Terminó el plazo para los taxistas sin EPS en Cali

El Ministerio de Salud y Protección Social establece medidas para que los conductores de taxi se afilien al SGSSS.


Por: Andrés Felipe Maya Viera

@felipemaya_

Algunos conductores de servicio de transporte público de Cali no están a gusto con las medidas tomadas.

A partir del primero de septiembre, tras cumplirse el plazo de dos meses que el Ministerio de Trabajo dio a los taxistas, se les negará la renovación de la tarjeta de control a quienes no estén afiliados a Seguridad Social.

La medida fue implementada para que ningún conductor de transporte público quede por fuera del Decreto 1047 de junio de 2014. Pues hay quienes no tienen claro el impacto de dicha ley que establece que todo trabajador de Taxi debe pertenecer al Sistema Integral de Seguridad Social.

Para este caso, las afiliaciones y los gastos correspondientes a salud, pensión y riesgos laborales serán asumidos por el taxista, quien hará los pagos directamente con la entidad que esté afiliado.
“Tuve que retirarme como beneficiario de la EPS de mi esposa para pasar a ser cotizante. Debo pagar $211.000 mensuales que incluyen salud, pensión y ARL. Por lo que no estoy de acuerdo que los taxistas asumamos en totalidad los costos de la seguridad social sin ningún tipo de subsidio. Además de ser una obligación, porque sin la tarjeta de control no podemos trabajar de manera legal”, relata Samuel Rojas, conductor de taxi hace 15 años.

En cuanto a los taxistas que estén afiliados al Sisben, la ley estipula que deberán suspenderlo para pasar a las Entidades Prestadoras de Salud, puesto que es un trabajador independiente que labora libremente, así lo establece el Decreto.

Entre tanto, este es el nuevo requisito que se les exigirá a los conductores que soliciten la tarjeta de control, como mecanismo proveniente del Gobierno que asegura que las condiciones de seguridad y calidad tanto de los usuarios como los conductores de servicio público mejoren.

MAQUETÍSMO: El mundo en Caricatura

Llevar el mundo real a unas pequeñas, medianas y grandes caricaturas. Ese es el reto que desde el Taller de maquetismo se les plantea a los estudiantes de la Universidad Santiago de Cali en un proyecto de esparcimiento que busca crear lazos entre los jóvenes y personas distintas a aquellas con las que se relacionan cotidianamente.


Por: Alvaro José Naranjo Silva
 @AlvaroJoseN91

Dentro de la Universidad existe un espacio creado por Bienestar Universitario, con la ayuda de la Gerencia y la Coordinación de Arte y Cultura, en donde se desarrollan talleres, no solo para los estudiantes sino para toda la comunidad santiaguina, con el objetivo de trabajar las cualidades creativas e innovadoras para la realización de figuras llamativas.

La actividad es gratuita y está a cargo de Jesús Ángel Baena Lozano, quien lleva trabajando en este arte hace más de seis años. Baena considera que el mundo mágico de la caricatura es la mejor forma de expresar la locura que uno lleva por dentro como persona.

Al principio, este taller fue abierto para los estudiantes de Salud (Medicina, Fisioterapia, Odontología y Fonoaudiología) para trabajar la motricidad fina, permitiendo mejorar sus movimientos y para que hubiera mayor coordinación en sus manos y dedos a la hora de sus prácticas. Para muchos es un espacio divertido, ya que pueden realizar dibujos de personas reales y convertirlas en unas imágenes caricaturescas.

Ahora no solo asisten estudiantes de las carreras de Salud, sino que los niños son los más entusiastas en participar en los talleres. El sitio de trabajo se encuentra en el Bloque 2, piso 3 de la Universidad.

Muy pronto, ésta será la primera Universidad en la ciudad en crear un museo de “Anatomía Humana y figuras fantásticas”, con el objetivo de mostrar a estudiantes, profesores y personas externas diferentes figuras del cuerpo humano, pero de una manera creativa. Esta será una oportunidad para que los estudiantes demuestren sus cualidades artísticas.

