En la primera fase se encuentra: La etapa 1, que son adultos mayores de 80 años y trabajadores del sector salud de primera línea. En la segunda etapa, está la población entre los 60 y 79 años. En la tercera y última etapa de esta primera fase la población entre 16 y 59 años, con comorbilidades, y los agentes educativos.
Se planea tener dos fases de vacunación en Colombia con 5 etapas.
En la segunda fase hay dos etapas: La cuatro, que prioriza a los cuidadores institucionales, los privados de libertad, los bomberos de Colombia, socorristas de la Cruz Roja, la Defensa Civil, habitantes de calle identificados por las alcaldías municipales, los controladores aéreos, pilotos y auxiliares de vuelos internacionales. Y, finalmente, en la quinta etapa se inmunizará a la población entre 16 y 59 años libre de comorbilidades, empezando desde los mayores.
Diferencias de opinión
En el último siglo, la ciencia ha avanzado a pasos agigantados, permitiendo elaborar vacunas contra nuevos virus de una manera más rápida y efectiva, en comparación de los 5 a 10 años que tomaba a los laboratorios anteriormente. “Con las vacunas hemos erradicado varias enfermedades, como la viruela; la vacuna contra el COVID-19 es necesaria para reducir su mortalidad y para que, eventualmente, se logre lo mismo. Debemos abrir los ojos a esta posibilidad y no desperdiciarla”, manifestó Mariela Rojas, docente pensionada, de 66 años, quien defiende el derecho a vacunarse.
Sin embargo, muchas otras personas priorizadas tienen sus dudas acerca de las vacunas: algunas creen que no será efectiva para volver a la normalidad debido a que tendrán que seguir tomando medidas de precaución y otras hasta piensan que son solamente un paso más hacia un plan maligno de las élites, para controlar a la humanidad o erradicar a gran parte de esta.
Colombia está en su primera etapa de vacunación, priorizando los grupos de mayor riesgo.
Miryam Ortiz (80 años), docente pensionada, expresó: “siendo honesta, no le veo necesidad a vacunarme. ¡En estas dichosas vacunas vienen partículas de nanotecnología que van a afectar mi ser físico y espiritual! Quiero seguir siendo la persona que siempre he sido y no someterme a un riesgo tan grande”.
Desconfianza hacia la ciencia
Vivimos en un contexto social donde las personas son más críticas de lo que ocurre a su alrededor, pero muchas veces esta postura no tiene un conocimiento científico que la respalde. En parte, el manejo que se le ha dado a la salud a nivel global provocó ese resurgimiento del movimiento antivacunas, que viene desde hace varias décadas.
La docente e historiadora Diana Quinayá habló acerca de por qué algunas personas no creen en la vacuna: “Creo que esto tiene mucho que ver con la idea de que todo lo hemos comercializado y mercantilizado, entre ellos, la vida y la muerte; y la desconfianza y desconocimiento de lo científico. Parece increíble -pues vivimos cada vez en sociedades más educadas- que la gente empiece a creer en otro tipo de ideas, como las teorías conspirativas y demás”.
Agregó que, en buena parte “tiene que ver con ese pensamiento crítico no basado en evidencia científica sino más bien basado en la desconfianza que tenemos ante las grandes capitales, las grandes industrias y el manejo que los gobiernos tienen y han tenido sobre los negocios de la salud pública”.
900 mil caleños podrían ser inmunizados este año.
¡Cuidado con la desinformación!
Hoy en día, el único elemento que puede cambiar el rumbo de la pandemia es la vacuna, pero también es responsabilidad de todos ser precavidos con la información que se recibe y difunde todos los días, ya que se corre el riesgo de que sea falsa. Algunos de estos mitos son los que mantienen a muchas personas escépticas ante la efectividad del biológico, y por eso es importante aclararlos:
Uno de ellos tiene que ver con la seguridad y efectividad de la vacuna, debido a su rápido desarrollo. En este caso se debe tener en cuenta que la humanidad ha pasado por grandes avances tecnológicos y científicos en los últimos cien años, y también que en esta pandemia los gobiernos y la ciencia pasaron por un arduo proceso colaborativo que permitió la elaboración de la vacuna en tiempo récord.
Hay división de opiniones y desinformación ante el proceso de vacunación en Colombia.
Otro de estos mitos es que la vacuna cambiará o modificará el ADN de la persona inmunizada. Según un artículo de la Fundación Cardiovascular de Colombia, publicado en febrero de 2021: “La nueva tecnología que se implementó en el desarrollo de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna, es decir, aquellas que utilizan ARNm (ácido ribonucleico mensajero) no afectan la carga genética (ADN) de la persona que la recibe. El ARNm produce una proteína protectora que le enseña al cuerpo a defenderse de la infección. El ARNm no entra en ningún momento en contacto con el material genético de las células de la persona y es eliminado tan pronto cumple su función”.
Aunque el paciente sea vacunado, debe continuar con las medidas de bioseguridad, según la OMS.
Finalmente, el Ministerio de Salud asegura que lo más importante es informarse bien, es por esto por lo que ha incluido en su aplicativo digital Mi Vacuna COVID-19: “Los habitantes del territorio nacional cuentan con tres componentes: Me Informo, Me Consulto y Me Postulo”, los cuales le permitirán a todos los colombianos documentarse con información veraz.