¿No somos los únicos en el universo?
Después de convocar una rueda de prensa el pasado 22 de febrero, la NASA reveló su nuevo hallazgo, se trata de un nuevo sistema solar compuesto por siete planetas (exoplanetas) con características similares a la Tierra, orbitando una misma estrella. Los científicos creen que tres de estos planetas, los que se encuentran más cerca de su estrella (zona habitable), podrían contener agua. Aunque la comunicación ha corrido a cargo de la agencia aeroespacial estadounidense y parte del instrumental utilizado para el descubrimiento era suyo (el telescopio espacial Spitzer), el equipo que ha llevado a cabo la investigación era muy numeroso e internacional.
Los líderes de la investigación no pertenecían de hecho a la NASA, sino que eran astrónomos de la Universidad de Lieja, en Bélgica, de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, y de la Universidad de Berna, en Suiza, y el principal instrumento utilizado para las observaciones pertenece al Observatorio Europeo Austral. Lo que se ha anunciado es el descubrimiento de un sistema planetario, compuesto por siete planetas que orbitan en torno a TRAPPIST-1, una estrella roja enana situada a unos 39 años luz de la Tierra, lo que la convierte en una vecina relativamente cercana. Los investigadores llamaron a este sistema de exoplanetas TRAPPIST-1, siglas que corresponden al Transiting Planets and Planetesimals Small Telescope (TRAPPIST), el telescopio robótico ubicado en el Observatorio de La Silla, en Chile y que comenzó sus observaciones en 2010.
Este nombre también fue adjudicado a la estrella enana fría que orbitan dichos planetas y que tiene el tamaño de Júpiter. “La estrella es tan pequeña y fría que parte de esas oscilaciones no se captaban en el espectro visible, sino que se notaron en el de los rayos infrarrojos”, explica Pedro J. Amado, jefe del grupo de Estrellas de baja masa, Exoplanetas e Instrumentación del Instituto de Astrofísica de Andalucía, que no está relacionado con la investigación. En una entrevista concedida a Onda Cero, el científico Juan Pérez Mercader también ha insistido en la similitud entre los siete planetas con la Tierra: “Este descubrimiento nos reafirma en que planetas como el nuestro pueden ser algo común”, ha asegurado, señalando en este sentido que “son de roca y no de gas”.
Desde España, Amado apunta otro terreno de estudio: la formación de los planetas. “No tenemos ni idea de cómo se forma un planeta, y de cómo se forma un sistema planetario. Con este, ya tendremos dos para analizar. Para poder sacar conclusiones estadísticamente relevantes, necesitaríamos tener varios, muchos, de forma que podamos extraer conclusiones sólidas. Quizás el público se aburra cuando llevemos más de un puñado, pero es entonces cuando nosotros podremos empezar a hacer ciencia”.
Nathalia Estupiñan Sánchez