Pedazos de color que cuentan historias y mueven emociones

Pedazos de color que cuentan historias y mueven emociones

Autora: Ana Cristina Tobar Jaramillo (Invitada Especial)

Facultad de Humanidades y Artes.

Galería fotográfica: Proclama del Cauca

El mosaiquismo es una forma de arte antigua que ha sobrevivido a través de los siglos, siendo una técnica popular en la actualidad. Consiste en la creación de patrones y diseños, utilizando pequeñas piezas (teselas) de vidrio, cerámica, piedra u otros materiales. Se cree que sus inicios se ubican en Mesopotamia por el año 3.000 antes de Cristo, fue adquiriendo reconocimiento con el Imperio griego, pero su época dorada fue durante la antigua Roma, y después, en el período bizantino, aunque los mosaicos tenían valor decorativo únicamente. Con el tiempo, se extendió por todo el mundo, hasta convertirse en una expresión artística que, hoy por hoy, ha dejado de ser solo un armonioso conjunto de fragmentos para convertirse en uno de tantos cimientos de la historia de la humanidad.

Su importancia radica en que esta técnica puede ser utilizada para crear obras de arte duraderas y resistentes al clima. Los mosaicos se pueden encontrar en edificios antiguos y ruinas, y muchos han sobrevivido durante siglos gracias a su durabilidad. Por este motivo, quienes se dedican a crear arte saben que dejan un legado en su obra, un punto de encuentro a través de estás técnicas. Además, permite a los artistas crear diseños complejos y detallados utilizando piezas pequeñas. Esto les da una gran libertad creativa, y les permite crear obras de arte únicas e impresionantes. Otra razón por la que el mosaiquismo es importante, es porque a través de él se pueden contar historias, representar escenas o crear imágenes abstractas que transmiten un mensaje o una emoción específica.

[1] La Convención de 1972 para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural plantea que ciertos lugares del planeta deben reconocerse como parte del patrimonio común de la humanidad, gracias al “valor universal excepcional” que tienen. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, es la encargada de otorgar este título.

Un exponente destacado de este arte fue el arquitecto catalán Antoni Gaudí, representante de la corriente de renovación artística conocida como modernismo, y cuya obra se inspira en las curvaturas de las formas orgánicas (elementos vegetales y animales), bajo una técnica innovadora llamada trencadís, el cual es el sello personal de este maestro. El nombre hace alusión a algo troceado, y así como lo expresa, consiste en crear un mosaico con partes irregulares de vidrio, mármol o cerámica que se usa para revestir ciertas estructuras.  Cuenta la leyenda que, un día cualquiera, Gaudí estuvo en el taller del ceramista español Lluís Bru, y no pudo controlar su impaciencia al verlo armar un mosaico pieza a pieza. Entonces, quebró un azulejo, y manifestó, enfáticamente, que para acabar pronto debían ponerse puñados del material y no por trozos. Y así, nació esta expresión vanguardista del mosaiquismo.

Ya con mayor experiencia y con una evolución artística, perfiló en su técnica características como los colores vivos y brillantes y las formas irregulares con el fin de aumentar los efectos plásticos, los cuales combinaba con una lógica muy particular, para darle vida a cenefas, diseños en degradé y dibujos; y fue con el trencadís, que pudo darle flexibilidad a la cerámica, al vidrio y al mármol para usarlos como recubrimiento de todo tipo de superficies, incluso las de forma redonda, lo cual servía también como una protección adicional para las fachadas de las edificaciones que construía, gracias a que estos materiales resisten la intemperie. Esta técnica también propició una arquitectura amigable con la naturaleza, al hacer uso de piezas reutilizadas y recicladas de variados materiales desechados de las fábricas, convirtiéndolo en pionero del respeto por el medio ambiente. Entre sus obras más reconocidas hay varios edificios considerados Patrimonio de la Humanidad[1] por la Unesco: El Park Güell, El Palau Güell y La Casa Batlló, entre otros.

Y, así como esta inspiración generada por la técnica de Gaudí ha recorrido el mundo, en el 2023 llegó a la Sucursal del Cielo. Con miradas y experiencias distintas, 9 artistas del Movimiento Latinoamericano de Muralismo provenientes de Chile, Colombia y Argentina fueron partícipes del Primer Encuentro Internacional de Mosaiquismo con Enfoque de Género realizado del 1 al 15 de junio en la ciudad de Cali, en el cual también fueron formados 57 hombres y mujeres en lo referente a pintura arquitectónica y acabados especiales, gracias a una alianza entre el Muli Museo Libre de Arte Público de Colombia y la Gobernación del Valle.