¡ANÍMATE YA!

EL PUENTE DE LAS PROMESAS

Cali tiene un puente del amor, que nada le envidia al de la ‘ciudad luz’.


Por: María Camila Cardona

@camicardona048

A tan solo unos cuantos metros de la Calle del Pecado, en el nuevo puente peatonal que une el Bulevar de la Avenida Colombia con el CAM, las parejas caleñas demuestran su amor sellándolo con un candado.

Adaptando una tendencia europea en la que los enamorados ponen candados en las barandas de un puente de Francia, conocido como  Pont des Arts (Puente de las Artes), los caleños dejan en evidencia sus sentimientos por medio de estos candados que decorados de diferentes formas, significan sus promesas y su compromiso mutuo.

Cali no es la única ciudad que se ha sumado a esta tendencia, estos candados de amor se han propagado por lugares del mundo como Nueva York, Londres, Seúl y hasta en la Muralla China. Sin embargo, aunque en un menor número, ya se ve cómo va aumentando el de la capital vallecaucana.

Carlos, habitante del sector, cuenta cómo le llamó la atención ver a las parejas dejar estos candados con nombres y expresiones cariñosas: “Hasta ahora, ese puente se conoce como el que une la Avenida Colombia con el CAM, pero me parecería bonito que no sea un puente más, si no que tenga una identidad, podría llamarse, por qué no, el puente del amor”.

Paola es una joven que transita todos los días por esta zona para dirigirse a su trabajo: “Considero que no es tan bueno eso de andar copiando tendencias externas, nosotros tenemos originalidad, por qué no hacer cosas nuevas y nuestras; aparte ,ese puente en Francia se cayó, ojala no dañemos este”.

Actualmente, en el puente hay ocho candados y aunque no se sabe qué pasará con esta nueva tendencia, sólo se espera que no tenga el mismo destino dramático que tuvo el  ‘Pont des Arts’.

EL ROLLER DERBY, UNA ALTERNATIVA FEMENINA

En un principio, los deportes fueron creados por hombres para hombres, pero con el paso de los años y los derechos de igualdad, las mujeres se vieron cada vez más involucradas en los juegos y ejercicios que eran exclusivamente masculinos, tales como Rugby, fútbol, baloncesto y artes marciales entre otros.


Por: Kelly Johana Callejas López (@kellycallejas)

Ana Julieth Saavedra Sánchez (@anajsaavedra)

Sin embargo y en contra de las características que movieron a los deportes mencionados anteriormente, nació el Roller Derby, un deporte salido de lo convencional, donde no hay presencia de balones, aros, raquetas, arcos o de cualquier otro instrumento deportivo fuera del par de patines de cada jugadora. Aquí se le da prioridad a la planificación de estrategias, al contacto físico y a la velocidad durante los partidos que duran una hora.

Tiene su origen en EE.UU y fue creado por mujeres para mujeres; en él se rompen los esquemas del machismo y se la aprecia fuerte y activa sin dejar atrás su rol femenino.
Aunque en Colombia no es un deporte patrocinado y no tiene apoyo económico y gubernamental, como el que sí se brinda en países como España, Chile o Estados Unidos, existen diversos equipos que se enfocan en enseñar y mejorar las técnicas para aplicarlas en las competencias nacionales e internacionales.

Uno de estos equipos es “Radiactivas Roller Derby”, formado en 2012 en Cali; sus integrantes fueron pioneras en esta ciudad. El conjunto se integró producto de una fusión entre “Rolling Rouge” y algunas ex-jugadoras del equipo Bloody Runners. Ha ganado múltiples reconocimientos a nivel nacional.

Para competir, las jugadoras deben llevar siempre equipo de protección. Las integrantes de Radiactivas y su entrenador siempre cumplen con esas normas.

