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Estudiantes de la USC conocen de cerca el trabajo del Concejo de Cali
Facultad de Humanidades y Artes
Los estudiantes de cuarto semestre de Comunicación Social y Publicidad de la Universidad Santiago de Cali, en el marco del curso Organización, Gestión y Comunicación, realizaron una visita académica a las instalaciones del Concejo de Cali. El objetivo fue entender las dinámicas de comunicación interna y externa que maneja esta entidad y el papel crucial que cumple para la ciudad.
El Concejo Distrital de Santiago de Cali es una corporación político – administrativa pública, que representa democráticamente las necesidades de la comunidad caleña.
Duván Guerrero, Jefe de Comunicaciones y Relaciones Públicas del Concejo, fue el encargado de recibir a los estudiantes. Durante la visita, Guerrero explicó a fondo las funciones del cabildo, las estrategias de comunicación y publicidad implementadas, y cómo se articula el trabajo con la ciudadanía. Además, los estudiantes participaron en una simulación de elección del Presidente y Vicepresidentes de la corporación, asumiendo el rol de los concejales en una actividad práctica.
La jornada incluyó una asistencia a una rueda de prensa convocada por algunos concejales para analizar un proyecto de empréstito propuesto por el Alcalde, con un monto de 3.5 billones de pesos, acercando a los estudiantes a un análisis real de los debates de interés público.
Los estudiantes participaron en una simulación de elección del Presidente y Vicepresidentes de la corporación, asumiendo el rol de los concejales en una actividad práctica.
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“Los seres humanos somos triadas confirmadas por el pensar, el sentir y el actuar; ésta triada debe estar presente en todo momento de nuestras vidas. Somos dueños de una fórmula que nos diferencia: La inteligencia Emocional”.
El mundo encontró la necesidad de desarrollar y fortalecer las habilidades blandas, para que todos tengamos la capacidad de lograr nuestros propósitos de vida y mejorar las relaciones con la comunidad”, así lo manifestó Gloria Stella Viveros, quien fue la encargada de orientar el segundo encuentro de PAES, organizado por el programa de Comunicación Social de la USC.
Viveros es comunicadora egresada de la Universidad del Cauca, y también es magister en Coaching de Inteligencia Emocional y Programación Neurolingüística, y ha tenido una amplia trayectoria internacional, pues ha trabajado como coach en más de 135 empresas en España, Latinoamérica y Centroamérica.
Durante la conferencia, resaltó la importancia de descubrir y desarrollar las habilidades blandas, afirmando que por medio de ellas “aprendemos a aceptar los momentos, las fortalezas y debilidades como parte de nuestra naturaleza como seres humanos”.
Además, comentó que el ser humano debe ser reflexivo frente a su propio nivel de consciencia y hacer uso total del mismo: “debemos ser amigos de nuestros miedos, pues así será más fácil superarlos, y a la vez desaprender para poder aprender, vaciar para poder llenar, sacar para poder recibir; somos el homo sapiens sapiens, el hombre que sabe que piensa”.
“Es cierto que debemos preguntarnos al finalizar cada logro para dónde vamos, para qué hacemos lo que hacemos, fijarnos un norte claro para poder visualizarlo y llegar a ello, y en medio de ese camino, nos vamos a encontrar con inconvenientes, pero antes de verlos de esa forma, podemos entenderlos como parte del cómo llegar y cómo lograr”.
También enumeró una serie de aspectos que juntos, dan como resultado el desarrollo de las habilidades blandas: “la gratitud, vivir el aquí y el ahora, tener amor propio y sentido de pertenencia”, manifestó.
Para culminar, detalló varias habilidades que todos los seres humanos deben tener, entre ellas: gestionar el tiempo, atención al detalle, autoconocimiento, perseverancia, crear, innovar, entre otras. Además, concluyó afirmando que “la verdad que ves no es absoluta, no es real, somos seres fluctuantes y siempre vamos a tener momentos felices y tristes”.
Chiara Bedoya Barbosa, Monitora de la Facultad de Comunicación y Publicidad.
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Un 20 de diciembre me admitieron en derecho, cumplía años y la noticia en vez de ser un regalo, me causó despecho. Era una carrera buena pero no hacía sentir plenas a mi esencia y a mi alma; lo único que lucía claro en mi mente, es que no era pana de ningún tipo de penas.
Por: VJ
Fotos: Johana Castillo
No me gustaban la ley ni la vergüenza, ellas no cabían en mi vida. Era un estilo fresco que desconocía afanes y ratos intensos. Por ello, decidí descansar en el tiempo y que éste me alcahueteara, o por el bien mío, me pellizcara.
