67 años después, a las ocho de la noche, los habitantes de Suarez (Cauca) volvieron a sentir pánico. Especialmente, los integrantes del partido liberal, que apoyaban al candidato Hernando Ramírez, quien finalmente había logrado ganar  la alcaldía del pueblo, con 2.370 votos.


Muchos sintieron que era un nuevo nueve de abril, como aquel en el que no solo Bogotá sintió los terribles efectos del crimen del candidato Jorge Eliécer Gaitán.

Ahora, como antes, los enfrentamientos bipartidistas terminaban con la tranquilidad de esta región. Pero ya no era la lucha entre liberales y conservadores, sino de un bloque de partidos independientes contra el aspirante del liberalismo.

El alcalde,  firmando su posesión.

Paola Córdoba, estudiante de la Universidad Santiago de Cali, fue víctima del conflicto ese 25 de septiembre de 2015, día de las elecciones locales. Hoy  recuerda, con pánico, cuando se encontraba llorando escondida en un baño mientras escuchaba disparos y decía: “Me quiero quitar esta camiseta roja”.

Paola, de 22 años, es sobrina del alcalde Ramírez. Vivió una de las peores experiencias de su vida junto a su familia y seguidores del entonces candidato. “Mis primas y yo éramos testigos de las mesas de votación, por eso sabíamos que mi tío había ganado, estábamos sonriendo felices, cuando se entraron y comenzaron a disparar”, relató.

Hernando agradeció a sus electores el respaldo.

Sintieron que les había llegado el día de morir, que no tenían escapatoria, cuando los opositores entraron a la galería del pueblo, donde se realizaba el conteo de votos. Para los liberales fue traumático ir vestidos de rojo, en cualquier momento les podían disparar.

VIOLENCIA LOCAL, UN FENÓMENO QUE NO SE EXTINGUE

El municipio de Suarez está ubicado al noroccidente del departamento del Cauca. Tiene una extensión de 389,87 Km2, de los cuales solo cuatro corresponden a la parte urbana, poblada por comunidades indígenas y afrocolombianas.

En la época de la Violencia, los liberales no podían salir con tranquilidad a la calle después de las cinco de la tarde, pues temían ser golpeados o asesinados por sus opositores políticos. Paulina Ramírez, madre de Paola y hermana del actual alcalde, relató: Cuando era niña, mi tía tenía que disfrazase para ir a visitarnos, todos en la casa éramos liberales y los del pueblo lo sabían”.

Seguidores de Hernando, apoyándolo el día de las elecciones, en horas de la mañana.

Así como sucedió en esta región, la Violencia liberal-conservadora llegó a sumar casi 300.000 muertos y generó la migración interior forzosa de más de dos millones de personas. Este conflicto se caracterizó por ser extremadamente violento, incluyendo asesinatos, agresiones, persecuciones, destrucción de la propiedad privada y terrorismo por alineamiento político.

EL PÁNICO DEL 25 DE SEPTIEMBRE

Casi siete décadas después, las elecciones regionales terminaron en varias horas de violencia que evocaron la atmosfera del bipartidismo de los años 40.

En esta ocasión se presentaron cinco candidatos para la alcaldía; tres por partidos independientes, uno del partido liberal y uno del partido conservador.  

Galería del pueblo desordenada y con las urnas en el piso,  después de los disturbios (foto aficionada)

Luego del episodio en que los opositores entraron a la galería del pueblo, Paola y tres de sus primas corrieron a esconderse en los baños, mientras  empujaban a quienes se atravesaran por su camino. Los disparos no dejaban de sonar. Según Paola, eso hacía que la angustia se hiciera más grande con cada segundo, en su mente sólo rondaba la idea de que una vez afuera encontraría un vendaval de cadáveres entre los que estarían sus familiares: “Pensaba que cuando saliera de ese baño, mi tío y mis primos podrían estar heridos de bala o incluso muertos”.

15 minutos después, el rumor de una bomba las obligó a salir del baño, pero no se sentían seguras porque aún portaban camisetas rojas. Paola pudo verificar que los familiares que se encontraban con ella en el lugar estaban bien, cada uno había encontrado la forma de protegerse.

Urnas, mesas, sillas y todo el plante de la Registraduría estaban destrozados, los votos arrancados y mojados, pero eso era lo que menos importaba; los disparos se habían dispersado, ya no estaban en la galería, al parecer iban camino a la sede a buscar a su tío.

No pudieron entrar, pues en la casa de campaña estaban sus seguidores listos para defenderlo; gracias a la policía y al ejército, Ramírez logró salir de Suarez sano y salvo junto con su familia, a escondidas de los opositores y solo ocho días después pudo regresar.

LOS OPOSITORES DICEN

Aparentemente, todo había sido planeado con anterioridad, incluso hubo votantes que se abstuvieron de participar porque el rumor de la toma de la galería ya estaba corriendo desde horas antes.

Los opositores denunciaban compra y manipulación de votos por parte del Partido Liberal, y fue la celebración de los seguidores de Ramírez a las 6 de la tarde, declarando su victoria, la que desató el caos.

Asustadas, algunas testigos intentan calmar a los votantes.

Según ellos, aún los votos de la cordillera, es decir, de las veredas aledañas a Suárez, no habían llegado. Además, los opositores decían no apoyar el proyecto de su campaña que respalda el refuerzo de las minas del Diviso para traer empresas extrajeras a explotar los recursos naturales.

Adicionalmente, se aseguraba que Ramírez había buscado la caída de Edgar Vásquez, candidato del partido independiente Aico, que representa a las comunidades indígenas, al denunciarlo por doble militancia, ya que dos periodos atrás, él ya había aspirado a la alcaldía con el aval del Partido Verde, sin haberse retirado de esa colectividad política.

Finalmente, el pasado 26 de diciembre fue la ceremonia de posesión  de Hernando Ramírez, a la que asistió el entonces gobernador del Cauca Temístocles Ortega, quien apoyó al actual alcalde.

La familia de Ramírez también estuvo presente haciendo a un lado lo que había sucedido el día de las elecciones.

Durante toda la campaña fui víctima de amenazas, injurias, ataques, calumnias, oprobios, vituperando mi nombre por parte de los otros contendores, con sus seguidores políticos, motivados por el ansia de poder. Como hombre temeroso de Dios, en todo momento mi fe, confianza y mi mirada estuvieron puestas en él.

Actualmente,  Ramírez gobierna el municipio y la calma ha retornado a Suárez.

Carolina Jojoa. / Paola Córdoba. 

  @caritojojoa / @paocordoba4087