SEMBRANDO TRADICIÓN EN EL PACÍFICO

Desde Nariño llegaron Matilde y Mama Julia, integrantes del Grupo Artesanas Unidas Cantautoras de Tumaco. Ellas trabajan y se esfuerzan para rescatar la memoria Afrocolombiana y mantener toda una ideosincracia rica en tradición, artesanías, música, vestidos y la sabiduría de muchos años en su labor.

Matilde y Mama Julia, no conformes con su gestión en el grupo de artesanas y cantautoras, también fueron precursoras de la Fundación José Del Artesano, que lleva más de 18 años de existencia. “Tenemos semilleros de niños a los que se les enseña artesanías, bailes tradicionales y la historia de los ancestros”, explica Mama Julia; entre los saberes que aprenden en el semillero están los collares afro, comúnmente utilizados como amuletos de suerte, de amor o de protección. También ayudan a las madres cabeza de hogar a generar ingresos por medio de artesanías, bailes, fabricación de bebidas o preparación de comidas típicas de la región. Gracias a esta labor, no sólo se ve cómo ambas mujeres junto con los demás integrantes de la fundación generan herramientas para el desarrollo, sino que también trabajan por preservar sus raíces y  conservar fuerte su cultura. Matilde cuenta que su vocación está en ser una maestra y una guía de su cultura, que todo lo que sus ancestros les han enseñado no debe perderse en el devenir de los años. Por el contrario, que las nuevas generaciones, en los espacios que brinda el grupo aguerrido de mujeres del cual hace parte, puedan volverse líderes de su comunidad y alzar la voz para que su legado trascienda, se conserve y sea reconocido tanto a nivel nacional como internacional, haciendo resistencia también a los problemas que se enfrentan actualmente en Colombia y llevando un mensaje de paz y amor por su tradición, con el fin de sostener lo que por años han llevado como una riqueza en sabiduría y prácticas culturales visualizadas en las raíces de su territorio.

Es importante ser consientes del tejido social que se ha venido construyendo por años gracias a la labor de los ancestros, el valor y la riqueza cultural de la que hacen parte, lo meritorio que es conservarla y por medio de apoyo y acciones, darle reconocimiento.

Por:  Sebastián Moncayo y Estephanía Reyes

“Nunca pedí que me alisaran”

“Nunca pedí que me alisaran”

Autor: Yessica Diuza.

Facultad de Humanidades y Artes

Cabello afro, un mundo por descubrir.
Javier Camilo Suárez Paz (23 años) es oriundo de Buenaventura. Es estudiante del programa de Comunicación social de la USC y vive hace más
de 13 años en Cali. Recientemente, participó en el XX encuentro de investigación formativa Soy Semilla 2023, en donde presento, con un póster,
su propuesta, enfocada en los estudiantes afro.

Para el cabello alisado se recomienda aceite de coco porque ayuda a recuperar la grasa natural y evita que salgan costras o caspa. También, usar crema de chontaduro para fortalecerlo.

Era la canción que le cantaban a Mariela en el colegio. Cuando cumplió 15 años se alisó y prometió que lo mismo haría con sus hijas. Las  mujeres cimarronas esclavizadas trenzaban con astucia en su cabello las rutas de escape, que memorizaban, para escabullirse de sus captores. En turbantes escondían semillas y frutas para sobrevivir en la selva.

Entonces, el cabello afro era símbolo de libertad; ahora es motivo de vergüenza, por lo que muchas mujeres negras deciden alisarse. A Samira Garcés la alisaron desde pequeña con una crema americana para niñas. “Venía con un CD,  mi mamá decía que tenía el cabello muy duro y que no se podía manejar. Ponía la canción en inglés, yo la cantaba mientras me la aplicaba. Para nosotras, el cuento del alisado es tradición de familia, para evitar burlas”, afirma. Pero ella decidió dejar de alisarse y hace cinco años lleva su cabello al natural.

A Ketty Perea la alisaron cuando tenía 11 años.

Ella se alisaba cada mes hasta que se cayó totalmente. “En ese momento decidí dejar de usar químicos, me hice trenzas corridas para que creciera y empecé a llevar mi cabello afro. Han pasado seis años, me siento libre y fue un cambio positivo”, comenta.

En regiones como Chocó, Buenaventura y Cali, existe la tradición de alisar a las niñas al cumplir 15 años, porque el cabello liso pasa a ser un símbolo de belleza y madurez.  

La historia del alisado data del siglo pasado. En 1913, un sastre afroamericano, arreglando una de sus máquinas de coser dejó caer un producto que contenía lejía y vio cómo una prenda se estiraba; lo probó en su cabello y luego lo comercializó.

