Charco Azul de Colores, la historia de naturaleza que cambió la cara de la Comuna 13 de Cali

Charco Azul de Colores, la historia de naturaleza que cambió la cara de la Comuna 13 de Cali

A Charco Azul, el nombre le está quedando pequeño. Sus tonalidades han ido aumentando gracias al trabajo comunitario de sus propios vecinos
y hoy se pinta con cientos de colores que les inspiran felicidad.

Por: Yaira Lisett Riascos Bravo y Natalia Medina

Facultad de Humanidades y Artes

Este barrio, ubicado en la Comuna 13 del oriente de la ciudad, cuenta con seis sectores que antes se mancharon del rojo sangre por culpa de la violencia entre pandillas, pero que actualmente vibra con el verde intenso de la naturaleza, el amarillo de la felicidad y el naranja puro de los atardeceres que anuncian nuevos tiempos.

“Llegué aquí cuando tenía 2 años, mi familia salió desplazada y esto era lo más parecido que teníamos a nuestro Pacífico. Aquí se asentaron ellos, en lotes de invasión, pero mi niñez la viví en este patio enorme: esa laguna, donde bañábamos, pescábamos y vivíamos felices”, cuenta Alexander López, uno de los líderes del sector.

Charco Azul nació hace más de 50 años cuando Cali comenzó a expandirse de manera descontrolada, las necesidades de vivienda de quienes provenían de distintas regiones hizo de este lugar su casa, donde la naturaleza hoy cobra vida.

“Con el paso de los años la violencia fue como si nos hubiese alcanzado, luego, tristemente, la laguna se colmató, ya no era azul, y no pudimos volver a bañar ahí. En estos espacios los niños tuvimos que encontrar refugio en el futbol o en el arte, pues vimos como muchos morían a causa de otras ofertas que no eran buenas”, insiste Alexander.

Hoy, con 47 años, Alexander se niega a abandonar su territorio, por el contrario, en él ha formado su hogar con su esposa, tiene dos hijos y le dedica su vida al barrio que lo vio crecer.

“Cuando un pelado salía a la calle en barrios como este, solo podía encontrar consumo, robos y muerte. Fueron las expresiones artísticas y el deporte nuestro salvavidas, hoy trabajo en pro de la naturaleza, la naturaleza salva vidas”, apunta López.

De acuerdo con el DANE; la comuna 13 del oriente de Cali tiene más de 171.000 habitantes, de los cuales 4.350 viven en Charco Azul. Es verdad, hay muchos quienes aún les da miedo visitar la zona, pero otros han encontrado en este espacio una fuente de vida y de progreso.

Charco Azul no es como lo pintan, hoy en día es un territorio que tiene potencial y la vida florece alrededor de su laguna.

“En el año 2010 hicieron un trabajo de limpieza de la laguna, la des colmataron, la volvimos a ver bonita y desde ese tiempo nos hemos unido para que no vuelva a perder su belleza. Hoy queremos que sea un sitio turístico, que la conozcan en todo el mundo, pero sobre todo en Cali, porque a veces uno no se da cuenta lo que tiene en la misma casa”, insiste López.

La Laguna de Charco Azul tiene más de 14,7 hectáreas que reverdecen desprevenidos ante los ojos de quienes pasan por la Avenida Ciudad de Cali. Miles de caleños no saben que en ese espacio hay resiliencia natural, humana y ambiental.

“Con varias organizaciones decidimos crear ‘Charco Azul de Colores’, una apuesta que nace como alternativa a cambiarle la cara a nuestro barrio, que antes era violento, pero que hoy está lleno de esperanza”, insiste Alexander.

La apuesta inició con grupos artísticos, grafitis, muestras culturales y eliminando fronteras invisibles. Hoy se han metido de lleno a cuidar esa naturaleza que los hace palpitar.

“Nos unimos para no ser olvidados. Aquí trabajamos juntos con la Asociación Mejorando Vidas, la Junta de Acción Comunal, los proyectos Ecoazul, Abriendo Caminos y varios líderes. Todos sumamos”, apunta Alexander.

