Cara de hombre o cara de mujer. Ese era el cerrado perfil que antiguamente la publicidad y el mundo de la moda buscaban para sus proyectos artísticos, pues bajo esa ley se regían los parámetros de belleza.


 Por: Luisa Zambrano

@LuisaZambranoD

Mariana Palacios

@MarianitaPG_

Sin embargo, desde los setenta esto dio un vuelco: los andróginos –ese juego entre lo femenino y lo masculino- se tomaron los escenarios y con ello también a los modelos de las pasarelas, pues este fenómeno se impone cada vez más en ese mundo, debido a que grandes marcas los están prefiriendo para sus campañas publicitarias y pasarelas, pues son más moldeables.

A nivel mundial Andreja Pejić, es catalogado como uno de los pioneros de la androginia. En cuanto a Latinoamérica, el primer modelo andrógino es el colombiano Ricardo Domínguez.

Al situarnos en nuestra ciudad, nos encontramos con Jeffrey Plaza, un caleño, de 23 años, que empezó su carrera hace dos años.

Para Jeffrey, ser modelo andrógino es esa cualidad que rompe la barrera con lo convencional de lo que siempre han sido los típicos modelos, la chica delgada, rubia, alta o el chico musculoso.

Jeffrey como modelo

Este modelo caleño piensa que todos tenemos algo de androginia, que los hombres tienen en su interior actitudes femeninas y las mujeres actitudes masculinas, solo que hay muchos que lo reprimen, pero si lo quisiera, podría llegar a ser una niña o niño muy lindo al mismo tiempo. 

Pero ¿cómo hacen los hombres que se convierten en modelos andróginos para no desarrollar músculos, que por su fisiología masculina crecen más rápido? Jeffrey explica que cuida mucho su espalda para que no se vaya a expandir, lleva una rutina de yoga y danza contemporánea y va poco al gimnasio.

Por otro lado, cuenta que lo primero que las mujeres le dicen de forma sarcástica es que ‘odian’ su cabello, por lo bien cuidado y que recibe comentarios como “caminas en tacones más altos que yo y los dominas mejor”.

La Sociedad

“Es la que nos construye el género y la sexualidad, es decir, nosotros somos un lienzo en blanco, en el que la humanidad escribe, nos moldea a su imagen y nos dice qué es un hombre y qué es una mujer”, declaró Jeffrey.

Ser modelo andrógino en un país como Colombia no es nada fácil, las personas son muy cerradas respecto a estos asuntos, por lo cual el modelo dice que “los colombianos tienen tabúes muy marcados sobre la sexualidad y no entienden que hay una nueva visión de la moda, lo que conlleva a que sea más difícil convencer a los clientes y al sector publicitario acerca de su trabajo como andrógino”.

Y agrega que “la sociedad colombiana es todavía muy retrógrada, machista y patriarcal, por lo que es muy duro poder convencer al mundo publicitario”.

Algunos diseñadores piensan que la androginia es un tema de moda, pero Jeffrey Plaza no está de acuerdo: “Verla así es decir que va a estar un tiempito y se va a ir y no lo creo, será el futuro de la humanidad, porque cada vez la sociedad es mucho más ambigua, cuando vas al centro comercial ves ropa que le sirve a niños y niñas”.

Actualmente, por medio de obras de danza contemporánea, Jeffrey lucha contra la desigualdad de género.

DATOS CLAVES.

La orientación homosexual no es aceptada en muchas sociedades ‘modernas’. Existen decenas de posibilidades en relación con el género de una persona, que se descubren de manera mucho más compleja que sólo bajándose los calzones.

La androginia demuestra que en la sexualidad no todo es blanco o negro, masculino o femenino, niña o niño. Existen matices, características que hacen a cada uno diferente del otro; por ello todos son seres únicos e irrepetibles.