El Cosplay, un estilo de vida

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Autor: Alexa Ramírez.

Facultad de Humanidades y Artes

Hoy es Inuyasha, mañana Naruto o Rurouni Kenshi, personajes de series japonesas animadas que acompañaron la infancia de toda una generación en los noventa. Durante el año, él es cualquier personaje que desee ser, vive la fantasía, puede blandir una espada o ser un dulce y tierno príncipe. Esta tarde, Diego Armando Pérez es sólo un joven común sentado en el sillón naranja de su casa. Allí se destacan su máquina de coser, un computador -herramienta vital para su empresa- y una pequeña biblioteca atiborrada de libros, mangas, series de Anime y una que otra figurita coleccionable.

Fortalecer este aspecto es importante para enfrentarse a agresiones como el ‘bulling’ que es bastante frecuente en este gremio; en competencia se generan muchas rivalidades y es un ejercicio de exposición al público, por lo tanto debe estar preparado emocionalmente a críticas. 

“Mi secreta identidad es Larry Moon”, se presenta con humor. Relata cómo se enamoró de este arte; “llegó a mÍ hace como cinco años, cuando la palabra ‘Cosplay’ todavía no estaba tan establecida; pero empezó a despuntarse gente disfrazada a los eventos pequeños que había en ese momento en Cali. Me parecía muy divertido ver la creatividad tan expuesta y la recepción de la gente”. 

Larry Moon, el alter ego de Diego, pasa de varios días diseñando y confeccionando sus creaciones, disfraces que usa para representar a los personajes elegidos, cambiando de forma camaleónica su aspecto para cada evento social y mostrando su experticia y talento para el disfraz. 

Contrario a lo que podría pensarse y a diferencia de otros cosplayers, Larry Moon asegura nunca haberse sentido realmente como uno de sus personajes, como otros colegas que siempre “están en situación”, es decir, interpretando todo el tiempo el personaje que han escogido. 

¿Qué es Cosplay?
Es la contracción de costume-play, juego de disfraces, y se usa para determinar la representación de un personaje o una idea en particular. Los más usados y comunes son personajes de cómics, Anime, manga y videojuegos. 

Diego Armando siempre se sintió atraído por las artes manuales, desarrolló sus habilidades y hoy es un diseñador gráfico de 32 años de edad, egresado de la Academia de Dibujo Profesional. Trabaja como freelancer y se gana la vida alimentando la actividad que más disfruta, el Cosplay. Además, importa mercancía como pelucas y accesorios, oferta series de Anime y en su página de Facebook comparte paso a paso cómo elabora algunos de sus proyectos, resuelve inquietudes de sus admiradores y aconseja a cosplayers en desarrollo. 

Con experticia recrea personajes en tres dimensiones que usualmente viven en dos, crea un espacio para la convivencia entre la realidad y la ficción, diseña los patrones y modelos para su disfraz y busca los materiales precisos para la elaboración de su producto. “Qué pereza salir a buscar telas y no encontrar la indicada. Not funny”, dice en su más reciente estado de Facebook.
Trabaja desde su casa, cuando su proyecto es muy ambicioso consigue ayuda de amigos y recibe asesoría de su padre en la elaboración de accesorios o armas. 

El Cosplay le ayudó a afianzar lazos familiares: “mi papá siempre fue figura proveedora, asi que no nos veíamos mucho, al fallecer mi mamá me interesaba lo que él hacía y me servía, conectamos a nivel Cosplay”.En Cali, el Centro Cultural Comfandi sirve como escenario para el libre desarrollo del Cosplay. Mensualmente, jóvenes de diversas edades comparten allí su afición por la cultura de Asia oriental, los videojuegos, cómics, entre otros. En la actualidad el evento mensual Shinanime alberga alrededor de 1500 personas. 

Los retos de un Cosplayer 

En Colombia, desempeñarse como Cosplayer no es fácil, se requiere de mucha creatividad, conocimiento en manejo de materiales, presupuesto y actitud.
La apariencia física es uno de los obstáculos y aquí radica su arte, Larry dice que “había muchas figuras físicas que yo quería llenar y no podía…, me dije a mí mismo, ¡todo se puede solventar!, siempre hay una faja para quitarme lo gordito, unos lentes para el color de los ojos, unos zapatos para ganar estatura, la autoestima fue la que trabajé inicialmente porque no me sentía bien, no me agradaba a veces a mí mismo”. 

Fortalecer este aspecto es importante para enfrentarse a agresiones como el ‘bulling’ que es bastante frecuente en este gremio; en competencia se generan muchas rivalidades y es un ejercicio de exposición al público, por lo tanto debe estar preparado emocionalmente a críticas.
Larry aconseja documentarse sobre el personaje, estudiar sus movimientos y gestos en detalle y sobre todo respetar el personaje; además, ”manejar el ego. No dejes que el ego te gane; trabaja en una buena interpretación y cuida la autoestima”. 

Larry es uno de los más reconocidos en esta actividad en Colombia. Por eso, después de haber representado al país a nivel competitivo, ahora disfruta participando como jurado en diversos certámenes similares. “Desde siempre, Halloween ha sido mi fecha favorita del año, ahora disfruto más saliendo un 31 de octubre a mirar los disfraces de los demás que disfrazarme, yo ya lo puedo hacer cualquier día del año”. 

En Colombia, desempeñarse como Cosplayer no es fácil, se requiere de mucha creatividad, conocimiento en manejo de materiales, presupuesto y actitud. 

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