El periodismo sin ataduras, el verdaderamente independiente, como el caso de LoPolítico, ese que no se amarra a dependencias económicas, ideológicas o de militancia, que no busca la objetividad (muy discutible) o termina como propaganda, para apostarle a la veracidad y al debate plural, crítico y democrático, ahora tiene un nuevo enemigo; los crackers, los nuevos censores.
Estos nuevos cruzados de ‘alguna fe’, pues hay muchas, pueden tener las razones más diversas, buscan como hace siglos hizo la inquisición (que nunca fue santa) vigilar, limitar, censurar, bloquear espacios de comunicación, información libre que rompe con los esquemas de pensamiento que ellos no comparten, o que como mercenarios aceptan un ‘servicio técnico’.
Lopolítico, ha sido golpeado por crackers ya en dos ocasiones en menos de un año, y eso no es común comparado con otros medios, grandes medios, que ciertamente tienen compromisos y agenda informativa mucho más amplia. ¿Qué pasa entonces? ¿Qué hace Lopolítico para tener a los nuevos Torquemadas sobre sí?
Lopolítico es un medio periodístico independiente, plural -y cuando digo plural es por temáticas y por sus colaboradores-. Este medio viene ganando espacio y visibilidad en los públicos de opinión rompiendo los enfoques más comunes de la prensa internacional. Su equipo editor cree y confía en la ética de sus periodistas y ello le ha valido aceptación de nuevos ciberlectores. Lopolítico está en México pero su comunicación es global, su estructura es un ejercicio casi artesanal de recobrar el periodismo de investigación, de opinión en temas globales y locales, en temas de actualidad sin distingo de ideologías, militancias o compromisos partidistas. Es casi un sueño de hacer periodismo por ganas de hacer periodismo y pensando que hay necesidad de lectores que gustan de miradas heterodoxas sobre este mundo complejo.
Pero… este andar de letras con filo, con fibra humana tiene costos. Los costos de las ortodoxias, los sectarismos y los ¨perseguidores de cualquier nacimiento¨ como dice una canción conocida. Primero fue un texto sobre la publicación del libro Los doce Apóstoles de la periodista Olga Behar que desenhebra los nexos internos del paramilitarismo con una política de Estado en el gobierno de Álvaro Uribe en Colombia. Segundo fue un texto de análisis –de mi autoría- sobre el ataque norteamericano a Siria y las implicaciones o razones de este en una coyuntura internacional compleja. Es decir, temas diversos, de autores igualmente diferentes han sido hackeados.
¿Por qué la mirada de estos crackers sobre Lopolítico? Creo que como dijera Maggie Solano, la periodista creadora de este sitio, ¨algo estamos haciendo bien¨ y por ello el foco, el ángulo, la acción de los ciberataques. Usted no ataca a nadie de gratis en forma sistemática
Lopolítico ha tenido que realizar un arduo esfuerzo desde el equipo de ingenieros para vencer este ataque lleno de complejidades y candados para liberarlo. Nos preguntamos si el auto reconocimiento de esta acción desde las lejanas coordenadas de Irán es cierta. No se sabe si fue el cracker que dejó su firma, considerado como uno de los más fuertes y peligrosos en la actualidad, o hay una cortina de humo para encubrir a otros actores más interesados en cansar al equipo de Lopolítico y a dos de sus colaboradores externos (UtopicosUsc) que han sido el motivo de cada hackeo.
Estos ataques a la libertad de expresión, al análisis independiente, viene de los que se denominan ‘hackers patrióticos’ con miradas muy conservadoras sobre la realidad y la veracidad de los hechos que no siempre se ven como son. En cualquier caso, estos crackers pueden ser ciudadanos corrientes con buenos niveles de conocimientos para ejecutar ataques contra sistemas, menos complejos o muy complejos, sin mayores restricciones legales en gran parte del mundo, pero en otras partes son profesionales de la ciberguerra que se forman con esos fines para proteger intereses de un país, una empresa o un grupo de pensamiento.
Hoy ha sido un ataque del tipo Denial of Service o DoS que bloquea e impide el funcionamiento del servidor y el sitio; esperemos y llamemos la atención que está sucediendo a la comunidad de profesionales de la comunicación. El reto emprendido hoy por los que estamos en el equipo de Lopolítico está en comprender que no somos un medio cualquiera. Estamos tocando temas de sensibilidad mucho más allá de una mirada localista. Nuestra independencia, pluralidad y agenda informativa libre de ataduras ha generado estos ciberataques. Ya sabemos que estos deberán seguir, porque hemos decidido seguir con la veracidad, la mirada con lente ancho y perspectiva en HD. Queremos decir lo que pensamos, vemos y comprendemos, no para complacer a nadie. Nuestra individualidad y la ética no la negociamos y el día que dejen de hackearnos entonces tendremos que pensar que no lo estamos haciendo bien.
Pedro Pablo Aguilera / Director del departamento de Humanidades
@841790