El presidente es Trump y ¿A mí qué?

Ese era mi pensamiento antes de escuchar otros puntos de vista. A nosotros qué carajo nos importa el presidente de gringolandia.Pues mi querido amigo, sí nos debe importar, y mucho, pues aparte de que son una potencia a nivel mundial, Colombia tiene bastante que ver con Estados Unidos.


En el año 2012, Colombia firmó un Tratado de Libre comercio con EE.UU, lo que significó una especie de apertura económica, basada en el propósito de ayudar a los empresarios de ambas naciones. Envíos e importaciones a bajo precio. Ahora es casi seguro que van a subir los aranceles para los exportadores.

El magnate maneja un discurso de guerra y poco menciona la palabra “paz”. Esto puede significar que poco o nada le importa nuestro proceso con la guerrilla de las Farc, perderíamos un apoyo grande.

Además, el odio por los latinos es un ítem importante. La construcción de su famoso muro nos pone en la atmósfera de Berlín, la que divide a las naciones como si se tratara del racismo del Siglo XXI, el que aparentemente es normal y sobre el que se puede hablar en cualquier lado sin ningún pudor.

Antes de dejar su puesto en la Casa Blanca, Barack Obama se refirió al multimillonario como un hombre de negocios y aseguró que no se interesaba por sus trabajadores, solo por sus multimillonarias ganancias. También dijo textualmente: “Un hombre que ha pasado setenta años en la tierra sin interesarse por las personas no puede ser tu voz, no es tu campeón”.

Con Trump en el poder, ahora sí que Dios bendiga a América. 

 Francesco Zucconi 

  @ChescoZucco

EL TRUMPAZO

Lo que sucedió en los EEUU es un trumpazo, es decir, un golpe políticamente incorrecto. Un golpe fuerte y definitivo. Una victoria inesperada de un actor político no reconocido hasta ahora, pero que viene expresándose en diversos lugares contra la real politik de la post guerra fría.


El trumpazo tuvo su primer golpe en el jab del Brexitde Gran Bretaña, cuando congeló a la Unión Europea y al modelo integracionista supranacional, para regresar al esquema aislacionista.

El trumpazo tuvo su segundo golpe cuando con un Uppercut Colombia decidió para asombro del mundo decir NO al plebiscito de los acuerdos de paz. Fue un NO marcado por el escepticismo, la duda y reclamar una forma más incluyente de hacer política.

El trumpazo, finalmente, tuvo un tercer asalto con tres golpes seguidos de Donald Trump; un crochet al establecimiento político norteamericano cuando se impuso como candidato en las primarias del Partido Republicano, un hook al Partido Demócrata quitándole las bases sociales de trabajadores urbanos, trabajadores del campo, y un poderososwing, que humilló a los medios de comunicación y analistas políticos con su victoria dada por imposible.

El trumpazo viene develando la importancia de hacer nuevas y más profundas lecturas de la sociedad actual. La globalización no puede significar desconocer como ha sucedido en los tres casos mencionados Gran Bretaña, Colombia y EEUU. Sin duda la falsa homogenización que llevará al socialismo llamado real al fracaso vuelve a manifestarse irónicamente en este mundo globalizante y globalizado.

La nueva época refleja un claro choque de dos generaciones: la millenium, en la que las tecnologías,  el individualismo, los microcosmos culturales hacen movernos en sendas inéditas frente a una generación  de cierre de los 50, que ahora decide resistirse a los cambios de época con un profundo conservadurismo.

El trumpazo llama a saber reinterpretar la realidad en forma compleja. A entender la sociedad como una multitud de universos desde diversas miradas demográficas, socioculturales, religiosas y étnicas en donde las tesis interculturales de la globalización ocultaron falsamente esa diversidad.