Para el cabello alisado se recomienda aceite de coco porque ayuda a recuperar la grasa natural y evita que salgan costras o caspa. También, usar crema de chontaduro para fortalecerlo.

El negocio de productos capilares mueve grandes sumas de dinero a nivel mundial. En Colombia se venden libremente, hay muy poca regulación y no se prevén los daños que pueden causar a la salud.

Diego Valencia Lucumí, cirujano plástico, realizó una investigación en la que descubrió los efectos que causan los químicos al ser aplicados directamente en el cuero cabelludo.

“Los que sirven para alisar tienen un PH alcalino y contienen soda caústica, formol y ácido sulfúrico. A algunas marcas les agregan otras sustancias como fórmula secreta para marcar la diferencia; lo que muy poca gente sabe es que esos productos se pueden absorber, llegan a la sangre y dañan las hormonas femeninas que son las más sensibles. Aparte, causan irritación, quemaduras, pérdida de sensibilidad y alopecia en el cuero cabelludo”, afirma Diego.

Jessica Bravo creó la línea de productos naturales Afronía: “La idea nació de una experiencia personal. Yo antes tenía el cabello alisado y una vez me quemaron el cuero cabelludo, en ese momento me  surgieron tantas preguntas, como cuál era la razón que me llevaba a hacerlo, si nunca me había gustado. Así empecé a buscar información”.

“A medida que el pelo iba creciendo me di cuenta que aquí en Colombia no había productos naturales para nuestro tipo de cabello, afro, fue entonces que empecé a vender la mascarilla capilar de manteca y el aceite de coco. A medida que iba teniendo más experiencia con las clientas desarrollé toda la línea completa”, explica.

Por su parte, para Samira, “el problema es que se crece creyendo que el cabello de uno es feo, malo y que es lo peor que se puede tener en el cuerpo. La alisadora es como la solución para mejorar. Eso tiene que ver mucho con lo que viene de atrás y no es culpa de mi mamá, porque a ella su mamá se lo enseño así y son tradiciones con las cuales hay que romper”.

Llevar el cabello alisado, afro, o con trenzas debe ser una decisión propia y no algo impuesto. Lo importante es aceptarse y no sentir vergüenza por lo que se es. El reto es concientizar a las comunidades negras para que se acepten tal cual  son y a las madres para que no pongan en riesgo la salud de sus hijas a temprana edad.

Llevar el cabello alisado, afro, o con trenzas debe ser una decisión propia y no algo impuesto. Lo importante es aceptarse y no sentir vergüenza por lo que se es. El reto es concientizar a las comunidades negras para que se acepten tal cual  son y a las madres para que no pongan en riesgo la salud de sus hijas a temprana edad.

Cuidados del cabello afro: Usar shampoo cada 15 días, desenredarlo en húmedo, trenzarlo, hacer los famosos bollitos (twist)

  • DATO
  • En regiones como el Chocó, Buenaventura y Cali, existe la tradición de alisar a las niñas al cumplir 15 años.

    En regiones como Chocó, Buenaventura y Cali, existe la tradición de alisar a las niñas al cumplir 15 años, porque el cabello liso pasa a ser un símbolo de belleza y madurez.

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    La Plaga del Pacífico

    “Se nos está comiendo el chontaduro del Parque de la Chonta”: Rafael Corcho.


    Por Héctor Fabio Grueso
    @hectorgbenitez

    El Parque del Chontaduro fue creado hace más de cuatro décadas. Allí laboran todavía varios de sus fundadores. Rafael Corcho es vendedor mayorista desde su infancia y describe este lugar como un patrimonio cultural donde sus familiares siempre han trabajado. Para Rafael y los más veteranos, este parque refleja el carácter cultural del departamento, haciendo gala de sus raíces del Pacífico colombiano.

    U. ¿Hace cuánto hace parte del Parque Chontaduro?
    Hace aproximadamente 42 años, cuando se vendía por baldes y el costo era de 40 pesos por cada balde. En este momento, el balde tiene un costo de $90.000 a $100.000.

    R. ¿Cómo llegó a ser parte del Parque del Chontaduro?
    Llegué a los 16 años y tengo actualmente 58, nosotros somos una familia unida, por tradición siempre hemos trabajado con este fruto y aquí están mis hijos conmigo, debido a que es una cultura que no se ha perdido. Eso fue lo único que aprendimos a hacer desde muy pequeños. Nosotros somos los mayoristas del Parque del Chontaduro, surtimos a media ciudad de Cali, donde se vende.