 VIDEO: Entrenamiento de ellas

DE LA GUITARRA ELÉCTRICA AL TROMBÓN

DE LA GUITARRA ELÉCTRICA AL TROMBÓN

Autor: Víctor Gil Nossa.

Facultad de Humanidades y Artes

Para nadie representa un secreto que el rock en Cali existe, pervive y se mueve entre las esferas, inclusive públicas, de una ciudad que sabe y siente más bien caliente. En Cali hasta el rockero es salsero, pues primero fue caleño antes que rockero y caleño que se respete baila salsa. Por eso es que en lugares como la salsoteca de Heberth, ubicada en un afortunado espacio entre la quinta y la Roosevelt, se ven más bien melenas y chaquetas, más bien botas que zapatos de charol.

La salsa ha sido sometida a diversas tergiversaciones y degenerada al nivel de una pista estéreo y versos insustanciales repetidos, y los defensores en la última línea del sonido exquisito del tres cuartos, las grandes orquestas y los solos prodigiosos son los que alguna vez frecuentaron la loma de la cruz y alterno bar, Letanías, Lennon, La mancha, Casa amarilla y algún desmadre en la calle del pecado. 

Se ha desplazado con el tiempo un imaginario del promedio calentano, bailador y tropical que se sale con creces de lo que se ha gestado en la cultura de la ciudad, unos dirán que, por falta de espacios alternativos, otros tantos dirán que esto ya se ha dicho mucho de Cali, y los más inteligentes deducirán que todo esto tiene una relación, que no hay cabo suelto en una sociedad que no sea consecuencia de la decadencia, y de la resiliencia. 

Cali no goza de festivales importantes de rock de manera continua y se dice del rockero que su adjudicación de un estilo de vida diferente es más bien cuestión de amor. Reconozco que lo es mencionando que los pocos festivales que existen en la ciudad se sostienen de los fondos de los mismos organizadores y de gestiones apoteósicas que libran frente al heraldo público para ganarse unos centavos. 

Esto ha empujado a las nuevas generaciones a explorar fusiones y otras alternativas latinas mejor vistas por los moradores culturales, dotados de ese buen tacto por los sonidos más complejos, y es ahí donde se evidencia una supuesta crisis de identidad cultural bastante propia de nosotros, que adoramos la salsa sin ser nuestra, pero ¿cómo no adorarla? Si ha acompañado la cotidianidad de Cali y ha redefinido la vida de miseria en las calles, empoderándose de una manera más amable, de fenómenos que de otra forma serían horrores propios de una guerra civil. 

A falta de festivales de rock, pues se perdió en el olvido el mayor festival organizado por la alcaldía de Cali, se empezaron a gestar espacios dedicados a los viejos vinilos y la salsa dura, creados por agentes vinculados a las artes en diferentes aspectos, como es el caso del señor Ospina y su afamada Topa Tolondra, o incluso se diversificaron espacios que ya existían dedicados a lo mismo por tradición, como es el caso de Tintindeo. Para la grata sorpresa de muchos, las nuevas generaciones que antes hacían rock, ahora se dedican a compartir uno que otro desvarío sonoro y como no, ni más faltaba; a bailar salsa como es y cómo se debe. 

La salsa ha sido sometida a diversas tergiversaciones y degenerada al nivel de una pista estéreo y versos insustanciales repetidos, y los defensores en la última línea del sonido exquisito del tres cuartos, las grandes orquestas y los solos prodigiosos son los que alguna vez frecuentaron la loma de la cruz y alterno bar, Letanías, Lennon, La mancha, Casa amarilla y algún desmadre en la calle del pecado. 

