PEDAGOGÍA DE PAZ: Estrategias de construcción de paz

El Departamento de Humanidades de la Universidad Santiago de Cali, en compañía del observatorio de medios y el equipo de trabajo de la Vicerrectoría, lanzó una encuesta desarrollada en dos etapas a lo largo del mes de octubre, con el fin de conocer la intención de voto del estudiantado y su conocimiento sobre los documentos finales de los acuerdos.


Pedro Pablo Aguilera, Director del Departamento, explicó que la encuesta fue desarrollada con alto rigor metodológico, y que en ella participaron 2.237 personas diferenciadas por facultades. Se aplicó en una muestra aleatoria simple permitiendo participación independientemente de sexo, jornada, estratos, etc.

La pedagogía realizada intensivamente en el último mes a través de diferentes ponencias, seminarios y videoconferencias con argumentos desde distintas perspectivas y enfoques, arrojó buenos resultados en la intención de voto por el SÍ.

Foto tomada del grupo Gicovi

Se estima, según los resultados de la última encuesta, que la población santiaguina que presentaba un alto nivel de desconocimiento sobre los acuerdos del plebiscito, pasó a estar enterada hasta en un 83%, lo cual se considera relevante en tanto permite votar a conciencia y no bajo especulaciones.

En los datos de la encuesta se estableció que hubo votación ascendente a favor del SI, con estadísticas de 66% por el SI, y 34% por el NO. Se espera que esto se vea reflejado el 02 de octubre en las urnas con el objetivo de construir un nuevo país.

Foto tomada del grupo Gicovi

“aseguró el Director del Departamento de Humanidades”]“Quisiéramos que el país estuviera unánimemente con el SI, tenemos claro que los acuerdos en la Habana no hacen la paz, pero si son el punto de partida para empezar a construirla”.

Pedro Aguilera reiteró el compromiso de la USC con el SÍ, por ello parte de la responsabilidad universitaria es informar, educar y hacer Pedagogía de paz; resaltando que los jóvenes mostraron entre 83% y 85% de intención de voto, lo cual en un país con una alta tradición de abstencionismo, es un muy buen resultado.

Daniela Larrahondo Campo

“HE TENIDO CONFRONTACIONES CON MI PAPÁ, PORQUE NO ESTÁ DE ACUERDO CON ALGUNOS DE MIS PLANTEAMIENTOS EN TWITTER”: MARTÍN SANTOS, HIJO DE JUAN MANUEL SANTOS

Utópicos presenta, a partir de hoy, una serie de entrevistas sobre los herederos de políticos colombianos, algunos de los cuales accedieron al poder y otros, desafortunadamente, no pudieron vivir en democracia, porque fueron asesinados.


Entre quienes tienen la fortuna de disfrutar la vida con su padre está Martín Santos Rodríguez. Es el hijo mayor del dos veces presidente de Colombia y premio nobel de paz, Juan Manuel Santos.

Aunque con frecuencia lo tientan para que recoja el legado de su padre y se lance a la política, él prefiere estar alejado de ella, aunque se interesa permanentemente en los temas de Colombia.

Nuestra directora, Olga Behar, conversó con él.

Olga Behar. Su padre proviene de una familia que se formó en torno  a una figura que, en la primera década del siglo XX, combinaba el ejercicio del periodismo con el político. Tanto es así que su tío bisabuelo, Eduardo Santos, tuvo estrecha relación con el primero (como dueño del periódico El Tiempo) y con el segundo (llegando, en 1938, a ser presidente de Colombia, por el Partido Liberal).

Sus herederos (Enrique y Hernando Santos Castillo) consolidaron ese gran proyecto periodístico, y solo uno de ellos, Juan Manuel Santos -de la tercera generación-, logró llegar a la presidencia de Colombia. Al haber una generación intermedia en la que ninguno de los sobrinos se decidió por la política, a Juan Manuel Santos no se lo ha tildado de ‘delfín’, porque técnica y políticamente, construyó su propio camino hasta llegar a la presidencia. Sin embargo, en las nuevas generaciones, (y hablo de 2022), su nombre ha saltado a la escena pública. Teniendo en cuenta lo anterior:

¿Se considera un delfín de la política?,  ¿Ha pensado en dedicarse al servicio público y construir un camino para ser presidente de Colombia?

En repetidas ocasiones se me ha hecho esta pregunta y todas las veces he dicho enfáticamente que no, ese no es mi plan, no solamente porque estoy enfocado en otros intereses, sino porque también creo que hay que brindarle espacio a otras personas jóvenes, muchísimo más preparadas que yo para incursionar en ese ámbito de la política. También he sostenido varias veces que el poder no se hereda sino que se cultiva. El liderazgo se crea, no se hereda, entonces dentro de mis planes no está hacer carrera política para convertirme en presidente de Colombia.

Martín Santos hijo del expresidente Juan Manuel Santos.  Fotografía tomada de: pacifista.tv

Antes, las herencias políticas se forjaban con preparación intelectual y académica. Ahora, se perciben otras condiciones (que adquirieron notoriedad durante la parapolítica) y hoy, se aspira a conservar el poder político y económico ante el retiro de la vida pública de los patriarcas. ¿Le han propuesto tomar las banderas de su padre?