Una experiencia más allá del barrio

Para llegar a Charco Azul se puede ir en carro particular por la Avenida Ciudad de Cali, también se puede tomar un bus del MIO en la terminal Calipso, o se puede abordar un “pirata”, vehículos de servicio informal que a bajo costo transportan a quienes viven en el oriente.

El privilegio de los habitantes del sector es poder contar con un espacio rico medioambientalmente y único en sus características, mucho más si se tiene en cuenta que Cali cuenta con 61 humedales urbanos, de los cuales 18 se localizan en tierras de propiedad pública y 43 en predios privados.

De acuerdo con información suministrada por el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, DAGMA, en Charco Azul se pueden avistar más de 55 especies de aves, entre endémicas y migratorias, además, sirve de embalse natural de aguas lluvias para que no haya inundaciones.

“Es muy importante que toda la ciudadanía conozca detalles sobre el hermoso lugar que habitan. Aquí hemos traído a los niños del sector y vecinos del barrio para que aprendan a identificar diferentes especies de aves y realicen actividades como la separación de residuos; además de conocer y escuchar lo que sueñan los niños y jóvenes para el futuro del humedal”, sostuvo Viviana Andrea Ospina, coordinadora de Gobernanza y Educación Ambiental del Dagma.

En este paraíso del oriente de Cali se ha identificado la existencia de varios anfibios y reptiles, “de estos últimos se registraron seis familias siendo las más representativas Gekkonidae (estilo lagartijas) y Teiidae (tipo lagartos entre 7 y 75 cm). Igualmente hay especies de sapos como el Rhinella marina (sapo de caña) y la rana Dendropsophus colombianus (endémica de Colombia)”, explica el DAGMA.

Además, se han podido avistar tortugas como la Kinosternon leucostomun vista dorsal, también hay ratones de monte, zarigüeyas, ardillas y murciélagos de tres especies.

“Respecto a la flora que se puede encontrar en este ecosistema resaltan el pasto guinea, la hierbalancha, el tabaquillo, el platanillo y diferentes tipos de rastrojo, entre otros”, precisa el DAGMA en uno de sus informes.

Para Óscar Carabalí, guarda del humedal y miembro de la Asociación Mejorando Vidas (ASOMEVID), recuperar a Charco Azul es recuperar la naturaleza de toda la ciudad.

“Sabemos que estamos con grandes problemas en materia de hábitat y por eso la idea es que podamos cuidar el medio ambiente. Este humedal tiene el espejo de agua más grande de Cali y se ha convertido en la casa de más de decenas especies de aves y un punto referente de biodiversidad”, argumentó.

Un espacio para atraer turistas y cambiar vidas

Gracias a la COP16, Cali logró posicionarse ante el mundo como la capital de la Biodiversidad. En el oriente lo saben y sostienen que con “el vitrinazo que se pegó la ciudad”, puedan atraer a cientos de personas en todo el planeta a conocer su historia.

La iniciativa ‘Charco Azul de Colores’ tiene la fuerza para salir adelante al demostrar que la naturaleza transforma las vidas de quien lo cuidan.

Hoy en día los líderes hacen recorridos con personas de otros barrios, niños de colegios y entidades que viajan desde todos los rincones del país a conocer este ejemplo de resiliencia.

“Es una experiencia turística que tiene como hilo conductor esta comunidad, una comunidad que tiene una memoria histórica que no queremos dejar morir, y cuyos relatos sociales hacen un llamado al cuidado de la naturaleza”, insiste Alexander López.

En Charco Azul las historias brotan de cada esquina, todos sus habitantes tienen algo que contar de esa laguna que les ha brindado un paisaje de esperanza en medio de las adversidades.

“Poco a poco, en el oriente de Cali, hemos rescatado esa biodiversidad que nos hace ricos. Aquí no somos pobres, aquí hay una increíble fuerza que nos hace ser únicos, una belleza que se ha transformado”, acota López.