Con pedazos de vidrio, cerámica y demás objetos reutilizables que contribuyen a la preservación del medio ambiente y a la reducción de la huella de carbono, estos artistas le apostaron mucho más que solo a darle forma a un mosaico, al realizar un abordaje desde la perspectiva de género que acoge los componentes de equidad e inclusión, junto con la perspectiva étnica a través de iconos y símbolos representativos de la región, con la guía de representantes de las comunidades indígenas Embera y Nasa, quienes aprobaron los diseños de tres murales que serán instalados en Zarzal, además de otros 8 que engalanarán los puentes viales de los municipios de Palmira y Bugalagrande, con historias de identidad de la esencia vallecaucana.

Desde ahora, será un goce para los sentidos recorrer las carreteras del departamento y disfrutar de estas obras de arte, que son mucho más que simples piezas unidas para verse bonitas, pues hablan de la gente, de la tierra, de los valores y de la cultura del Valle del Cauca.

El mosaiquismo es una forma de arte antigua que ha sobrevivido a través de los siglos, siendo una técnica popular en la actualidad.

Consiste en la creación de patrones y diseños, utilizando pequeñas piezas (teselas) de vidrio, cerámica, piedra u otros materiales.

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“Adiós a las etiquetas en el amor”

Autor: Isabella Ramírez Valderrama.

Freepik imágenes.

Usar frases como: “es solo una amiga” o “quiero que seas mi pareja, pero no sentirme comprometida”, es cada vez más recurrente y normalizado entre los jóvenes de hoy, lo que provoca dudas a la hora de responder al famoso: “¿y ustedes qué son?”. 

 

Las relaciones son más variables cada vez. Surgen términos para definir actitudes que, si bien no son nuevas, ahora son más comunes.  Situationship es la tendencia que reemplaza lo que se conocía como “relación amorosa” para convertirla en “situación amorosa”, y así las personas evitan apresurarse a la hora de tener un noviazgo serio, porque antes deben conocerse mejor. 

 

Con la utilización de las redes sociales y la existencia de las aplicaciones de citas ha crecido el número de ofertas para conocer otras personas, por lo cual no es extraño que se decida mantener las posibilidades abiertas, además de subir los niveles de exigencia a la hora de elegir acompañante para el resto de la vida.

 

David es un  joven de 26 años, quien dice que para él no es necesario formalizar la relación con su actual compañera, “prácticamente somos novios, hacemos todo lo que una pareja hace, desde dormir juntos, hasta compartir con mis amigos. No veo la necesidad de preguntarle si quiere ser mi novia”. 

 

Mientras que Juliana, de 32 años, piensa que para ella sí es importante tener la seguridad de una relación formal: “si salgo con una persona por más de 3 meses, y no quiere formalizar lo que tenemos, me hace dudar. Incluso, me siento incómoda cuando me presenta con la familia como una amiga”. 

 

“He vivido una separación muy dolorosa. Por ese motivo, lo pienso dos veces a la hora de permitir que un hombre vuelva a entrar en mi vida. Además, solo me gusta salir un rato con alguien y distraerme. Pero ya es demasiado involucrarlo en mi vida y con mi familia,” comenta María Mejía, de 60 años. 

 

Ana María Guevara, psicóloga egresada de la Universidad de los Andes explica esta situación, y comenta que la Situationship no es algo ni bueno ni malo. Simplemente, es una nueva forma de construir una relación a largo plazo, sin necesidad de ponerle etiqueta a un lazo entre dos personas de manera apresurada. Pero, sin duda, es fundamental que los dos estén de acuerdo. De otra manera, alguno de los participantes se sentirá inseguro y provocará problemas. 

 

Este tipo de vínculo se refiere a algo más personal, donde un individuo pueda conocerse mejor e indagar en lo que realmente le gusta y desea, en su libertad de elegir a quien quiere para compartir su vida, con la opción de explorar otras posibilidades sin adelantarse a tener algo serio solo por tenerlo. Y es que, en definitiva, el título de noviazgo no garantiza la felicidad, ni tampoco la fidelidad en una relación de pareja.