Las Limitaciones Están en la Mente

El paratleta vallecaucano y campeón nacional Luis Fernando Lara Rodallega, figura clave de la velocidad colombiana, compite esta semana en Ibagué. Su meta: los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028.

Por: Maria Camila Culma Beitia

Facultad de Humanidades y Artes

Con el firme propósito de alzarse con 3 medallas de oro en las Interligas de Ibagué, esta semana, Luis Fernando Lara Rodallega, aspira a darle nuevas alegría al Valle del Cauca en paratletismo.

Este joven de 25 años, originario del corregimiento El Carmelo, Candelaria, competirá en las pruebas de 100, 200 y 400 metros planos. “Mis logros son romper marcas personales y obtener las tres medallas de oro.”

Esta ambición es una prueba palpable de que el espíritu humano se niega a ser doblegado por la adversidad, pues su historia es una de esas que demuestran que la vida puede cambiar en un instante, pero el espíritu no se doblega.

Su vida cambió drásticamente a los 17 años. “Tuve un accidente eléctrico a los 17 años, en el cual perdí mis dos miembros inferiores”. Sin embargo, aquel suceso traumático fue también el punto de partida para una nueva vida, una que, contra todo pronóstico, estaba destinada a la velocidad y la gloria deportiva.

Antes de las pistas de atletismo, el sueño de Fernando era con el fútbol, ​​corriendo por sus venas ese sueño de ser selección de Colombia. Al ser primo del reconocido goleador Hugo Rodallega, su sueño natural desde los cuatro años era seguir la tradición familiar y convertirse en futbolista profesional. Ese “congénito” por el balón era el motor de su vida deportiva.

Sin embargo, la pérdida de sus miembros superiores hizo que el camino del fútbol profesional fuera inviable, dejando un vacío en su vida deportiva. Pero la vida, caprichosa, le había reservado otro camino. Tras el accidente y la pérdida física, Luis Fernando sintió la necesidad de canalizar su energía competitiva y su ambición deportiva

Sus logros han superado los límites nacionales, llevándolo a competir en los circuitos más exigentes del paratletismo mundial…

Esa energía competitiva lo llevó a buscar alternativas. Fue así como el destino lo guió a la pista: El atletismo llegó a su vida el mismo año del accidente, 2017. En ese difícil proceso de transición y sanación, Fernando destaca el papel crucial de sus mentores, quienes fueron la fuerza catalizadora de su amor por este deporte.

“Entré en el paratletismo en el mismo año 2017, gracias a la guía de los profesores Patricia Rivas, Alonso Mina y Dora. Ellos fueron los que construyeron ese amor que llevo ahorita, ser un paratleta de alto rendimiento. Siempre me han dado esa potencia de decir que usted puede”.

Como atleta, Lara compite con éxito en la categoría T46 (para atletas con deficiencias físicas en un miembro superior) en las pruebas de velocidad de 100 metros, 200 metros y 400 metros planos, donde el atleta corre en luna recta o en curva, llevando su cuerpo al máximo límite en distancias cortas.

Sus resultados no dejan lugar a dudas sobre su nivel de élite. “A nivel nacional, soy campeón de los 400 metros planos. Pues, se entrena siempre para eso. En este año obtuve dos medallas de oro que fueron 200 metros planos y 400 metros planos, y obtuve una medalla de plata en los 100 metros planos”.

Sus logros han superado los límites nacionales, llevándolo a competir en los circuitos más exigentes del paratletismo mundial. Luis Fernando no solo es una figura destacada en Colombia, sino que se ha consolidado como un atleta que representa al país en instancias decisivas a nivel internacional.

“A nivel internacional, gracias a Dios tengo una medalla internacional que fue aquí en Cali, donde obtuve una medalla de oro en los 400 metros planos y en los 100 metros planos obtuve una medalla de plata”.

A pesar de su primera experiencia en unos Juegos Paralímpicos en París 2024, no es final de su ambición; es solo una estación en un camino más largo.

“Hoy quiero seguir cumpliendo ese sueño de estar en los otros juegos que van a ser en Los Ángeles 2028. Ese es otro sueño que voy a dar toda otra vez y con el objetivo de poder mirar y para eso estoy entrenando para obtener una medalla”.

El deporte no solo le ha brindado triunfos y un nuevo propósito, sino también una visión de futuro más allá de la pista.

“Me ha dejado muchas enseñanzas a través del tiempo, de los momentos que he vivido en el deporte. También me ha dejado ese legado de poder entrar a estudiar, que voy a entrar a estudiar el otro año con la ayuda de Dios en la Escuela Nacional del Deporte. El deporte no es toda la vida, sino que tiene un límite de tiempo y, pues, a darle cuando entre a la universidad y salga, darle esa enseñanza que me han dejado mis profesores a los demás atletas que lleguen”.

Cuando la carrera se hace dura, el motor que lo impulsa siempre es el mismo. “Siempre lo que yo digo es mi familia. Pienso en mi familia, ellos son mi motor en querer seguir cumpliendo mis sueños. Siempre tengo muchos sueños más a través de cada competencia. Siempre digo: ‘quiero romper mis propios límites’. Pienso en mi familia, en romper mis límites y ser esa persona que deja el país en alto y mi departamento”.

Todo lo que ha vivido y aprendido, desde el accidente hasta la medalla de oro, se condensa en una filosofía de una vida inquebrantable, una frase que, si se plasmara en un libro, llevaría su título: “Las limitaciones no están en la mente. Muy claro lo tengo, es un legado que siempre digo y que llevo conmigo”.

Esta convicción es también el mensaje que le quiere dejar a todos: “Que no le preste atención a las personas que le dicen que no puede, que siempre tengan en mente que sí van a poder, que sí van a luchar por sus propios sueños. Que no se apaguen con esa mentalidad. Las limitaciones están en tu mente, solo tú te puedes apagar y no te apagues. Antes, date mucha más fuerza para salir adelante, para cumplir tus sueños, cumplir tus metas y hazlo con mucho amor.”

Hoy, Luis Fernando se siente inmensamente feliz con su camino, un camino que no imaginó, pero que lo ha llenado de orgullo. Al despedirnos, le preguntó cómo se sentía, con la perspectiva de haber cumplido ese primer sueño de niño de ser Selección Colombia en una disciplina diferente.

“Me siento muy contento por todo lo que he hecho, claramente está reflejado en todo lo que hago, que lo hago con mucho amor. Siempre soñaba con el fútbol, ​​pero ahorita que lo estoy viviendo con este rol del paratletismo es una felicidad que tengo de cumplir cada uno de mis sueños que quería con el fútbol: que era ser selección Colombia, y que gracias a Dios lo hice y lo que he forjado con mucho amor. Voy a seguir dejando el país en alto”.

Y la enseñanza más profunda que le deja esta vida es, quizá, la lección más vital que puede ofrecer a cualquier persona, la conclusión de su inspiradora carrera: “Siempre persevera. El que persevera alcanza, persiste, no te rindas, hay muchos propósitos, muchos sueños más. Y un legado que siempre quiero dejar: que las limitaciones están en la mente. Es algo que digo en mi vida y que trato de inculcar también a los demás. Que no se limiten, sigan viviendo, disfruten, pásenla bien ya disfruten esto que es la vida. Obviamente hay problemas, pero hay que seguir adelante”.

Pienso en mi familia, ellos son mi motor en querer seguir cumpliendo mis sueños. Siempre tengo muchos sueños más a través de cada competencia .

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