Lo que es entendido para muchos como una crisis de forma, es para ellos una deformidad de forma, de medios, de alternativas, y la manifestación perpetúa de una ciudad de incertidumbres que cada vez desplaza más los espacios convergentes, para abrirle paso a una cultura de autogestión, pero ellos han decidido con ahínco saborearse la vida pese a la violencia y falta de oportunidades, y ponerle cara al asunto de nuevamente defender lo que no es nuestro y revelada la verdad es que no somos hijos de nada, pues si algo tienen en común la Salsa sabrosa y el contestatario Rock and Roll, es que no son de acá, pero han definido lo que somos. 

Cali no goza de festivales importantes de rock de manera continua y se dice del rockero que su adjudicación de un estilo de vida diferente es más bien cuestión de amor. 

Escucha La Radio USC

Otros recomendados…

EL CIELO ESTÁ AHÍ

EL CIELO ESTÁ AHÍ

Saliendo del bus, cansado pero sonreído por la esencia chibcha en la querida hora pico, mi mente-cual película- se apartó de la bulla y se concentró en una lágrima silenciosa que generó un gran eco en mi alma. Me acerqué a secarla y pregunté a la fuente de aquel...

read more

VISITA EMPRESARIAL AL DIARIO EL PAIS

Los estudiantes del área de Géneros y Formatos Periodísticos,  dictada por la docente Olga Behar en la Universidad Santiago de Cali, realizaron  la visita empresarial al Diario El País. El objetivo era  aprender sobre el funcionamiento de este importante periódico,...

read more
Un vistazo a la realidad

Un vistazo a la realidad

La última clase de la materia Géneros y Formatos Periodísticos fue sin duda la más memorable para los estudiantes que la cursaron; tuvieron la oportunidad de hacer una visita empresarial al diario el país, que es el lugar al que muchos desean llegar a desempeñarse...

read more
CONOCIENDO UN MUNDO TOTALMENTE DIFERENTE

CONOCIENDO UN MUNDO TOTALMENTE DIFERENTE

Cuando escogí la materia de Periodismo Social para cursar en este semestre tenía la incertidumbre de  saber cómo se desarrollaría; por chismes de pasillo sabía con antelación que iría al Centro de Formación Juvenil Buen Pastor de Cali, también era la primera vez...

read more
UN DIPLOMA AL AGUANTE

UN DIPLOMA AL AGUANTE

Una promoción más, un galardón a la paz; un golpe a la indiferencia de un colectivo de universitarios e infractores, lleno de almas dispuestas a hacer frente al oprobio, alzando bandera por la oportunidad. La USC sigue girando historias con el movimiento ‘Plan...

read more

PLAZA CAYZEDO, EN MEDIO DE LA INFORMALIDAD

Es muy común ver a diario gran cantidad de vendedores que transitan por las calles ofreciendo a sus clientes productos necesarios, útiles y a bajo costo, con la justificación de llevarles de comer a sus familias.


Por: Claudia Lorena Lasso Cuéllar

@claudita193


Las cifras lo confirman: “en Colombia, según el Dane, los pobres llegan a 14 millones y en Cali a 508.000” Tomado del blog Esto sucede a pesar de que diferentes gobernantes sostienen que la pobreza ha disminuido a su mínima expresión.

Los vendedores de las calles son objeto de condiciones inciertas de trabajo, falta de seguridad social y múltiples prohibiciones, entre otras.

De acuerdo con el artículo 4.6.1 de los derechos colectivos, “…Cuando una autoridad local se proponga recuperar el espacio público ocupado por vendedores ambulantes titulares de licencias o autorizaciones concedidas por el Estado, este deberá diseñar y ejecutar un adecuado y razonable plan de reubicación de dichos vendedores ambulantes de manera que se concilien en la práctica los intereses de pugna”. Decisiones que uno a uno, los mandatarios locales han ido aplazando.

Un claro ejemplo se ve en la Plaza Cayzedo, donde día a día es común encontrarse con ventas que van desde agua hasta cigarrillos. Policías de la zona, vendedores y encargados del espacio público, cada uno tiene su propia versión.

