UN DÍA EN LA VIDA DE UN VIGILANTE CALLEJERO DE VEHÍCULOS

Colombia es considerado uno de los países más “felices” del mundo y su población es amable y muy trabajadora, según lo establece un informe presentado por el Barómetro Global de Felicidad y Esperanza en la Economía. Pero en contraste, la falta de oportunidades laborales ha llevado a muchos colombianos a conseguir recursos económicos a través de diferentes maneras.

 Siempre sonriente, trabaja durante largas horas. 

Una de ellas es el empleo informal o “rebusque”, que para algunos es mejor que trabajar en una empresa, organización o establecimiento.

Es el caso de Miguel Izquierdo, reconocido por su calidez con los visitantes del sector donde cuida carros y motos, en un negocio ubicado en la avenida Roosevelt con 34.

Su padre, Carlos, también era vigilante y les enseñó a él y sus hermanos Diego y Estiven los trucos para consentir a los propietarios de los vehículos y así conseguir una buena propina: ofrecer un buen servicio y que el cliente quede contento: “Lo más importante es ser educado y saludar, las motos y carros deben tener cierta distancia para que no se vayan a rayar entre ellos y ponerles un cartón para que no se calienten con el sol,  así cuando salga el cliente encuentra su motico o carrito en perfectas condiciones para irse”, afirmó Miguel.

Su día como vigilante inicia a las 8 am, pues con sus hermanos tienen acordado horarios de 8 horas por cumplir en la “oficina”. A él le corresponde irse a las 4 pm y así llueva, truene o relampaguee, o la temperatura de la ciudad esté en su máximo nivel, debe estar ahí. No tiene con quién quejarse, simplemente cumple. En este turno llegan 40 motos y 20 carros en promedio y cada conductor paga entre $1.000 y $2.000; esto quiere decir que en el día, Miguel recoge una suma de unos $60.000, que al mes equivaldría a un sueldo de $1’800.000.

Recuadro:

“Colombia es considerado uno de los países más “felices” del mundo, su población es amable y muy trabajadora, así  lo establece un informe presentado por el Barómetro Global de Felicidad y Esperanza en la Economía”.

Fuente:http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/gente/colombia-el-pais-mas-feliz-del-mundo/16471705

Su gran sueño era tener su propio “ranchito”, educación para sus hijos y un vehículo para transportarse y fue gracias a su trabajo que compró  a “Rojita” una moto obsoleta y vieja que lo ha acompañado durante muchos años. En el 2012 terminó de pagar su casa, ubicada en el barrio el Jardín, y actualmente está haciendo un ahorro programado para costear la universidad de sus dos hijos.

 “Es triste saber que mi oportunidad laboral se da gracias a la inseguridad de la ciudad, la gente no puede dejar mal parqueada sus cositas porque vienen los amigos de lo ajeno y se las llevan, pero lo peor es que esto nunca va a cambiar, Cali seguirá siendo una de las ciudades más inseguras del país y personas como yo seguirán trabajando en esto”, aseguró Miguel.

 Por ahora continuará en este trabajo, quiere terminar el bachillerato e inscribirse en una institución del gobierno para hacer una carrera profesional, pues es tiene claro que la educación es lo único que da el poder de exigir mejores condiciones para todos.

El buen servicio se destaca. 

Destacados:

Los conductores pagan entre $1.000 y $2.000. Al día, Miguel gana unos $60.000, que al mes equivaldría a $1’800.000.

 “Es triste saber que mi oportunidad laboral se da gracias a la inseguridad de la ciudad, la gente no puede dejar mal parqueadas sus cositas porque vienen los amigos de lo ajeno y se las llevan” afirmó Miguel.

 Por: Beatriz Giraldo y Salomé Fajardo

  @betty-giraldo @salomefajardo 

Del racismo y otros demonios

Del racismo y otros demonios

Autor: Jamir Mina Quiñónez

Facultad de Humanidades y Artes

Luego de superar la etapa de exterminio, los españoles que colonizaban a sangre y fuego Latinoamérica, empezaron a girar desde lo más recóndito de África, embarcaciones repletas de negros obligados a servir y comportarse como unos animales. Así pues, en este territorio se fueron desplegando cúpulas de hombres y mujeres traídos desde el continente ‘primitivo’ para soportar la embestida del proceso de desarrollo establecido por los europeos.

