El Cine Sordo toma fuerza en Cali

El Cine Sordo toma fuerza en Cali: inclusión, arte y cultura desde la Universidad Santiago de Cali

Por: Maria José Paz López

Facultad de Humanidades y Artes

El cine no solo es imagen y sonido; también es lenguaje, identidad y encuentro. Con esa premisa, la Universidad Santiago de Cali fue sede del Festival Colombiano de Cine Sordo (FECISOR), un evento que celebra la diversidad y promueve la inclusión de la comunidad sorda en el ámbito audiovisual. En su segunda edición, el festival se consolida como un referente en el país, reuniendo invitados nacionales e internacionales, instituciones académicas, entidades culturales y representantes del Instituto Nacional para Sordos (INSOR).

El docente e investigador Sandro Buitrago, de la Facultad de Humanidades y Artes, participó activamente en la jornada y compartió su experiencia desde la academia, donde ha impulsado proyectos y líneas de investigación sobre la enseñanza del cine a personas sordas.

“Es muy importante que la Universidad se vincule con este tipo de iniciativas, porque la academia puede lograr unificar los diferentes espacios donde la comunidad sorda se mueve y se atreve un giro hacia la enseñanza y la formación formal en cine”, explicó Buitrago.

Hay muchos creadores que vienen trabajando, pero estos espacios son los que les da visibilidad y la posibilidad de formarse...

El docente, quien actualmente adelanta su tesis doctoral sobre la enseñanza del cine a personas sordas, destacó que el festival no solo busca visibilizar las producciones realizadas por la comunidad sorda, sino también crear oportunidades de participación y diálogo entre personas oyentes y sordas.

“El objetivo es lograr que se reconozca la participación de las personas sordas en el sector audiovisual. Hay muchos creadores que vienen trabajando, pero estos espacios son los que les da visibilidad y la posibilidad de formarse y compartir con otros profesionales”, añadió.

Durante el evento se presentaron producciones que abordaron temáticas cotidianas, historias de ficción y piezas de humor, alejándose de las narrativas centradas en la discapacidad o la victimización.

“Lo más interesante es que las películas no se muestran desde la lástima, sino desde la creatividad, la comedia y la vida misma. Es cine hecho por personas sordas, pero pensado para todos los públicos”, afirmó Buitrago.

Más allá de las proyecciones, el festival abrió un espacio para el debate sobre los derechos culturales, la accesibilidad, la educación y el reconocimiento de la “cultura sorda”, un concepto que trasciende la discapacidad auditiva para afirmar una identidad colectiva construida a partir del uso de la lengua de señas y el sentido de comunidad.

“El cine sordo nos permite conocer otra forma de ver el mundo. Ser sordo no es solo una condición médica, sino pertenecer a una comunidad por su propia cultura, valores y modos de comunicación”, expresó el docente.

El FECISOR, que este año se desarrolla también en otros escenarios de la ciudad, ha contado con el respaldo de diversas organizaciones y colectivos que promueven la inclusión desde el arte. Para la Universidad Santiago de Cali, su participación reafirma el compromiso institucional con la diversidad, la equidad y la construcción de una sociedad más accesible e inclusiva.

“El cine sordo es una forma de comprender la vida desde otros puntos de vista. En Cali hay una comunidad sorda muy activa, y estos espacios nos permiten conocernos, reconocernos y valorar la diferencia”, concluyó Buitrago.

Con iniciativas como el Festival Colombiano de Cine Sordo, la Universidad Santiago de Cali continúa fortaleciendo su compromiso con la cultura, la inclusión y el pensamiento humanista.

El objetivo es lograr que se reconozca la participación de las personas sordas en el sector audiovisual.

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LA USC EN ASCENSO

El desarrollo sigue irrumpiendo en la Universidad Santiago de Cali; día a día se tejen alas, piso a piso su proceso escala.


La USC, que actualmente se encuentra en obra, además de señalar una permanente construcción, hoy se viste de progreso palpable: Los ascensores ya están listos.

Se abren las puertas al desarrollo

Mejorando la infraestructura de la institución con ese nuevo medio de movilización, la entidad apunta hacia arriba con cada acción innovadora que ofrece una mayor comodidad a sus estudiantes, promoviendo la inclusión de las personas discapacitadas y mejorando la movilidad del estudiantado.

Este 8 de agosto, la comunidad santiaguina recibió la buena nueva. Desde hoy, los bloques 1 y 4 cuentan con dichos artefactos.

La inclusión en su vida
Las comodidades sacan sonrisas.

  

VJ 

“Yo soy bonita, así esté en una silla de ruedas”: Vicky y su Charcot

“Yo soy bonita, así esté en una silla de ruedas”: Vicky y su Charcot

Autores: Tatiana Sánchez | Sofia Vinasco.