Las contradicciones aparecen cuando se les pregunta a vendedores y encargados del espacio público sobre las ‘recogidas’; algunos trabajadores ambulantes como Alexander aseguran que “aquí es prohibido trabajar, los policías sacan a los trabajadores por la mañana, al medio día, por la tarde, todo el día”.

Carlos Navia, encargado del espacio público, argumenta: “nosotros pasamos a socializar con los vendedores y advertirles que su permanencia en la Plaza es indebida, días después de realizada la gestión llegamos con la policía en un carro grande negro, para recoger la mercancía de quienes omitieron el aviso”.

Además, algunos vendedores aseguran que deben pagar por recuperar sus cosas. “Cuando la policía realiza los desalojos, se nos llevan el puesto con el surtido y para sacarlo, hay que pagar 300 mil pesos en el CAM”, expresa Viviana.

Pero Navia contra argumenta que “a los trabajadores no se les cobra multa al momento de hacer la devolución de sus pertenencias. Lo único que no se les devuelve son cigarrillos, piratería y licores; de resto, pasados aproximadamente quince días, todo se les devuelve con la constancia de entrega (que se les elabora) cuando se recogen las cosas”.

Ninguno de los vendedores tiene permiso en la Plaza, pues al ser considerado un atractivo turístico, se piensa que los trabajadores ambulantes entorpecen el paso de propios y visitantes; aun así, es muy común encontrar ventas de dulces, agua, jugos, tintos y demás productos.

Otra de las mencionadas contradicciones queda en evidencia, cuando el auxiliar de policía Gaviria asegura que “en la Plaza Cayzedo se respeta la antigüedad (más de 20 años) de los trabajadores informales”, lo que significa que son personas a quienes no se les ‘toca’ la mercancía. Asegura además que “son ellos mismos quienes se encargan de cuidar el espacio de los nuevos vendedores que llegan a posicionarse”.

Sin embargo, Navia manifiesta que “después de que sea venta ambulante, no puede estar en esta zona. Aquí, no hay ningún vendedor ambulante al que se le respete la antigüedad y nadie tiene permiso, por lo menos no en esta zona”.

Pero asegura que a los vendedores de frutas, ‘mecato’ y demás alimentos no se les incauta la mercancía; “las personas que venden esos productos, no tienen problema, siempre y cuando no estén siempre en el mismo lugar. Si se estacionan, pasa a incautárseles los excedentes, es decir, sillas, sombrillas, carpas y estos elementos son devueltos 15 días después”.

Es muy común ver a los emboladores; en el sector de la Plaza Cayzedo se les permite ubicar siempre y cuando tengan un cliente; de no ser así, se les informa que deben moverse del lugar.
William Saavedra, un santandereano obligado a vivir en Cali y lustrador con cinco años de antigüedad, asegura que nunca le han quitado las cosas porque “cuando los veo cerca, escondo la caja, o salgo y me voy porque ya sé la vuelta”.

“A veces, cuando ellos (Espacio Público) no vienen tan temprano, nos ubicamos en una banca y después estamos un rato en una parte, otro rato en otra y así, hasta que por ahí a las cuatro de la tarde ellos se van”, agrega Saavedra.

Álvaro, otro de los vendedores ambulantes de la zona, dice que siempre ha estado ahí y a pesar de que le han hecho advertencias, nunca le han quitado la caja en la que comercializa cigarrillos. “Yo me paso el día dando vueltas por acá, y sé que el día en que me quiten la caja no me la devuelven, por el producto que vendo, y que si la recogen toca pagar una multa, dizque de 200 mil”.
En medio de contradicciones, días soleados y en muchos casos ventas difíciles, la jornada llega a su fin y con ella se acaban los miedos que durante el día persisten por la posible aparición del ‘Lobo’, que no avisa cuándo vendrá, sólo aparece y en medio de sus feroces dientes, se lleva la única opción de quienes trabajan en medio de la informalidad.

Galeria de fotos:   

Fotos por: Johana Castillo @johacastillo331