De acuerdo con la Alcaldía de Cali, la recuperación de los espacios naturales ha aumentado en este 2024 y trabajan en cueros de agua limpiando 5 ríos y 46 quebradas de la ciudad, liberándolas de la carga contaminante que generan los residuos sólidos acumulados el entorno y el cauce de los afluentes.

Para esta labor, el DAGMA se ha asociado con 32 organizaciones de recicladoras de oficio de la ciudad y trabajan en las márgenes protectoras de los ríos Cali, Aguacatal, Meléndez, Cañaveralejo y Lilí, al igual que las 46 quebradas que pasan por las comunas 1, 2, 18, 19 y 20.

En Charco Azul hacen presencia constante y los habitantes del sector aplauden la articulación con las instituciones.

Charco Azul de Colores, la historia de naturaleza que cambió la cara de la Comuna 13 de Cali

“Los cambios más grandes de logran cuando las personas se unen. Ahora invitamos a todos los caleños, extranjeros y turistas a conocer nuestro espectacular territorio, tenemos una maravillosa historia que contarles”, concluye López con una sonrisa.

“…Aquí no somos pobres, aquí hay una increíble fuerza que nos hace ser únicos, una belleza que se ha transformado”, acota López.

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Autor: Sin autor.

Facultad de Humanidades y Artes

Pisar un territorio tan impropio como distante; ver isleños que no lucen, no hablan, no creen, no piensan ni sienten como la gente del resto de Colombia; apreciar los siete colores que ofrece el mar Caribe; presenciar los atardeceres en tonos rosas; respirar los exquisitos aromas de una cultura edificada por esclavos africanos y haitianos abandonados en tierras lejanas por aligerar la carga de barcos que llevaban cientos de ellos; sentir los ritmos adueñándose del alma; soltarse de las ataduras del lugar del que se procede… es la magia de San Andrés.

 “Hace algunos años había dos San Andrés, el que visitan los turistas todo el año y el que nos tocaba vivir a los nacidos y criados en la isla -porque hay otros que se han venido a vivir acá, pero viven en el centro o cerca de lo turístico, los paisas-, pero ahora se ve cómo se están uniendo las dos caras de las monedas.”

Que“Hace algunos años había dos San Andrés, el que visitan los turistas todo el año y el que nos tocaba vivir a los nacidos y criados en la isla -porque hay otros que se han venido a vivir acá, pero viven en el centro o cerca de lo turístico, los paisas-, pero ahora se ve cómo se están uniendo las dos caras de las monedas.”

Más allá de las disputas que actualmente sostienen Colombia y Nicaragua por este hermoso pedazo de tierra y enormes riquezas marítimas, los raizales, gentiles, son conscientes del paraíso que tienen. Abiertamente, prefieren reconocerse solo como sanandresanos, como lo asegura Jean Pierre, un isleño que durante mi viaje me ofreció no solo un servicio de taxi sino también su amistad.
Aunque entre risas y bailes se asoma la empatía que tienen los sanandresanos hacia el pueblo colombiano, admiten abandono por parte del Gobierno Nacional. Jean Pierre explica, mientras sostiene el timón, que no contempla la remota posibilidad de pertenecer al pueblo nicaragüense, a pesar de que está más cerca, hablando de distancias geográficas.

Entiende los problemas nacionales y sabe muy bien que los isleños son muy diferentes a los del interior; pero aun así seguirá sintiéndose colombiano. Recorrer San Andrés permite evocar la Norteamérica reflejada en las películas de negros: calles repletas de carros lujosos, bellas combinaciones de razas, iglesias bautistas adornadas con hermosas ancianas luciendo sus mejores peinados e indumentarias dispuestas a cantar por horas alabanzas Góspel, tal cual se ve en las iglesias de Misisipi.
Nada de esto es visible en la zona turística, todo está escondido en la otra parte de la isla, donde la cultura ancestral vive, de secretos a gritos entrelazados por un idioma que los colombianos no conocemos.