Las emociones, los sentimientos, los valores, los miedos no son matemáticamente exactos o medibles y justamente esos fueron los que invirtieron las encuestas en los grupos de personas desechadas por determinada razón. Los humanistas tienen un enorme reto; la sociología, la antropología cultural, la filosofía y la psicología social, la comunicación y la publicidad deben cuestionarse sus paradigmas, su modo de interpretar al mundo.

El trumpazo es verdad, la sociedad está actuando, moviéndose de forma muy diferente y puede ser que estemos equivocados los que hemos perdido.

Pedro Pablo Aguilera

@841790

EL CASINO TRUMP ESTÁ ABIERTO

¡¡¡NO, no me digas eso!!!,, me decía un amigo cuando leyó hace unos meses exactamente el 23 de marzo  en este medio, una columna que asombró a muchos ¨TRUMP: ¿EL URIBE DE LOS GRINGOS?¨. Hubiera deseado haberme equivocado pero cada día se hace más posible tal opción. Una opción desastrosa para todos incluyendo desde los propios EEUU hasta cada país  de este mundo.


Donald Trump ya ganó. Es una victoria del populismo, en este caso de derecha; aun cuando no ganase las elecciones. Es la crisis de modelo bipartidista norteamericano como ha sucedido en muchos países recientemente y para solo mencionar un caso, España. Es el voto de castigo de los votantes a la ¨clase política tradicional¨; la búsqueda de ¨nuevos líderes¨ que nos hagan pensar que ese pude o puedo ser yo. Es la versión siglo XXI del todo vale y todo se puede. Es hacer realidad el reality show ¨EL APRENDIZ¨, pero en la política.

Nada ha importado que Trump sea xenófobo, que sea un maltratador de mujeres, un fundamentalista aislacionista – proteccionista radical frente a la globalización y un Rambo de la política exterior. El demuestra que el llamado anti candidato, ha roto los esquemas de cómo hacer política, ha sumado a unos electores considerados desechables por los analistas y se hace cada vez más fuerte a tres días de las elecciones. Hoy nada está decidido, pero todo es muy claro para el futuro de la política de los EEUU y es que varias serían las razones hay para que Trump gane.

  • Hay un voto de castigo de los ¨socialistas¨ de Bernie Sanders, ellos – en especial los jóvenes y afroamericanos -, están enviando un claro mensaje: son la base social real del partido demócrata y con su retirada o abstención, no hay opciones. Hoy se hace claro que Sanders hubiera sido el mejor candidato para el proyecto demócrata como continuidad.
  • La maquinaria de los barones electorales demócrata erro por subestimar las debilidades de Clinton y la capacidad política de Trump de tener aliados con los sectores más conservadores del sistema americano como ha demostrado la postura del FBI. Si ganara Clicton entraría casi con un impeachment anunciado y una gobernabilidad muy reducida.
  • Los sectores populares, los trabajadores de las zonas industriales golpeadas por la recesión de los años de gobierno republicano se sienten no recompensados por la era Obama y actúan permeados bajo el discurso nacionalista-populista de cierre de fronteras y de que EEUU es para los norteamericanos, desconociendo la propia historia de que ese país es el resultado de las migraciones.
  • Por otra parte, así como se habla del fundamentalismo islámico, en los EEUU hay una ofensiva del pensamiento neoconservador evangélico, la escuela creacionista, la xenofobia, la resistencia a los movimientos LGTBI, de mujeres y un renacer de las nunca curadas cicatrices del racismo.
Combate  La contienda se ha cerrado en las últimas semanas.  (Foto: CNN)

Desde ayer Wall Street está temeroso de una real victoria de este anticandidato. Las bolsas están más inestables. Los chinos y los rusos felices y el resto del mundo como que desconcertados más y más.

¿Qué pasará?… lo que sea, y como en Colombia con el plebiscito ganó el NO, lo impensado puede ser real en EEUU. No lo duden.

Pd. Esto significará meses de incertidumbre e inestabilidad, gane, quien gane. En los EEUU y mientras  Sander estará ahí esperando.