    P. ¿Qué días llega el chontaduro del Cauca y de Putumayo?
    R. El chontaduro llega todos los jueves y lunes a las 5 am, y los sábados a medio día. Pero ahora ya no entra con frecuencia como antes por la situación que está viviendo el Pacifico colombiano. Actualmente entra más controlado, porque los precios están muy altos y las ventas han mermado.

    P. ¿Cuál es el problema que afrontan actualmente?
    En este instante tenemos una escasez en el Pacífico porque a la cosecha de chontaduro le cayó una plaga que no se ha podido controlar, debido a que la Secretaría de Agricultura no ha colaborado y los consejos comunitarios de la zona no han pedido la ayuda para investigar cómo combaten esa peste, que dentro de muy poco va acabar con la producción del Pacífico. Los únicos departamentos que nos está surtiendo en este momento son Cauca y Putumayo.

    U. ¿Qué tipo de plaga está acabando con el chontaduro?
    R. Es un cucarrón que se reprodujo. El campesino no le puso cuidado al principio, la plaga se regó y están desapareciendo los cultivos. Se avecina un problema y es que si ese cucarrón se sigue reproduciendo y afecta más a la costa pacífica, los campesinos se tiene que venir a Cali a rebuscar para poder sobrevivir, porque no tendrían qué comer, debido a que la plaga los sacaría del campo.

    U. ¿Cuántas clases de chontaduro se consiguen en este parque? 
    R. Hay dos clases de chontaduro, de color amarillo y rojo; en tamaño, hay grueso, mediano y chirilla, que es la que más se vende, porque ese tipo de chontaduro lo comercializan por chuspa (bolsa) en cualquier parte, debido a que es más menudeado.

    U. ¿El chontaduro que contiene? ¿Si es bueno para la salud?                                                                                      R. Dicen que el chontaduro tiene más vitaminas que muchos productos que van por encima del mismo frijol, el estudio lo ha hecho la Secretaría de Agricultura que dice que contiene una proteína muy grande, pero realmente lo único que nosotros sabemos es venderlo, no sabemos qué contiene. A nosotros nos dicen que es afrodisíaco, pero nosotros escasamente lo comemos porque cuando uno vende chontaduro no lo vuelve a comer más, porque se hastía.

    U. ¿Qué se puede preparar con el chontaduro?
    R. Jugos, tortas, harinas, mermeladas, compotas, y salsas, dependiendo del gusto del cliente.

    U. ¿Las vendedoras de chontaduro de Cali, se surten en este parque?
    R. En este momento no se están surtiendo aquí, porque el transporte nos perjudicó debido a que nos dejó en un punto muerto, y esas personas lo están comprando en otros sitios mayoristas que nosotros también surtimos, como Alfonso López, Santa Elena y la Casona. A nosotros, la Secretaría de Tránsito no nos colaboró con el transporte y esta zona quedó muerta de movilidad. Eso dejó como resultado que las personas de bajos recursos no pudiesen llegar hasta este sitio a surtir sus platones.

    U. ¿Es verdad que el Parque del Chontaduro va a dejar de existir más adelante porque van a construir una avenida por donde va pasar el Mío?
    R. Siempre nos dicen lo mismo, que nosotros no podemos detener el desarrollo de la ciudad, pero este es un punto tradicional de Cali y esperamos que si llega a desaparecer este parque de la chonta, nos reubiquen de una mejor manera en otro punto. Nosotros toda la vida hemos trabajado aquí, nunca nos dijeron que no podíamos trabajar, siempre nos dicen que nos van a quitar el lugar, pero nosotros no sabemos cuándo; estamos aquí, hemos pedido precio por la tierra y no nos dan respuesta.

    1. No hemos tenido colaboración de la Secretaría de Agricultura, ni del Tránsito.
    2. El Parque del Chontaduro fue fundado por Rubelio Posso, en 1973, antes de que hicieran el Parque del Avión.
    3. En el Parque de la Chonta funcionan 13 locales donde se vende el chontaduro
    4. Los cultivos de Papachina, Chivo y Chivirí están afectados por la plaga del Pacífico.
    5. El Parque del Chontaduro sostiene a muchas familias y si desaparece causará mucho desempleo.

    ¿Qué tan Negro eres?

    La cultura negra es sin duda una de las más alegres, coloridas y vivaces de toda nuestra idiosincrasia, una fiel estampa de toda esa memoria ancestral que el pueblo negro se trajo de África. Es una muestra de que un pasado lleno de injusticia y esclavitud, es cosa de muchos años atrás.