En el norte de Colombia está ubicadas tres islas que, para ser francos, sufren de un gran abandono. Solo las dificultades sanitarias que pasan por falta de agua -los sectores no turísticos del archipiélago-, son un ejemplo de esto, pues desde el 15 de abril las alarmas se encendieron por una eminente calamidad pública. Factores como el fenómeno del Niño, las marcadas disminuciones de lluvias, que brillaron por su ausencia desde 2013, y la sobrepoblación, han provocado una explotación desmedida de las fuentes hídricas. En un territorio de 26 kilómetros cuadrados, no solo habitan propios -75.000 personas-, sino también locos enamorados que ven en la isla su tierra prometida y se quedan viviendo allí. A esto se suma un millón de turistas que agotan recursos que la naturaleza proporciona para pocos. Así pues, evidentemente existe un problema de número de pobladores, aunque en los últimos días, la gobernación de San Andrés tomó la radical medida de duplicar el precio de la tarjeta de entrada, que pasó de $52.000 a $91.000 pesos colombianos. Pero se deben tomar otras medidas desde el Gobierno Nacional, dignas de justificar la batalla que actualmente se está librando contra Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia.

Los enigmas del Caribe están presentes en los paisajes que la naturaleza nos enseña allí, quizá sea algo en común entre los paradisiacos lugares que lo constituyen; pues hoy en día, que estamos atravesando el boom de las integraciones culturales, el mundo recibe incalculable información sobre estas tierras. Un gran ejemplo es una de las Antillas menores, Barbados, que aunque viene de las dominaciones española y del Reino Unido, logró construir una identidad propia, en la cual podemos apreciar muchas similitudes con San Andrés, pues en ambas existe una riqueza cultural distintiva, hermosísimos rostros oscuros con ojos multicolor y labios rosas, movimientos acelerados del cuerpo al danzar, un inglés veloz acortando palabras, tranquilidad sinigual, entre otros atributos que hacen enamorarse del Caribe. Hace algunos meses, el sector privado comenzó una campaña de “embellecimiento” del popular barrio San Luis. La iniciativa lleva el nombre de Sea of Color y consiste en pintar de vivos colores las fachadas de típicas casas construidas en madera y demás recursos inconfundibles de estas zonas.

“Hace algunos años había dos San Andrés, el que visitan los turistas todo el año y el que nos tocaba vivir a los nacidos y criados en la isla -porque hay otros que se han venido a vivir acá, pero viven en el centro o cerca de lo turístico, los paisas-, pero ahora se ve cómo se están uniendo las dos caras de las monedas.” explicó Jean Pierre. Más de quinientos voluntarios conformados entre familias enteras del sector, visitantes y funcionarios de entidades vinculadas a estas jornadas, buscan mostrar una nueva cara de la isla, llena de diferentes colores, vida, alegría y unión.

Viajar en una aerolínea ‘económica’ no siempre es la mejor opción, pues cobra por cada servicio adicional (como numeración de silla, equipaje de más de doce kilos, impresión del tiquete y fila para el abordaje).
Se conoce más caminando que con algunos programas que ofrecen las agencias de viajes en paquetes turísticos. En realidad, ser amable y ganarse un amigo isleño es el truco para ir a lugares más allá de la Cueva de Morgan o el acuario.
Sacudirse del imaginario de que se llegó a Miami y se va a movilizar en carrito de golf o en cuatrimoto. Caminar, colectivo o mototaxi es la solución.

Las influencias paisas están presente en cada espacio de la isla, por lo que la comida típica o tradicional no está muy presente en los lugares turísticos. Para encontrarla se debe escudriñar un poco más en los sectores populares.
 En los restaurantes comunes los platos son costosos y si su sueño es la comida de mar, como un suculento sancocho de pescado, debe ir a donde comen los raizales.

 …entre risas y bailes se asoma la empatía que tienen los sanandresanos hacia el pueblo colombiano, admiten abandono por parte del Gobierno Nacional.