Tengo que decir que la propuesta  de asumir las banderas políticas de mi padre me la han hecho  en repetidas ocasiones; sobre todo ahora, que hay mucha gente que extraña la forma en la que mi papá hacía la política de centro, de la tercera vía. Desde congresistas hasta empresarios, académicos se me han acercado para intentar empujarme y aventurarme en este camino, y he dicho que no, que a mí me honra su intención, pero que definitivamente eso no está dentro de mis planes.

¿Usted le cree a Tomás Uribe, cuando dice que va solamente a asesorar a Óscar Iván Zuluaga? , o ¿no será que está en un proceso de aprendizaje de la minucia política para empezar un recorrido que lo lleve al poder, tal vez no en 2022, pero si en 2026?

La verdad es que preferiría no entrar en controversias con Tomás Uribe. Cada quien tiene derecho a pensar y a actuar como cada quien prefiera; si él tiene aspiraciones políticas, como cualquier colombiano tiene todo el derecho de hacerlo. Entonces, prefiero no opinar por otros, especialmente en este contexto de polarización y agresividad en el que desafortunadamente nos encontramos los colombianos.

Para dejar en claro su camino profesional y público futuro, ¿qué ha sido de usted en estos años? ¿A qué se dedica?, ¿qué proyectos tiene?

Yo hace tres años me mudé a Nueva York, a Estados Unidos, a hacer una maestría en asuntos públicos y relaciones internacionales en la Universidad de Columbia, lo saqué adelante, fue una experiencia increíble para mí, no solamente por el aprendizaje que tuve la oportunidad d de tener, sino también por las personas que conocí.

Mi plan original era volver a Colombia inmediatamente después de eso, pero me contrataron en una consultora que se llama K2 Intelligence (https://www.k2intelligence.com/), en un puesto que a mí me llamaba mucho la atención. Entonces actualmente trabajo como consultor para esta firma, pero al mismo tiempo lancé hace poco una consultora propia, se llama Metodica Consulting (https://metodicaconsulting.com/) , es un emprendimiento que lo he pensado y desarrollado durante estos últimos cinco meses en que el COVID me ha hecho reflexionar sobre nuevas formas de abordar la realidad.

Mis planes por los siguientes años será dedicarme de lleno a la consultoría, no solamente para la empresa para la que trabajo, sino para la mía, que consiste en cuatro áreas de trabajo: 1. Desarrollo de negocios; 2. Sostenibilidad; 3. Comunicación y estrategia y 4. Asuntos públicos y de gobierno.

Usted es una celebridad en Twitter, con casi 425.000 seguidores.  ¿A qué adjudica su éxito en redes? Y, ¿cuál es el valor que le da a expresar sus opiniones en redes sociales?

No me considero por ningún motivo una celebridad en Twitter; simplemente, yo creo que el número de seguidores refleja tal vez que a la audiencia le gusta el contenido de mis publicaciones; entonces, por eso podría llegar a ser considerado como una persona influyente en esta red social, pero no va más allá de eso. Hay personas que son exitosas en sus redes sociales, con contenido humorístico, con contenido visual, fotográfico; hay  otras en muchas áreas distintas, entonces yo creo que el número de seguidores es reflejo del gusto que tal vez la audiencia tiene por mis trinos y mis contenidos.

¿Qué tanto hay allí de opiniones personales y qué tanto hay  de conversaciones y del pensamiento de Juan Manuel Santos?

Existe esa idea que detrás de mis redes sociales está mi papá. Eso es totalmente falso, yo soy totalmente responsable de cada una de las letras que ahí se digita y se publica. Incluso, muchas veces he tenido confrontaciones con mi papá, porque no está de acuerdo con algunos planteamientos que yo he hecho en estas redes sociales y de ninguna manera consulto o le pido consejos a mi papá sobre lo que yo publico ahí. Soy dueño de mis tuits, de mis palabras y de mi propio contenido.

Si lo comparamos con Tomás Uribe (117.100 seguidores), vemos que lo cuadriplica. ¿Por qué cree que pasa esto?

No veo alguna razón puntual y no me gustan ese tipo de comparaciones. Cada persona, como lo había mencionado,  es libre de hacer lo que quiera, lo que piense el contenido que desee (publicar).

Yo sí he procurado no incurrir en esta tendencia tan negativa para la sociedad y es todo el tema de las noticias falsas, vemos que a diario se publican miles y miles de informaciones imprecisas, que lo único que hacen es tergiversar el debate y aumentar la agresividad en redes sociales. Yo procuro, por supuesto, ser crítico frente a algunos temas, pero sobre todo, cerciorarme de la veracidad de la información que comparto, que publico, que cito, que  escribo.

Entonces, yo más bien me enfocaría en decir que existen dos tipos de tendencias en las redes sociales: aquellos que quieren hacer ruido, crear zozobra, crear pánico con noticias falsas, y existen las personas que entran al debate, que controvierten, como es sano en una democracia, pero con fundamento y con información certera.

Nota del editor: Algunas respuestas de esta entrevista fueron publicadas por la autora en esta columna, en el Washington Post: https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2020/09/02/herederos-de-la-politica-en-colombia-delfines-del-poder-o-huerfanos-de-una-esperanza-asesinada/