Los motorratones y el transporte legal en Jamundí: dos caras de la movilidad local

Los motorratones y el transporte legal en Jamundí: dos caras de la movilidad local

Autoras: Katherin Tapias|Valentina Flórez.

Facultad de Humanidades y Artes

En las calles del municipio de Jamundí, la movilidad está marcada por una dualidad única, entre los intrépidos motorratones y el transporte legal. 

El motivo principal por el que las personas prefieren esta alternativa es por el valor y la flexibilidad que brindan en sus tarifas, ya que el transporte constituido legalmente por el municipio tiene precios fijos y más elevados.

Con el paso del tiempo y el crecimiento de esta localidad, los motorratones se convirtieron en una parte integral de su paisaje urbano. La destreza de los conductores de las motos, su habilidad para navegar a través de las calles con rapidez y la percepción sobre sus tarifas más baratas promueven una opción de primera por la comunidad.  

Precisamente, los intrépidos motociclistas promueven un viaje aventurero y brindan servicios como repartir encomiendas y transportar pasajeros, lo que los ha convertido en la primera opción confiable de todos los jamundeños. 

Daniel Serna vive en Jamundí. Luego de sufrir una lesión en su brazo y estar incapacitado por dos meses decidió salir con su motocicleta a las calles jamundeñas para buscar ayuda monetaria, transportando a residentes del municipio. Siendo una alternativa temporal mientras terminaba de curarse, Serna explica por qué esta labor se convirtió en su oficio permanente: “Comencé a trabajar de motorratón y me amañé, porque me va mucho mejor que en el trabajo donde estaba”.  

Desde sus inicios en ese transporte informal han pasado 7 años, Según Serna, “el único riesgo que corro es que de pronto un guarda de tránsito me pare y me prohíba seguir transportando pasajeros”. 

¿Ilegal pero conveniente? 

El motivo principal por el que las personas prefieren esta alternativa es por el valor y la flexibilidad que brindan en sus tarifas, ya que el transporte constituido legalmente por el municipio tiene precios fijos y más elevados. Sin embargo, este también desempeña un papel crucial en la movilidad de Jamundí; está constituido por autobuses y taxis, que ofrecen una opción segura y confiable para los residentes y visitantes de la ciudad. Operados por conductores especializados y siguiendo las regulaciones establecidas por la ley 769 de 2002- Código Nacional de Tránsito-, el transporte legal propone una alternativa tranquila y ordenada para aquellos que prefieren un viaje más convencional y tradicional, como Bertha Ospina, residente en ese municipio, quien señala que “yo sí prefiero mi transporte de taxi porque esos motorratones son muy imprudentes y una vez me cobraron hasta más que un taxi”.  

Desde la perspectiva del transporte legal, se considera que el informal representa una competencia desleal y un riesgo para la seguridad de los ciudadanos. Eduard Zuñiga, conductor de una buseta en Jamundí, menciona que “los operadores informales no están sujetos a las mismas regulaciones y estándares de seguridad que tenemos nosotros como conductores formales”; aparte, al evadir impuestos y licencias, los operadores informales contribuyen a la informalidad económica, afectando negativamente a la comunidad en general.  

Las autoridades suelen tener una postura rígida frente al transporte informal, una actividad que viola las normas y leyes de tránsito; además, que suele poner en riesgo la seguridad de los pasajeros. El policía Andrey Chincangana, indica que “el transporte informal no se debería permitir en estos momentos porque no hay un control sobre los motorratones”, aunque reconoce que a veces no hay más alternativa que dejarlos laborar en su motocicleta, porque no tienen otras oportunidades laborales, pero deberían, al menos, cumplir con algunas de las normas: “se les debería obligar, a los que laboran en transporte informal, a sacar un seguro adicional para daños a terceros”.  

Actualmente, los policías solo pueden aplicar “las medidas correctivas que están enmarcadas en la ley 1801 del 2016 (Código Nacional de Policía y Convivencia), que determina los comportamientos contrarios a la convivencia, porque ya para inmovilizaciones o comparendos automovilísticos le corresponde al tránsito”.  

Eduardo Hernández es un guarda de tránsito que labora hace 8 años en Jamundí. Para él, “el motorratón siempre será piratería y no va a cambiar en nada, porque eso lo regula es la secretaria de Movilidad, quienes son los encargados de los seguros en caso de un accidente, porque el transporte informal no cubre la seguridad en caso de un accidente. La infracción de tránsito de ellos es la D12 que sería por piratería”. Este artículo se refiere a “Conducir un vehículo que, sin la debida autorización, se destine a un servicio diferente de aquel para el cual tiene licencia de tránsito”. 

Voces de los pasajeros 

¿Qué opinan los residentes de Jamundí? ¿Qué medio de transporte prefieren utilizar? Se les preguntó a 10 residentes al azar y 8 de ellos afirman que prefieren los motorratones. Varias pasajeras, entre ellas Isabella Olaya, Stefany de Los Ríos, Katherine Zúñiga y Danna Rosero coinciden en que los motorratones se han convertido en la opción de transporte preferida por una gran parte de la población, superando en popularidad a los tradicionales taxis y autobuses, por su comodidad económica y velocidad en los tiempos de llegada a sus destinos. 

…Los motorratones se han convertido en la opción de transporte preferida por una gran parte de la población“.

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Terminó el plazo para los taxistas sin EPS en Cali

El Ministerio de Salud y Protección Social establece medidas para que los conductores de taxi se afilien al SGSSS.


Por: Andrés Felipe Maya Viera

@felipemaya_

Algunos conductores de servicio de transporte público de Cali no están a gusto con las medidas tomadas.

A partir del primero de septiembre, tras cumplirse el plazo de dos meses que el Ministerio de Trabajo dio a los taxistas, se les negará la renovación de la tarjeta de control a quienes no estén afiliados a Seguridad Social.

La medida fue implementada para que ningún conductor de transporte público quede por fuera del Decreto 1047 de junio de 2014. Pues hay quienes no tienen claro el impacto de dicha ley que establece que todo trabajador de Taxi debe pertenecer al Sistema Integral de Seguridad Social.

Para este caso, las afiliaciones y los gastos correspondientes a salud, pensión y riesgos laborales serán asumidos por el taxista, quien hará los pagos directamente con la entidad que esté afiliado.
“Tuve que retirarme como beneficiario de la EPS de mi esposa para pasar a ser cotizante. Debo pagar $211.000 mensuales que incluyen salud, pensión y ARL. Por lo que no estoy de acuerdo que los taxistas asumamos en totalidad los costos de la seguridad social sin ningún tipo de subsidio. Además de ser una obligación, porque sin la tarjeta de control no podemos trabajar de manera legal”, relata Samuel Rojas, conductor de taxi hace 15 años.

En cuanto a los taxistas que estén afiliados al Sisben, la ley estipula que deberán suspenderlo para pasar a las Entidades Prestadoras de Salud, puesto que es un trabajador independiente que labora libremente, así lo establece el Decreto.

Entre tanto, este es el nuevo requisito que se les exigirá a los conductores que soliciten la tarjeta de control, como mecanismo proveniente del Gobierno que asegura que las condiciones de seguridad y calidad tanto de los usuarios como los conductores de servicio público mejoren.