre recogido y pezuñas pequeñas y su capa, prácticamente en exclusiva, es la negra. (Misma fuente).
3. http://www.larepublica.com.co/archivos/tendenciAs/2010-02-12/alhamaylacarolinaprotagonistas_93112.php por la Oficina de Instrumentos Públicos de Yarumal el 21 de enero de 2011 confirma que en el último trimestre de 2002, recién posesionado el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez (para su primer mandato), su hermano Santiago vendió la sociedad propietaria del lugar. Hoy, sus dueños mayoritarios pertenecen a una familia de apelli dos Mejía Correa, la cual con seguridad da a esa hermosa finca un mejor uso que el que tuvo en la década de los noventa, de ingrata recordación para muchos habitantes de la zona de Yarumal.
Valle del Cauca destaca en cultivo de algodón con semillas genéticamente modificadas, aumentando productividad y tolerancia a plagas. La siembra de algodón en 2023 se realizó de febrero-abril, con cosecha esperada en octubre-noviembre. pic.twitter.com/Ie1joNyLZ9