Pedro Pablo Aguilera

@841790

TRUMP: ¿ EL URIBE DE LOS GRINGOS?

Donald Trump apareció como la respuesta norteamericana al desgaste de la política tradicional y sus discursos. Es un fenómeno común por estos días en el mundo en donde hay un escepticismo total sobre los políticos. Lo vimos desde el movimiento de los indignados, pero lo conocemos en Latinoamérica desde los populismos. La escena política está siendo invadida por los no políticos y el turno le llegó a los EEUU.


Hoy es más seguro ser cómico, payaso, deportista, panadero o vendedor de casas y ser ganador en la política que ser un profesional de ella. Ahí está el ejemplo de Morales en Guatemala o de Ronaldo en Brasil. Sin duda hay una falta de credibilidad a la política tradicional y lo que representan, ahí está una de las razones.

Reino Unido: Ralph Steadman/New Statesman

Pero también está de moda el neopopulismo de derecha al mejor estilo de Ciudadanos en España o de izquierda con Podemos, en ese mismo país. En EEUU, ese neopopulismo gana espacios con direcciones ideológicas de extrema derecha con Trump. Y es tan indiscutiblemente ultra derechista para los propios líderes del Partido Republicano, que están haciendo componendas, alianzas y se les siente temerosos ante su avance en cada primaria de la Unión Americana. Por otro lado está el caso del ¨socialista¨ del partido demócrata Bernie Sanders, que está quebrando las lógicas y ritmos del sistema bipartidista norteamericano y ganando espacio entre trabajadores, minorías y sectores populares.

Estos dos nuevos fenómenos de la política norteamericana, pero en especial Trump, reflejan un resurgir de los valores más retrógrados, conservadores, racistas y xenofóbicos en una época en que comienza a sentirse la corrosión de los extremismos y fundamentalismos que junto a una larga crisis económica ¨blanda¨ pero latente, hace fértil el discurso en buscar culpables a otros, en ¨ellos¨ (en especial extranjeros minorías, creyentes y otras culturas) junto a propuestas de ruptura radical como las que enuncia Trump en la economía y la política exterior. La gente quiere el otro lado de la carta por oposición a la inercia y acepta un radicalismo, como en la historia nos demuestra, más emotivos que racionales o argumentativos.

Canada
Michael De Adder/Halifax Chronicle Herald

Por otra parte, el papel de los medios de comunicación, con su cobertura escandalosa contra Trump, lo ha favorecido paradójicamente por la cantidad de notas, hecho que lo ha sobredimensionado y visibilizado como lo que no es, creando expectativa y hasta simpatías en un público incrédulo, aburrido y crítico ante la política tradicional.

Trump es un show mediático de mal gusto, es un ignorante del ejercicio de la política rompiendo todas las reglas de la política norteamericana con su agresividad, grosería, machismo, su nacionalismo xenofóbico y su tesis de que porque ha sido un empresario de éxito puede ser un presidente, igualmente, de éxito.

En resumen, Trump es como diría Fukuyama, la expresión del fin de las ideologías y el triunfo del populismo de derecha, de la victoria del espectáculo y la banalización de la política, con el riesgo tener, no un cowboy como Reagan, pero si un conductor de reality show como Trump. Posibilidades las hay porque ha sumado muchos votos, cuando se pensaba que no prosperaría y a todos los ha derrotado en el lado republicano. ¿Hasta dónde Hilary Clintón está lista para una campaña inédita, descarnada en todo terreno? La Unión Americana casi está en la senda del autoritarismo y Trump puede ser el Uribe de los gringos.

