¿De qué manera se puede ayudar a las personas que están privadas de la libertad?
Hay diferentes maneras. Como Comité Internacional de la Cruz Roja realizamos un trabajo verificando las condiciones de detención digna, también nos encargamos del restablecimiento de contactos de familiares con las personas privadas de la libertad, verificamos las garantías judiciales y el trato que se les brinda en las instituciones carcelarias.
¿Qué los impulsó a realizar esta campaña?
Vemos que a las personas privadas de la libertad en Colombia les falta voz y rostro, es decir, que no hay muchas instituciones que promuevan o hagan públicas las necesidades de ellas.
Conmemorando los 100 años de trabajo del Comité Internacional de la Cruz Roja con personas privadas de la libertad, decidimos hacer una campaña que se denomina adentro y afuera por medio de la cual queremos darles voz y rostro a estas personas y disminuir la estigmatización que existe sobre esta población, e invitar a las autoridades para que les brinden una mejor respuesta.
¿Qué los inspira trabajar para la Cruz Roja?
Personalmente, la gente, trabajar por la comunidad, por esas personas que más ayuda necesitan en estos momentos. Somos una organización de urgencia, estamos presentes cuando las personas más necesidades tienen, es gratificante ver una persona cuando se reencuentra con su ser querido, ver a un detenido trabajando en radio dentro de una cárcel, ver un desplazado que recibe su primera ayuda… son cosas que te llenan más que lo económico. Además, trabajar para la organización humanitaria más antigua y más grande del mundo es motivo de orgullo.
¿En el campo de cambio social, cree usted que este tipo de campañas generan algún cambio en la sociedad?
Personalmente considero que sí, porque los medios de comunicación se han unido a la campaña y la han visibilizado, se han interesado por la temática, muestran interés por ingresar a las cárceles y ver qué está pasando. A nivel de las instituciones, llevamos alegría, las personas privadas de la libertad y su familiares se dan cuenta que existe alguien o una organización que se interesa por ellos. Se necesitan cambios más grandes, pero consideramos que esta campaña es un punto de partida para un cambio social frente a las ellos. Estamos hablando de desarmar el lenguaje, de reconciliación, es en este sentido que estas personas pueden jugar un papel muy importante.
¿Coméntenos un poco sobre los cambios que ha visto frente a la labor que Ustedes realizan
Nos abren más fácil las puertas de las instituciones carcelarias, los internos son más abiertos con nosotros, nos cuentan sus problemáticas, confían más en nuestra organización y eso facilita más nuestro trabajo.
¿Qué posición tienen ustedes para contribuir al proceso de paz?
Como organización vemos con muy buenos ojos todas las iniciativas que puedan llevar a que quienes viven en zonas de conflicto disminuyan su vulnerabilidad, toda iniciativa que contribuya a que dejen de vivir en el marco de este conflicto nos parece bien.
Por ahora hemos tenido un rol logístico, hemos acudido al llamado de las partes en conflicto para el traslado de los negociadores de las FARC a La Habana, también hemos contribuido como expertos en Derecho Internacional Humanitario y llevando algunas temáticas a la mesa, y hemos instado a las partes a que hagan acuerdos parciales antes del acuerdo final en temas como desaparecidos, menores o temas relacionados con la afectación por contaminación por armas, en la afectación causada por restos de explosivos de guerra, artefactos explosivos improvisados y minas anti personas. Seguiremos acompañando el proceso, no es sentados en la mesa de negociación ni como mediadores, sino poniendo nuestra participación en derecho internacional humanitario, brindando la logística para el llamado de las partes.