    Por eso hay quienes pretenden alcanzar figuras anatómicas de las características afro, sentir una inexplicable sabrosura al escuchar una tambora y querer emprender un frenético baile, preferir colores vivos y brillantes a los claros, sentirse identificado con letras de cantaoras del pasado y del presente y amar locamente los platos autóctonos del Pacífico.


    La docente María Nangli Arboleda termina de organizar los turbantes de sus alumnas, antes de la presentación de Petronito 2016 #PetronioDigital

    Pues nuestro país es fruto de siglos de mezclas raciales, lo cual hace que muchos, sin tener tanta melanina es su piel, se sientan como si así lo fuera. En otros casos es al contrario, pues el entorno en el que se crece es un punto determinante del que será un comportamiento futuro. Con esto pretendo aclarar que no es regla ser Negro para sentirse negro o al contrario, ser Negro no lo hace negro.

    Así que si usted tiene uno de las anteriores particularidades presentes en su personalidad, o si con todas se sintió completamente descrito, usted hace parte de un grupo que aunque es denominado como “minoría”, son mayoría. Y puede llegar sin ningún problema a escuchar un Petronio Álvarez, disfrutar de un plato de camarones al ajillo acompañado de jugo de borojó, enloquecer por unas trenzas con chaquiras en el cabello, o hasta añorar un gran derrière.

     Leer #PetronioDigital: Petronito, la venta para dar a conocer mi municipio.

       Sara Inés hoyos Riascos

    Los brebajes Mágicos del Pacífico Colombiano.

    Las bebidas afrodisiacas son para un sin número de personas toda una leyenda del Pacífico colombiano. Se ha pensado por años que algunos néctares son la solución para inyectar vitalidad y potencia, a la hora del sexo. Lo único que ha podido determinar la ciencia es que estas “pócimas”, pueden proporcionar energía, por el alto contenido de vitaminas, carbohidratos, fructuosa y alcohol, que poseen.

    Se cree que las bebidas afrodisíacas aumentan el deseo sexual y la libido gracias a sus características. Las bebidas afrodisiacas son beneficiosas para el sexo

    Por: Sara Inés Hoyos Riascos

    Sin embargo nunca se ha podido comprobar científicamente que sean estimulantes sexuales.

    Tal vez solo sea un mito, nacido de la reputación que tiene la raza negra en los ámbitos amatorios, pues siendo ellos los grandes productores de estas bebidas, se piensa que se puede llegar a tener el mismo éxito si se toma lo que producen e ingieren. Probablemente sea real y los jugos naturales tengan como resultado un brebaje mágico que hace despertar al instinto que se lleva dentro del cuerpo.

    Alejándonos de los estudios científicos, de las leyendas y mitos, hay que reconocer que estas bebidas saben delicioso y aunque no se logre sentir nada más que un festín de sabores en la boca, son una experiencia necesaria e imperativa a la hora de visitar el Pacífico o s en los puestos de venta que se encuentran en toda Cali.

    Doña Consuelo se gana la vida produciendo y vendiendo Viche, Arrechón, Tumbacatre y Crema de Viche., Desde muy joven, esta mujer oriunda del Pacífico aprendió de su abuela y de su madre, cómo era el cuento de lo que después llamarían “bebidas afrodisíacas”.

    El Viche es un licor de tipo artesanal. Por siglos se usó como un remedio para curar dolores de cabeza y de espalda, como antídoto a las mordeduras de serpiente y como purgante. Heredado de sus ancestros, su producción está a cargo de las Sacaoras,. Se fabrica con jugo de caña madura destilado en alambiques, su sabor es similar al del aguardiente y el contenido de alcohol también. 
    El Arrechón es una mezcla de vino Sansón, canela, huevo de codorniz, Cola Granulada, leche, miel y borojó.

    Está también la crema de Viche, que contiene viche, leche, clavo de olores, hierbas aromáticas y canela.

    Por su parte, el ‘Baileys’ del Pacífico es el Tumbacatre; tiene una cuota de sofisticación por su sabor, está compuesto por Viche, leche, borojó, canela y clavos de olor.

    Los científicos no encuentran evidencia de que la excitación o la satisfacción sexual esté vinculada a bebidas específicas.

    Los precios que Doña Consuelo ofrece están entre los diez mil y los veinticinco mil pesos, pero cada visitante que pasa por su lugar de trabajo no se queda sin probar una copita esas deliciosas mezcolanzas de postres y licor afrodisíaco, con su inmensurable amabilidad.