Pedro Pablo Aguilera

@841790

EL  ÚLTIMO PEDAZO DEL MURO DE BERLIN CREÍAN QUE ESTABA EN SIRIA

Donald Trump, poco más de 100 días después de haber iniciado su gobierno, tiene un nivel de desaprobación en su gestión del 53,2 % en promedio según el portal Real Clear Politics . Este neo populista de derecha no había logrado una victoria o acción política que lo favoreciera hasta el momento y solo con el ataque unilateral a una base militar siria obtuvo el apoyo momentáneo del 51 % ante supuestos usos de gas venenoso por el gobierno de Bashar al- Assad, quien gobierna el país asiático con el apoyo de Rusia y en medio de una guerra civil, en donde se mezclan grupos con intereses muy diversos y un saldo con más de 500 000 muertos entre su población.


Lo cierto es que Siria se levanta como un pedazo del muro de Berlín saliendo del desierto. Siria cobra visibilidad como escenario de fuerzas entre EEUU y Rusia que va más allá del valor geoestratégico que siempre ha tenido esta zona petrolera del mundo como salida expedita al Mar Mediterráneo.

Trump ataca buscando recuperar una autoridad, un liderazgo fuerte, desde la tradicional política republicana del hard power que se dio por perdido en la escena mundial por el accionar de la política del ejercicio del soft power de Obama. 

La resultante es direccionar a la opinión pública norteamericana, atraerla con hacer renacer al enemigo externo, a dos viejos enemigos, los rusos y el terrorismo de estado del gobierno pro ruso sirio.

Con este ataque de autoría no clara todavía –pero de uso muchas veces anterior contra sus opositores-, Trump también quiere marcar una distancia de su ¨aliado ruso¨ que tanto problema le ha dado desde su elección y que cobraba fuerza en estos últimos días con los vínculos de su equipo de gobierno y asesores al Kremlin y Putin.

Lo que se ha querido mostrar como una acción fuerte, unilateral realmente, no lo es tal. El ataque fue anunciado, anunciado a Rusia, de hecho a los propios sirios, y ha sido más un montaje que una respuesta clara. Poco importa lo que los rusos digan y que manden su poderosa fragata Almirante Grigorovich cerca a la base naval rusa en Tartus, Siria, que se comprometan a fortalecer las defensas antiaéreas de los sirios y mantengan un silencio informativo de los movimientos aéreos rusos. La historia más reciente demuestra la supremacía tecnológica militar norteamericana y poco o nada significativo, de existir una voluntad real de intervención en Siria a gran escala de los norteamericanos. Es más, en estos momentos hay tropas regulares estadounidenses en ese país, operando con el consentimiento del propio gobierno de Bashar al-Assad. Reitero, hay más de puesta en escena que de confrontación bélica entre rusos y norteamericanos.

Lo dicho se sustenta en la rara ineficacia del ataque: solamente 23 de los 59 misiles impactaron en sus objetivos, como afirman fuentes rusas. Sólo se destruyeron un depósito de equipos, un centro de adiestramiento de vuelo, 6 aviones MiG-23 y un radar; es decir, la base quedó operativa al mantener intactas la pista, las vías de rodaje y la gran mayoría de los aviones.

La crisis siria que algunos analistas han querido equiparar con la Crisis de los Misiles de Cuba en 1962, por estar detrás de Rusia y EEUU, solo ha fortalecido a Trump, ha ocultado sus fracasos en la política interna con los inmigrantes, la nueva ley de salud , su credibilidad de estadista mundial y ha ocultado las relaciones secretas con el Kremlin.

En Moscú, los jefes de la diplomacia de ambos países y viejos amigos Lavrov y Tillerson, junto con Putin, se sonrieron, brindarán con buen vodka y el mundo como antes, en la crisis de los misiles de octubre de 1962, quedará esperando el próximo estreno de la saga de una tercera guerra mundial simulada. Siria será un ¨trozo¨ del ya derribado muro de Berlín y la población civil cruzada siria seguirá en un fuego muriendo por armas fabricadas en Rusia y en EEUU por no se sabe cuánto tiempo, en una de las crisis humanitarias más cruentas de las últimas décadas .

Pedro Pablo Aguilera / Director del Departamento de Humanidades

 @841790 

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