Estaba de caza en la calle, muy ocupado en el quehacer vagabundo. Mientras mataba tiempo con mis amigos, después de tomar la palabra un par de horas, ellos concluyeron unánimemente que mi talento era el habla y que me debía dedicar a reproducir labia. Así, un hermoso y desapercibido día, en un destello de luz, supe que hablaba más que conductor sin radio en el bus.
Razón por la cual, matriculé comunicación social; y de repente, al escribir, encontré la salsa que le daba sazón a mi esencia. Me gustaba relacionarme con el lápiz y las letras destilaban elegancia. La rima y yo de inmediato nos gustamos, fue un amor a primeras comas.
Dos semestres después, con inquietas noches encima, nació el infaltable “pero”, ese estorbo confianzudo que pone a los sueños en espera. Resultó pues, que mi estilo en comunicación no servía, porque debía hacer columnas y no canciones ni poesías.
“Deja tu guachafita con las letras, escribí serio y sin rimas”, exclamó el profe un tanto enfadado, ayudando a mi formación y aplacando mi vocación. Este consejo me alejó de mi estilo escrito, por adoptar un prototipo estándar en la comunicación y sus líneas. Por ello, me tocó volverme “serio” y terminarle a la rima, si del periodismo quería la cima.
Esto molestó mucho a mi identidad, que se quejó por yo no apoyarla y renunciar a la autenticidad. Valor sin el cual, no soy.
Pero con el pasar de los semestres, vi que había un vacío grande en el cajón de sueños; a mi formación le faltaba el volante de creación. Aquella chispa seguía viva y con ganas de ser conocida. Ello me obligó a buscar una relación entre mis dos pasiones
Pero mis allegados manifiestan que un comunicador no puede hacer canciones. Que escoja un rumbo y renuncie al otro. Pero la terquedad de mis sueños me tiene hoy escribiendo por ellos.
En la tarea de entrelazar mis dos pasiones, surgió la idea de informar y edificar por medio de canciones. Pues la música puede ser un arma letal para un soñado cambio social. Hoy la meta es informar con ritmo y para ello cuento con lápiz tola que nunca está sola, porque anda con una gorra llena de sueños y un cuadernito con pensamientos pequeños.
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Por: Pedro Pablo Aguilera
Columna de Opinión
Director del Departamento de Humanidades
Pues quiero detenerme; quiero mirar atrás y hacer un balance de nuestra Facultad de Comunicación y Publicidad. Tras 18 años de apostarle a la USC, sé que no todo tiempo pasado fue mejor.
Hemos cambiado tanto y para bien, que me sonrío al acordarme de cada sueño hecho realidad. Nuestros programas veteranos hoy están acreditados internacionalmente y marcan diferencia positivamente frente a los otros de la región. Hablar de investigación no es una utopía como lo fuera en el lejano 2000. Tenemos cuatro grupos reconocidos y con posicionamiento en redes nacionales e internacionales.
También, tenemos una revista indexada, CONTEXTOS, de alta calidad y reconocimiento académico en los campos de estudio. Créanme y averigüen, no todas las universidades cuentan con tal resultado.
Miro hacia atrás y observo el alto posicionamiento de nuestros egresados en la ciudad, el país y el exterior. Ellos merecen todo nuestro respeto con cada premio obtenido en su ejercicio profesional; no es cuento, ahí están.
Igualmente, nuestros estudiantes se atrevieron a hacer investigación y año tras año obtienen reconocimientos en los encuentros de semilleros de investigación. Hoy tenemos jóvenes investigadores que obtienen becas para estudiar en las mejores universidades del mundo y ser el relevo de nosotros, los docentes que creímos y creemos en la apuesta santiaguina.
Definitivamente el pasado es importante, pero mejor ha sido el camino y mucho más es lo que está por venir. Para ello, los soñadores de ayer seguimos queriendo lo mejor. La Santiago transforma tu mundo y no ha transformado a nosotros mismos
Igualmente, nuestros estudiantes se atrevieron a hacer investigación y año tras año obtienen reconocimientos en los encuentros de semilleros de investigación. Hoy tenemos jóvenes investigadores que obtienen becas para estudiar en las mejores universidades del mundo y ser el relevo de nosotros, los docentes que creímos y creemos en la apuesta santiaguina.
Definitivamente el pasado es importante, pero mejor ha sido el camino y mucho más es lo que está por venir. Para ello, los soñadores de ayer seguimos queriendo lo mejor. La Santiago transforma tu mundo y no ha transformado a nosotros mismos