En 2016, la Universidad Santiago de Cali logró clasificar 31 grupos de investigación, 10 más que el año pasado, en la convocatoria nacional de Colciencias superando las expectativas y escalando en su puesto siendo entre las universidades privadas la tercera con más grupos de investigación en el Valle del Cauca.
Cada año Colciencias realiza convocatorias durante los meses de abril y octubre, donde se evalúan y clasifican proyectos e investigaciones realizados por docentes, grupos de investigación y universidades. En los últimos 4 años, la USC ha crecido en materia de investigación pasando de tener 3 en el 2011 a los 31 clasificados para el 2016.
El proceso para lograrlo “comienza desde los inicios de los grupos de investigación trazando metas importantes, que se logran desde el momento en que empiezan las convocatorias”, afirma Edward J. Ordoñez, docente investigador.
El Departamento de Ciencias, Tecnología e Innovación de Colombia (Colciencias) cuenta con su propio proceso de medición para organizar docentes, grupos de investigación y universidades en una escala de clasificación nacional. Estos son evaluados por ‘productos’, que son proyectos de investigación basados en la innovación y desarrollo tecnológico, con sus propuestas de macro investigaciones se llevan a cabo con la sociedad, para la apropiación de nuevos conocimientos.
En la última evaluación de Colciencias del 2015, la Universidad Santiago de Cali ya había logrado subir de calificación a 10 grupos de investigación y este año, 21 de ellos tuvieron la misma posición. Respecto a la medición del 2014, este año se alcanzó a registrar el doble de grupos nuevos. Lo anterior es el resultado de la destinación de más del 40% de su presupuesto a la investigación, para que cada vez más estudiantes se dediquen a la creación de nuevos conocimientos.
Con esta última medición de Colciencias, los estudiantes logran tener “muchos beneficios como becas y descuentos en la universidad y estímulos económicos por participación en proyectos de investigación”, dice Lina Marcela Restrepo, estudiante investigadora del programa de Comunicación Social.
Para el vicerrector ,Arturo Arenas Fernández,, “las metas alcanzadas son el resultado del esfuerzo de los grupos de investigación y la nueva administración de la universidad”. Con los logros alcanzados por las investigaciones de los docentes de la universidad, se podrá acceder a presupuestos que permitan poner en práctica las investigaciones realizadas.
Polémica volvió a causar Teófilo Gutiérrez en Argentina el anterior fin de semana, en el partido Boca VS Rosario Central.
Toda clase de reacciones ha despertado el atacante colombiano en la tierra del tango por su celebración después de anotar el 1-1 parcial en este encuentro, valido por el torneo profesional de fútbol argentino.
Corría el minuto 16 de la primera parte, Gutiérrez recibe la pelota en el área y marca el empate, sale corriendo al banderín del tiro de esquina a celebrar, pasando su mano por el pecho, haciendo alusión a la “banda cruzada”, elemento representativo de River Plate, el rival a muerte de Boca Júniors.
No es la primera vez de Teo. Antes cuando jugaba en Racing, se metió al camerino con una pistola de Paint Ball para increpar a sus compañeros.
La reacción de La Bombonera no se hizo esperar, los jugadores de Boca increparon al colombiano , Teo tuvo que aguantar insultos, golpes y empujones, después de su polémico acto, que fue castigado con cartulina roja. Salió del campo celebrando su gol, metiendo el dedo en lo más profundo de la llaga.
Un narrador de fútbol llamado Daniel Mollo cantó este gol de la siguiente manera: “La agarró el negro, gol del negro, la put@# madre que nos parió. ¿Quién se cree este patasucia, descarado y fracasado? ¡mediocre!.” Insultos salidos de tono, mostrando abiertamente el racismo y la xenofobia que se profesa en Argentina hacía los extranjeros de tez morena.
En Argentina ya conocen a Teo, ya saben cómo es, pues jugó en River, Racing, Lanús y ahora en Rosario Central. Es un gran jugador, pero a su vez es un provocador de primera, lo que no está mal, pues de eso se trata el fútbol, de provocar emociones, de picardía y hasta astucia para desacomodar al rival.
Puede que castiguen a Gutiérrez por sus actos, pero también debe ser castigado y procesado judicialmente el narrador que tiró sin ningún pudor, los comentarios racistas en contra del futbolista colombiano.
La acumulación de tierras y de capital en Colombia por parte de las clases dominantes, que han pisoteado este país por más de seis décadas, han generado oleadas de violencias y condiciones extremas de desigualdad hacia los más vulnerables de esta nación.
Desde principios del siglo XX hay antecedentes del despliegue violento, de terratenientes y políticos, como mecanismo para la acumulación de tierras y capital.
El 5 y 6 diciembre de 1928, el ejército colombiano, por órdenes del presidente Miguel Abadía Méndez y con la presión de Los Estados Unidos, país intervencionista en la República desde La Guerra de los Mil Días, abrió fuego contra los trabajadores de la United Fruit Company, masacrando a más de 4.000 personas que protestaban por mejores salarios.