Los negros en Colombia han sufrido –sin ser perceptible– la peor forma de discriminación posible: el olvido. Desde ahí se desencadenan los factores racistas que pululan en la sociedad colombiana.

Tiempo después cuando ya las ideas europeas, religiosas y sociales, dominaban el sur del continente, fueron los negros los primeros en liberarse del yugo de la esclavitud. En Colombia, ejércitos de liberados al mando de Benkos Biohó, el primer independista que parió esta Nación, fundaron al lado de Cartagena una república africana libre: El Palenque.

Su lucha fue más allá; solo con sus ideales y espíritu guerrero, doblegó un Estado capaz de las peores atrocidades. El libro la Etnoeducación Afrocolombiana, de Juan de Dios Mosquera, expresa en sus páginas: “Jamás pudieron doblegarlo ni vencerlo, ni aun cuando lo capturaron y descuartizaron el 16 de marzo de 1630 en las puertas de Cartagena. Sus poderes mágicos hacían indestructible su espíritu, permaneciendo en todas partes irradiando la conciencia de rebelión que diariamente se gestaba en los barracones de las haciendas, en las minas y plantaciones, en los barcos y dentro de las casas grandes de los terratenientes y gobernantes esclavistas”.

Años más tarde, en el Cauca, también fueron los negros los primeros en demarcar la ruta de la libertad, cuando por medio de bailes típicos se escapaban hacia la cima de la Cordillera Central; de allí radica el término ‘Cimarrones’, las danzas culturales, aún se profesan en esa región al norte de Santander de Quilichao.

Aquel diminuto marco histórico expuesto en estos primeros párrafos, sin duda arroja interrogantes que pueden ser comprendidos dentro de la primera e invisible forma de racismo: el reconocimiento histórico. Para nadie es un secreto que las hazañas de personajes negros son obviadas hasta el punto de que con los años solo divagaban por la conciencia de unos pocos y no en la colectiva.

La figura de Simón Bolívar, como el gran libertador, ha eclipsado la de negros que lucharon a su lado y ayudaron a liberar regiones como el Caribe, Pacífico y norte del Cauca; el racismo no es solo cosa de menciones y tratos, también son asuntos históricos, intelectuales y de reconocimiento.

Los negros en Colombia han sufrido –sin ser perceptible– la peor forma de discriminación posible: el olvido. Desde ahí se desencadenan los factores racistas que pululan en la sociedad colombiana. Si en un primer momento la edificación del Estado colombiano, como se conoce en la actualidad, hubiera estado ligada al reconocimiento de los movimientos que ayudaron a su estructuración, muy probablemente todo sería diferente.

El primer acto de racismo es el que desencadenó los demonios posteriores de la discriminación, humillación y hasta pobreza. Según Alexander Valencia, coordinador del Colectivo de Estudios Afrocolombianos (Ceafro), “las historias de los negros no trascendieron, porque la gran mayoría no sabían leer ni escribir; por eso, los que contaron la historia siempre fueron mestizos, lo que nos llevó a un plano relegado y sin protagonismo”.

El olvido histórico le quitó a esta población minoritaria el placer de degustar de sus héroes que pelearon ‘codo a codo’ por la libertad de este pueblo, los dejó sin referentes y por lo tanto sin sustento para debatir la importancia de su existencia en este territorio que es tan suyo como de los demás habitantes.

Los condenó a la esclavización intelectual, porque la mayoría poblacional así lo considera, es tan ilustrable la situación, que para el resto de colombianos los negros son “brutos”, “pobres” o en su defecto “graciosos” por la forma como exteriorizan su cultura.

Para explicar el tema, hay que ahondar en la importancia de los referentes históricos y cómo estos repercuten en generaciones futuras y su diario vivir. Cuando un pueblo carece de figuras ascendentes –triste realidad-, su peso en la sociedad colectiva disminuye sustancialmente.

Cuando los pueblos romanos o griegos luchaban por su pueblo, hacían énfasis en el conocimiento de sus hazañas para crear memorias colectivas que reforzaran las ideas de las generaciones futuras y sintieran orgullo de su condición y cultura.

Con cierta cantidad de negros en Colombia ocurre un factor inverso, al invisibilizar históricamente la contribución de esta comunidad a la independencia de la Nación, quedaron sin un sustento histórico del cual pudieran sentirse orgullosos, defender su condición y cultura. Por el contrario, sus bases de reconocimiento y defensa de su pueblo es nula, pues sienten pena del color de su piel y todo lo que eso conlleva. 

