Cuando dormir se convierte en un desafío. Investigando los trastornos del sueño

Autoras: Keyla Ramos | Natalia Sánchez.

Facultad de Humanidades y Artes

Los trastornos del sueño son todos los problemas relacionados con dormir, ya sean los momentos previos para conciliar el sueño, conductas anormales al dormir o hacerlo en exceso.Personas de todas las edades y condiciones sufren estos trastornos en algunas etapas de sus vidas, o lo padecen por episodios durante muchos años. 

El abordaje de los trastornos del sueño, que involucra aspectos fisiológicos, psicológicos y ambientales, es crucial para comprender su impacto en la salud integral. Es esencial reconocer que estos trastornos afectan la calidad de vida y la salud a largo plazo, resaltando la importancia de una atención médica temprana y especializada. 

La ansiedad, el estrés, la depresión, el consumo de alcohol o sustancias psicoactivas, algunos fármacos y ciertas enfermedades suelen ser sus principales causas. Generalmente, las personas no tienen presente el gran impacto que esta condición tiene en sus vidas, dejando pasar por alto detalles importantes que sirven de indicio para prevenir y/o intervenir a tiempo. 

 Según Sirsa Hidalgo docente de la facultad de salud de la Universidad Santiago de Cali, “el sueño es fundamental para el organismo, ya que entra en una fase de inmovilidad y relajación general de los músculos. Sobre esto, el ciclo circadiano establece que, mínimo de las 24 horas del día se deben descansar 8, cuando esto no ocurre hay una privación del sueño y se presentan alteraciones de la conducta, afecciones psicológicas y cambios fisiológicos. Se produce un estado dependiente, de adeudamiento del sueño y agotamiento paulatino, que genera un efecto rebote y eventualmente el organismo demanda ese sueño que ya no se logra recuperar”.  

El sueño es muy importante para los indicadores de conservación de energía, la regulación del metabolismo y la consolidación de la memoria. El descanso mental y físico son fundamentales y todos los días se experimentan de manera cotidiana, pero las personas, aunque conocen el tiempo recomendado para un descanso adecuado, no suelen respetarlo y sufren consecuencias como el cansancio, la fatiga, baja actividad y disminución del nivel de conciencia, que afectan su actividad diaria.  

Sobrecarga laboral, violencia intrafamiliar, víctimas de bullying, consumo de cafeína o nicotina, son algunos factores que causan los trastornos del sueño. Debido a esta situación, la persona presenta complicaciones que le impiden vivir con normalidad. Por lo que, es pertinente tratar estos trastornos, para reducir o eliminar complicaciones asociadas. 

La docente Sirsa Hidalgo afirmó que el insomnio “está asociado a algunas enfermedades como el asma, la artritis, la hipertensión, la diabetes, la insuficiencia cardiaca, el Parkinson, la medicación psiquiátrica, el uso de antidepresivos, estrés postraumático y pesadillas que generan altos niveles de angustia. Factores ambientales como la alta intensidad del sonido, el calor o frío excesivos también son condicionantes que alteran el ciclo circadiano”. 

Durante 2 años, Edith Velasco sufrió insomnio por un elevado estrés, resultado de situaciones difíciles. El tratamiento que dictaminó su médico fue a base de fármacos; no obstante, “ninguna de esas pastillas me sirvió para nada, antes me trajeron una consecuencia, alteraron mi sistema nervioso. Mantenía mucha zozobra, así que decidí suspender todos los medicamentos”, manifestó.  

Experimentar estos padecimientos no es nada fácil, más aún, cuando el procedimiento presenta tropiezos en su efectividad. Los pacientes comienzan a buscar alternativas, que puedan surtir efecto; por lo cual Velasco, al investigar, descubrió que “practicar ejercicios de relajación. Cambiar de ambiente y la alimentación influyen mucho, al igual que el consumo de frutos secos, verduras de hoja verde, banano, fresa, kiwi, arándanos y tomar aguas aromáticas cada día antes de dormir”. 

Además, la cosmovisión y las convicciones personales influyen directamente en cómo hacerle frente a esta condición. El componente espiritual fue muy importante en el caso de Edith, “era tanta la debilidad de no poder dormir que al ponerme en pie me iba de cabeza. Oré y le pedí a Dios que me guiara y me sanara de ese padecimiento porque, la verdad, ya no lo aguantaba más. Recurrí a su ayuda porque él es todopoderoso y así fue cómo de a poco comenzó a normalizarse mi sueño”. 

Del insomnio a la apnea 

Desde el año 2019, Adriana Siuffi presentó algunos indicadores de apnea del sueño, como fuertes ronquidos y agitación constante, pero no les prestó atención en un primer momento, al priorizar temas familiares antes que su salud. Sin embargo, tiempo después los síntomas se incrementaron y se hicieron más evidentes, impidiéndole hacer sus actividades cotidianas con normalidad. “Yo sentía mi corazón, las pulsaciones, como una energía que venía en cualquier momento”, afirmó. Fue cuando decidió acudir al médico para buscar respuestas a sus inquietudes. 

En ocasiones, la atención médica recibida por los colombianos suele ser insuficiente, si los síntomas no son muy graves o las complicaciones no son visibles. Por ello, Siuffi estaba decidida a exagerar sus síntomas: “Yo fui preparada para decirle a la doctora que estaba muy mal, que caminaba y me ahogaba, pero eso no era verdad”. Así logró iniciar su tratamiento especializado. 

El control de la apnea del sueño es orientado por expertos, como terapeutas respiratorios y neumólogos, quienes, con estudios y monitoreos nocturnos del paciente, logran el diagnóstico preciso y establecen el tratamiento adecuado para cada caso. El tratamiento de Siuffi le ha significado un gran progreso, al reducir de 46, a 0.9 apneas por hora, gracias a su constancia y responsabilidad. 

Gracias a un estudio polisomnográfico, utilizado para diagnosticar trastornos del sueño, identificaron en 2020 que Jorge Alzate sufría de apnea, 19 veces por hora. Esto le impedía tener un sueño confortable, sufriendo fuertes dolores de cabeza y al despertar, le hacía sentir una sensación de cansancio y agotamiento. Para esto, le fue destinada una máquina llamada Cipac, que se encarga de ejercer una presión de aire a través de la nariz para mantener abiertas las vías respiratorias y el cerebro pueda recibir el oxígeno necesario para la relajación del cuerpo al dormir, evitando así riesgos de infartos, paros respiratorios y derrames cerebrales. 

Jorge Alzate manifestó que “es duro acoplarse a dormir con una mascarilla. Al principio no es cómodo, pero entiendes que es importante para mejorar la calidad de vida”. Agregó que el ser humano tiene capacidad de adaptación y de aceptación de nuevas prácticas en búsqueda de una mejoría personal, desafiando la comodidad.  

El abordaje de los trastornos del sueño, que involucra aspectos fisiológicos, psicológicos y ambientales, es crucial para comprender su impacto en la salud integral. Es esencial reconocer que estos trastornos afectan la calidad de vida y la salud a largo plazo, resaltando la importancia de una atención médica temprana y especializada. 

 …Los trastornos del sueño son todos los problemas relacionados con dormir, ya sean los momentos previos para conciliar el sueño, conductas anormales al dormir o hacerlo en exceso”.

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