Otro antecedente es la primera gran oleada de violencia generalizada a finales de los años 40, en la cual, por órdenes de líderes políticos de la época, se enfrentaron liberales y conservadores a machete y bala por el control del territorio y el poder en Colombia; esta atroz guerra dejó como resultado 300 mil muertos, que en su mayoría eran campesinos y gente del común, y dio como resultado la hibridación y el nacimiento del Frente Nacional: un monstro bicéfalo (Liberales y Conservadores alternándose el poder) que vetó a los grupos políticos opositores, para seguir disfrutando desaforadamente del erario.
Más recientemente, desde 1980 hasta 2012, se registraron 1.900 masacres, perpetradas por paramilitares -en colaboración con el Ejército Nacional-, narcotraficantes y guerrillas, por el control territorial.
Todas estas injusticias sociales y oleadas de violencia, causadas por múltiples actores, entre ellos el propio Estado, contra las clases vulnerables, son un deliberado caldo de cultivo para el fenómeno de la violencia, que ha azotado a Colombia por más de medio siglo.
Donde hay tierras, hay guerra. Y si en Colombia sigue rigiendo este viejo sistema económico brutal e injusto, estaremos condenados a la barbarie eterna. Los colombianos necesitamos que no solo se cumpla con la dejación de armas en este proceso de paz sino que se logre avanzar hacia una economía y una reforma agraria emancipadoras, para mejorar las condiciones de vida de todos los que habitamos esta pobre y desangrada Patria.
Nota de la dirección: La siguiente columna representa exclusivamente el pensamiento de su autor.
Pascual Lezcano, un empresario y representante de futbolistas oriundo de Argentina, se ha vuelto célebre por ser el yerno y apoderado de José Néstor Pékerman, timonel de la selección de fútbol de Colombia.
Es tan importante este personajillo, que en el año 2011, cuando comenzaron las negociaciones de la Federación Colombiana con el técnico Pékerman, era Lezcano quien contestaba el teléfono y citaba a los dirigentes colombianos a las reuniones, también fue el que fijó el sueldo del estratega.
Pero la controversia comienza cuando la prensa se dio cuenta de que él representa a varios futbolistas que son llamados a la Selección, por nombrar algunos, Camilo Vargas, Carlos Sánchez, Carlos Carbonero y Juan Fernando Quintero. Estos dos últimos fueron vendidos a Europa después de su convocatoria; posterior a la venta, no volvieron a ser llamados a vestir la amarilla, azul y rojo. Dicen las malas lenguas que su representado favorito es Estefan Medina, futbolista que no ha dado pie con bola en la selección y es infaltable en las convocatorias. Tanto es el poder de Lezcano que viaja a todo lado acreditado con el combinado patrio y vuela en el chárter con los dirigentes. Llama a ruedas de prensa, decide qué medios entran y cuales no; es más, el elige a los futbolistas que atienden a los periodistas.
Queda todavía bastante para llegar a Rusia y Colombia puede ir, siempre y cuando llamen a los jugadores que son, no andar poniendo por vender, pues es el equipo de todo un país, no un ‘negocito familiar’ de dos argentinos.
Ese era mi pensamiento antes de escuchar otros puntos de vista. A nosotros qué carajo nos importa el presidente de gringolandia.Pues mi querido amigo, sí nos debe importar, y mucho, pues aparte de que son una potencia a nivel mundial, Colombia tiene bastante que ver con Estados Unidos.
En el año 2012, Colombia firmó un Tratado de Libre comercio con EE.UU, lo que significó una especie de apertura económica, basada en el propósito de ayudar a los empresarios de ambas naciones. Envíos e importaciones a bajo precio. Ahora es casi seguro que van a subir los aranceles para los exportadores.
El magnate maneja un discurso de guerra y poco menciona la palabra “paz”. Esto puede significar que poco o nada le importa nuestro proceso con la guerrilla de las Farc, perderíamos un apoyo grande.
Además, el odio por los latinos es un ítem importante. La construcción de su famoso muro nos pone en la atmósfera de Berlín, la que divide a las naciones como si se tratara del racismo del Siglo XXI, el que aparentemente es normal y sobre el que se puede hablar en cualquier lado sin ningún pudor.
Antes de dejar su puesto en la Casa Blanca, Barack Obama se refirió al multimillonario como un hombre de negocios y aseguró que no se interesaba por sus trabajadores, solo por sus multimillonarias ganancias. También dijo textualmente: “Un hombre que ha pasado setenta años en la tierra sin interesarse por las personas no puede ser tu voz, no es tu campeón”.
Con Trump en el poder, ahora sí que Dios bendiga a América.
Valle del Cauca destaca en cultivo de algodón con semillas genéticamente modificadas, aumentando productividad y tolerancia a plagas. La siembra de algodón en 2023 se realizó de febrero-abril, con cosecha esperada en octubre-noviembre. pic.twitter.com/Ie1joNyLZ9