Los demonios desencadenantes de ese primer acto de racismo deambulan en la sociedad colombiana: la burla a una condición étnica y cultural, la pobreza y hambre en sectores con mayoría de pobladores negros, y la más importante, la estigmatización.

Las comunidades negras necesitan que la figuración de sus héroes sea visible para todo el mundo, de esta manera el primer acto de racismo que se suscitó desde la independencia misma terminará y con ella los demonios que aquejan a esta población.

 …“las historias de los negros no trascendieron, porque la gran mayoría no sabían leer ni escribir; por eso, los que contaron la historia siempre fueron mestizos, lo que nos llevó a un plano relegado y sin protagonismo”.

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Selección Colombia: ¿La vitrina de Lezcano?

Nota de la dirección: La siguiente columna representa exclusivamente el pensamiento de su autor.



Pascual Lezcano, un empresario y representante de futbolistas oriundo de Argentina, se ha vuelto célebre por ser el yerno y apoderado de José Néstor Pékerman, timonel de la selección de fútbol de Colombia.


Es tan importante este personajillo, que en el año 2011, cuando comenzaron las negociaciones de la Federación Colombiana con el técnico Pékerman, era Lezcano quien contestaba el teléfono y citaba a los dirigentes colombianos a las reuniones, también fue el que fijó el sueldo del estratega.

Pero la controversia comienza cuando la prensa se dio cuenta de que él representa a varios futbolistas que son llamados a la Selección, por nombrar algunos, Camilo Vargas, Carlos Sánchez, Carlos Carbonero y Juan Fernando Quintero. Estos dos últimos fueron vendidos a Europa después de su convocatoria; posterior a la venta, no volvieron a ser llamados a vestir la amarilla, azul y rojo.
Dicen las malas lenguas que su representado favorito es Estefan Medina, futbolista que no ha dado pie con bola en la selección y es infaltable en las convocatorias. Tanto es el poder de Lezcano que viaja a todo lado acreditado con el combinado patrio y vuela en el chárter con los dirigentes. Llama a ruedas de prensa, decide qué medios entran y cuales no; es más, el elige a los futbolistas que atienden a los periodistas.


Queda todavía bastante para llegar a Rusia y Colombia puede ir, siempre y cuando llamen a los jugadores que son, no andar poniendo por vender, pues es el equipo de todo un país, no un ‘negocito familiar’ de dos argentinos.

 

Francesco Zucconi 

  @ChescoZucco

Enseñanzas cruzadas: memorias para la reconciliación.

“La única diferencia con Colombia y el proceso de paz son 70 años de perspectiva histórica”, aseguró el profesor argentino Mario Sinay, experto en conflictos internacionales y en historia de la Segunda Guerra Mundial.

Mario Sinay junto al docente Víctor Aguirre en entrevista para La Radio USC.

Durante una conferencia en Unimedios, de la USC, Sinay explicó, con frases significativas, cómo quienes enfrentaron situaciones de peligro decidieron luchar por sus vidas. Uno de ellos, Ytzak Wittenberg, en claro desafío contra los nazis, sabiendo que las probabilidades de perder eran altas, dijo: si la muerte es inevitable y la victoria imposible… luchemos por morir de pie.

Contó una experiencia en la cual su hijo, cuando se encontraba prestando servicio militar en Israel, iba a bordo de un tanque y un grupo grande de niños palestinos escupían y le tiraban rocas. No sabía cómo reaccionar, llamó a su padre, quien le dijo si su vida corría peligro que los matara, disparara. Su hijo no lo hizo pues estaba a salvo dentro del tanque, y así trazó su propio destino.

El conversatorio terminó con la imagen de unos niños huérfanos que sostenían un cartel que decía: “Ama a tu prójimo más que a ti mismo”, dejando una gran enseñanza, ya que ellos perdieron a sus seres queridos, víctimas de los nazis y supieron perdonar. Los colombianos, reflexionó, en el proceso que se está desarrollando, deberían empezar a perdonar. Es un proceso lento y duradero y quizás esta generación no la alcance a ver, pero existe la esperanza de ver a Colombia en paz en un futuro, remató.

