Autor: Mabel Gómez, Maria Camila del Valle y Santiago Arenas.
Establillo. Autor: Mabel Gomez ,Maria Camila del Valle y Santiago Arenas.
A pesar de las adversidades, sus creadores supieron afrontarlas mientras se adentraban en el comercio y el corazón caleño.
La perseverancia hizo que después de cuatro años, y en medio de una pandemia, ‘El Establillo’ pasara, de ser un emprendimiento callejero a ser uno de los negocios más conocidos y apetecidos de la ciudad.
En 2014, el Centro de Estudios Profesionales de Cali juntó a David Lasso y a David Fernández, dos jóvenes amantes del comercio, el trabajo duro y los “sueños imposibles”. Ambos, estudiantes de mercadeo, iniciaron sus estudios en busca de su título profesional y en caminarse a lo que les gustaba hacer. Desde el primer día tuvieron una complicidad notoria que los llevó a iniciar proyectos pequeños y pasajeros; vendieron zapatos, celulares e incluso ropa, pero la idea de emprender con comida siempre estuvo presente.
Fueron avanzando en su carrera; sin embargo, en un momento, Lasso decidió dejar la universidad para iniciar su vida laboral de lleno. Se separaron por un tiempo, pero la amistad perduró y al cabo de unos años se reencontraron para darle vida al proyecto de sus sueños. A finales de 2019 inician la venta de chorizos y chuzos en una bicicleta por las calles de Cali; ambos ya tenían conocimientos profesionales en el área de mercadeo y las ganas de salir adelante nunca les faltaron. “Sabíamos que no iba a ser fácil, ya que no teníamos los recursos económicos para iniciar con un local como soñábamos, por ende, tuvimos que trabajar de lunes a lunes, sacrificar muchas cosas y esforzarnos un poco más para lograr lo que queríamos”, dice David Fernández.
Como todo en la vida, lo más difícil es empezar y para ellos no fue la excepción. Su negocio se basaba en las ventas de calle y el voz a voz de la gente que los empezaba a conocer; sin embargo, a inicios del 2020 llegó su prueba más difícil. La pandemia y las restricciones de las autoridades para el control del virus derrumbaron las aspiraciones de estos dos jóvenes. Su sustento diario era salir a la calle y no podían hacerlo. Fernández cuenta que “varios amigos y conocidos tuvieron que cerrar sus negocios a causa de la pandemia, fue duro para todos, debíamos tener una perseverancia ni la berraca”.
“Varios amigos y conocidos tuvieron que cerrar sus negocios a causa de la pandemia, fue duro para todos, debíamos tener una perseverancia ni la berraca”:
David Fernández.
La vida les cambió en un abrir y cerrar de ojos, el sueño de un negocio próspero se iba haciendo más complicado a medida que las restricciones aumentaban y el salir a la calle se alejaba, por culpa del virus. No obstante, encontraron un refugio y un salvavidas gigante en las redes sociales. Desempolvaron todo el conocimiento digital que habían adquirido a lo largo de la carrera y empezaron a darle una “vida virtual” a El Establillo, explica Lasso. Primero fue Instagram, siguieron Facebook y TikTok. Su alcance en redes sociales fue creciendo a pasos agigantados, los clientes nuevos eran cada vez más y el volumen de pedidos aumentaba.
La pandemia impulsó a estos dos jóvenes caleños a hacer un cambio drástico en el negocio de sus vidas, pero ese cambio fue la razón de su éxito. La perseverancia y la constancia fueron factores fundamentales que no dejaron caer su emprendimiento o quedarse estancados, como sus conocidos; tuvieron que mirar el fracaso a los ojos, pero decidieron plantarle cara y con un esfuerzo incalculable sacaron adelante su sueño imposible.
Posterior a la pandemia y con un proyecto mucho más estructurado y conocido localmente pudieron abrir su primer restaurante físico. Ampliaron su carta y se especializaron en uno de los productos más caleños, la salchipapa; acomodaron sus precios, le imprimieron mucho profesionalismo a su apertura y lograron consolidarse como un lugar estratégico del comercio caleño.
A pesar de las dificultades para llegar a donde están, otro factor importante es mantenerse, innovar su negocio, cumplirle a sus clientes y brindar calidad gastronómica. Daniela Díaz, clienta frecuente del El Establillo, comenta que “nunca había probado una salchipapa que me gustara tanto. Además, el menú es muy variado y no hay plato que no me guste, no tienen demasiadas salsas, como lo veía en anteriores establecimientos y sus productos se sienten frescos”.
Cristian David Valbuena, administrador de El Establillo, dice que la prioridad, además de la comida, es el servicio al cliente; el trato, la estadía en el lugar, los precios adecuados, un ambiente agradable y, por supuesto, los productos de más alta calidad para hacer su comida una de las mejores.
Jennifer González, chef profesional de la Escuela Gastronómica de Occidente, comenta que el éxito de la salchipapa es usar una salchicha de calidad, no un producto económico, como hacen la mayoría de los restaurantes. Recomienda tener una buena salsa de la casa, patacones y un buen guiso, luego de cristalizar muy bien la cebolla y retirar las semillas de tomate, ya que, si este procedimiento no se realiza, en cuestión de horas el guiso se pondrá amargo.
Estefanía Betancourth, nutricionista y dietista egresada de la Escuela Nacional del Deporte, explica que la alimentación y el balance nutricional son muy importantes en la vida de las personas, ya que, en su mayoría, la comida callejera -hamburguesas, perros, pizzas, entre otros- contienen una carga calórica elevada. Sin embargo, aunque no es recomendable consumirla todos los días, las personas no tendrían que eliminarlas de su alimentación cotidiana.
David Lasso y David Fernández son el fiel reflejo de que la constancia y la perseverancia, acompañada de conocimiento y “berraquera”, conforman la realización de un sueño que alguna vez se vio imposible, pero hoy es una realidad; una muestra de lo que somos capaces como caleños y, sobre todo, como colombianos; La única premisa siempre será confiar en el proceso y nunca dejar de soñar.