La vida en las calles es una problemática social que azota prácticamente a todo el territorio colombiano. Este modus vivendi implica factores como el vicio, abandono, deterioro de las personas, marginación, rechazo y también es una forma de exclusión.


Por Ana María Ramos
@ana_0621

La vida en las calles es una problemática social que azota prácticamente a todo el territorio colombiano. Este modus vivendi implica factores como el vicio, abandono, deterioro de las personas, marginación, rechazo y también es una forma de exclusión.

Si uno pasa por el centro de Cali, en sectores como el Calvario, Sucre y San Pedro, entre otros, se ve el triste panorama de niños, adultos y personas de la tercera edad, que duermen en los andenes, con hambre, frio y sin oportunidades de educación y. mucho menos, de un empleo digno.

Organizaciones no gubernamentales que apoyan y guían a estas personas, como la Fundación ‘Samaritanos de Calle’ trabajan por mitigar los problemas de salud, alimentación, educación e higiene y se encargan de resocializar a los habitantes de la calle.

¿Pero, hasta qué punto las personas pueden volver a la vida digna? Quizá muchos crean que se necesita ayudar a mucha gente para marcar la diferencia. En cambio, ‘Samaritanos’ no se preocupa por la cantidad, sino por la calidad. Con una sola persona que regrese a la vida ciudadana sienten que han hecho un excelente trabajo.
Lo importante es que la ciudadanía se interese por el apoyo voluntario a estas fundaciones, y que como siempre el gobierno las respalde, para que ese esfuerzo dé frutos cuantitativos.