 Por: Luisa Fernanda López y Wilson Albornoz Sotoombre

  Yulieth Morales – [email protected]

LA REUNIÓN DEL PRESIDENTE CON SANTOS

Uribe pondrá como si fuese el presidente, las condiciones de cualquier desbloqueo. Santos, como si no fuese el presidente, tendrá que aceptarlas la mayoría de las condiciones. No importa que fuesen inamovibles en los acuerdos fallidos de La Habana. Santos será ahora no el Jefe de Estado, será el negociador principal de Uribe ante las FARC… triste y vergonzoso, pero cierto.


Hay muchas expectativas, demasiadas, puestas en el resultado de la reunión entre el presidente y Santos… y es así, pues los resultados del plebiscito han obligado desde el realismo político que veamos que  ahora las piezas blancas están en manos de Álvaro Uribe y las negras en manos de Juan Manuel Santos.

Los resultados del plebiscito han demostrado que las minorías del Senado, el Centro Democrático tienen el control político de la agenda nacional y el gobierno y las mayorías del senado poco o nada pueden hacer luego que los ¨barones políticos¨ demostraran una franca incapacidad: de Serpa, Gaviria, Sánchez Cristo y otros tantos que poco hicieron por el SI en sus territorios ¨feudales¨.

Uribe y los otros (mejor decir solo eso), sorprendidos por el NO victorioso, han tenido que construir  posturas ante esta llamada zona gris, que no es otra que lo inesperado posible. Ahora conversan y saldrán fortalecidos todos, presidenciables los alfiles del Centro Democrático y rencauchados otros como Pastrana y Marta Lucia.

El escenario que se abre es tripartito y no de unidad nacional, que quede claro. Santos, FARC y Uribe. Santos  acorralado ha tenido que llamar a dialogar, Uribe ha aparecido pausado y calculador, mientras las FARC expectantes pero decisor de cualquier propuesta que aparezca.

Uribe ha mostrado unas cartas en la primera vuelta: amnistía para guerrilleros sin implicación en delitos de lesa humanidad, seguridad plena para ellos, garantía de trato justo a los militares implicados en delitos del conflicto y reajuste a la justicia sobre los jefes guerrilleros.

Las FARC han mostrado disponibilidad de dialogar en estas circunstancias pero han reaccionado ante el anuncio del Establecimiento de un alto al fuego con término al 31 de octubre dando órdenes de repliegue a sus columnas y frentes a posiciones defensivas y comenzar a fijar posturas de no negociación ante lo acordado pública  e internacionalmente.

Santos derrotado por las mayorías; (simple, la votante), (amplia, la que se abstuvo) tendrá que aceptar condiciones del NO para terminar solicitando a las FARC flexibilidad y comprensión de este enorme error de cálculo por impensado que fuera así.

Mientras, la disidencia del frente #1 de las FARC estará capitalizando, junto al ELN esta situación para decisiones ulteriores. A la vez, los partidos políticos de derecha y de izquierda, habrán visto que existe una nueva ciudadanía que ha decidido votar contra lo impensable por razones muy diversas. Queriendo la paz, pero rechazando los acuerdos firmados.

Tal vez esto último, el papel de un voto de opinión, es lo más importante que hemos visto. Un voto que ha decidido ser desobediente en parte, en su mayoría a arriesgar a ser tildado de guerrerista o irracional por decir NO al acuerdo de La Habana y otro que ha optado pese a toda la campaña mediática de fuerte carga emotiva a optar por un SI sabiendo que los acuerdos eran imperfectos. Mucho valor hay que tener en ambos casos. La política colombiana será diferente desde ahora porque todo es posible si hay consenso desde la diferencia en un punto.

Veremos dos discursos cercanos pero diferentes. Santos se apropiará del espacio oficial, la Casa de Nariño, tratando de ganar en institucionalidad y el NO lo hará fuera de esos límites espaciales para marcar independencia. Ambos evocaran la paz como fin, pero con perspectivas diferentes que estarán sobre la mesa en un juego de dominó que pasa a ser de 2 a  4 jugadores con la integración al juego de las FARC y el Gobierno las del uribismo y la sociedad civil del NO.

Ahora las fichas ya no serán 28, hasta el doble 6; donde es fácil saber con experiencia las que tiene el contrario. Ahora creo que será con 55, hasta el doble 9, donde quedan muchas por fuera y las probabilidades de incertidumbre son altas.

Mucho valor, mucho amor de patria, tendrá que poner cada jugador para que la paz en este juego, termine con el doble blanco en la mesa y no el doble nueve como símbolo más víctimas.

  

 Pedro Pablo Aguilera 

Director del Departamento de Humanidades y Artes Universidad Santiago de Cali.