Facultad de Humanidades y Artes

Cuando se cree en una misma, los límites desaparecen, eso enseña Vicky Monroy (24 años), quien padece de una enfermedad llamada Charcot-Marie-Tooth, que le fue  diagnosticada a sus 2 años de edad. Esto no le impidió ser lo que es hoy en día y demostrar que para soñar no hay impedimentos; es estudiante de publicidad de la Universidad Santiago de Cali, nadadora profesional, modelo de inclusión y creadora de contenido. 

Me generaba muchas frustraciones ver a chicas de mi edad haciendo cosas que quizás yo no podía, un caso específico, es que yo no puedo usar tacones, porque me puedo caer y tampoco me ponía vestidos, por inseguridad; además, tengo cicatrices de mis cirugías, lo que ocasionaba que mi autoestima decayera.

¿Qué la hizo llegar a Cali? 

Soy de Bogotá, pero hace 6 años mi madre vive en Cali y al terminar el colegio me vine con ella, empecé a estudiar inglés y 3 años después me devolví a Bogotá a estudiar sociología en la universidad Santo Tomás, donde hice dos semestres. Pero algunos factores me hicieron retirar, como que no cuenta con la infraestructura para que yo me pudiera mover libremente, además estaba viviendo sola y la parte económica influye mucho también, por eso decidí devolverme a Cali. Estudio gracias a una beca de una fundación y averigüé si podría utilizar la beca para seguir estudiando algo diferente, es cuando me enteré de la USC. 

¿Por qué decidió empezar a subir contenido?  

Al principio mi canal era deportivo, se llamaba actividad física para todos, mi objetivo era motivar a personas con discapacidad a ejercitarse, ya que en Internet hay muy poca información acerca de esto, empecé a grabar mis ejercicios, pero no era tan fácil, pues los permisos para grabar en los gimnasios eran difíciles de conseguir, así que decidí empezar a hablar de mí, titulando al canal Vicky y su charcot, donde empiezo a hablar de mi vida con discapacidad, mis inicios en el modelaje, en el deporte y cómo vivo, creo que ha sido una experiencia muy chévere porque puedo llegar a más personas que quizás vivan lo mismo. 

¿Cómo se inició en el mundo de la natación, cuando vivía en Bogotá? 

De forma terapéutica, ya que mi enfermedad no tiene cura, pero sí se puede tratar con terapia física y procedimientos quirúrgicos; mi tía conoció a un entrenador que estaba trabajando con discapacitados, entonces le habló de mí y empecé a entrenar con él, nunca me imaginé ser deportista. Meses después me convocaron para la Liga de Bogotá. All año, pasé a ser selección Colombia. Fue un proceso muy rápido y bonito, y lo que soy hoy me lo dio el deporte, esa independencia y esa capacidad de ver qué puedo hacer todo lo que me proponga. 

¿Cómo se convirtió en modelo de inclusión? 

Me generaba muchas frustraciones ver a chicas de mi edad haciendo cosas que quizás yo no podía, un caso específico, es que yo no puedo usar tacones, porque me puedo caer y tampoco me ponía vestidos, por inseguridad; además, tengo cicatrices de mis cirugías, lo que ocasionaba que mi autoestima decayera. Siempre me gustó el modelaje, pero nunca había visto una modelo con discapacidad, eso hacía que pensara que no podía hacerlo, hasta que un día dije: si no hay nadie, yo voy a ser la primera; entonces, empecé a investigar, descubriendo que sí había modelos con discapacidad, pero en su mayoría estaban en otros países. Luego encontré un diseñador que me brindaba la oportunidad de modelar, con mucho esfuerzo me di cuenta de que la belleza es subjetiva y de que todos realmente somos bellos, yo soy bonita, así esté en una silla de ruedas y me acepto como soy.   

¿Qué anécdotas ha vivido dentro y fuera del ambiente universitario? 

Algo muy chistoso que pasa en la Santiago es que cada vez que llueve se va la luz y a veces tenía clase en un tercer o segundo piso y no podía usar el ascensor, entonces me daba mucha impotencia no poder subir, de hecho una vez perdí clase y luego el profesor bajó a explicarme lo que habían hecho; en el aspecto positivo, la posibilidad de movilizarse con mucha facilidad es algo muy chévere, puedo ser súper independiente, si quiero ir al baño, a la cafetería o a la piscina, la universidad me lo permite, no tengo esa limitación que tenía antes en la otra universidad. 

¿Cúal es la imagen que desea proyectar a personas que tengan alguna discapacidad? 

Cada persona tiene su drama diferente y ninguno es menor al otro, la imagen que deseo proyectar es que no está mal sentirse triste o diferente, pero que todos tenemos derecho a salir adelante, y el hecho de que otra persona vea mis videos y se sienta motivada a lograr sus sueños es muy gratificante. Quiero que vean que no hay que enfocarse solo en lo malo, porque si yo lo hubiera hecho, no sería lo que soy hoy. 

 

 …mi enfermedad no tiene cura, pero sí se puede tratar con terapia física y procedimientos quirúrgicos.

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