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YAMORE PINTA EL MUNDO EN COLORES

El Bodypainting es emocional, transcendental por el concepto de pintar en un lienzo vivo, que siempre generará una expresión distinta aunque exista un boceto previo. Así lo cree Yair Moreno, artista gráfico en áreas como muralismo, ilustración, pintura, dibujo y realizador consagrado de la pintura sobre cuerpo, más conocido como Bodypainting.


Por: Lorena Moreno Ríos @lorenamori87
       Lorena Ramírez Zapata
       Jennifer Dorronsoro Torres @jendorronsoro

Según Yair -más conocido como Yamore-, esta práctica incentiva la comunicación y la relación humana, y permite que se construya confianza y un vínculo con el modelo.

Nació en Bogotá pero vive en Cali. Es el menor de cinco hermanos. Desde niño pintaba y se preguntaba cómo podría servir al prójimo con su trabajo, ¿cómo ayudar a la humanidad con un cuadro?

Con el paso del tiempo lo descubrió: ‘’la emoción mueve montañas’’ y efectivamente encontró gente que le agradece la forma como la ha motivado en su vida y entendió que su trabajo es a nivel interno, ‘’lo externo es una coraza, lo visual es fachada’’.

Yamore “Un lienzo vivo no tiene punto de comparación, pintar a alguien y el hecho de que tu lienzo se mueva y cobre vida por medio de la persona, es inigualable”.

Es autodidacta, desde pequeño siempre le interesaron las caricaturas y las pinturas; empezó a hacer cuadros, obras, retratos sobre lienzos, madera o paredes; adaptó su trabajo a lienzos humanos, desarrollando esa interacción en la que el artista y el lienzo (modelo) componen la obra; esto le enseñó que todo el mundo es un lienzo potencial.

Es un arte efímero que genera relaciones, entre el cuerpo humano, la estética, la técnica y el pintor; no requiere tanta elaboración, a veces tres líneas pueden decir más que un trabajo de horas.
El Bodypainting no es una gran industria en Cali; por eso muchos lo hacen solo cuando en temporadas como Halloween. Pero Yair lleva cinco años en esta disciplina a diario y piensa hacerlo por el resto de su vida.

“Es conocido en el mundo artístico como Yamore. “La práctica es el mejor maestro y la curiosidad es el mejor alimento”.

Hace unas semanas participó en el primer encuentro Colombo Italiano de Bodypaint, en la plazoleta Jairo Varela, donde presentó sus obras con la intención de cambiar la percepción de morbo que hay sobre esta práctica, mostrando cuerpos humanos como lienzos, para dignificarlos como una forma positiva de arte.

Aún existe un tabú en este tema, porque los videos de reggaetón con mujeres casi desnudas y realizando movimientos vulgares no se consideran alarmantes, pero una expresión artística del cuerpo humano como vino al mundo, para muchos es mal visto; mientras que en Estados Unidos y Europa esta práctica está en auge.

En 2015 Yamore viajará a varios países de Latinoamérica y Europa, para darse a conocer, participar en competencias e instruirse, porque para él ‘’la práctica es el mejor maestro y la curiosidad el mejor alimento, un lienzo vivo no tiene punto de comparación, el hecho de que tu lienzo se mueva y cobre vida por medio de la persona es inigualable’’

Yamore afirmó que “El bodypaing es el lenguaje universal de verdad porque los ves, lo sienten y lo sientes”.

La obra que lo ha marcado en su vida profesional y personal, es un Bodypainting a una mujer embarazada de mellizos; en cada trazo sentía el movimiento de estas nuevas vidas dándole inspiración, pintó naturaleza y animales en su cuerpo en representación de la familia, sorprendió por el color, la técnica, la representación de la vida y la concepción de la madre. Además, tuvo sentimientos encontrados: emoción por la vivencia y nostalgia porque su hija había nacido un año atrás y no se le ocurrió pintar a la madre.

Por su curiosidad, Yamore, siempre quiere proponer ideas ambiciosas; actualmente realiza trabajos de retroalimentación entre murales, Bodypainting, música y el movimiento de los modelos, logrando una percepción equilibrada como material audiovisual.

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