Hace ocho años, María del Carmen Rico y su esposo Carlos Marín convirtieron su finca situada en la Cumbre – Valle en una granja que utiliza los recursos naturales para obtener productos de cultivo y de consumo.
En Villa María comenzaron sembrando hortalizas; cuatro años después siguieron con café. Hoy producen Bioabono fertilizante, Bocashi abono, Biofertilizantes, Semillas de Chía y plantas medicinales, entre otros.
Cultivar de esta manera ha ayudado a la familia Rico a cambiar su forma de pensar acerca de trabajar con químicos. Según Gustavo Agudelo, biólogo de Univalle, el “abono con material orgánico es muy buena opción; utilizar diferentes desechos de animales ayuda a disminuir el uso de agro tóxicos y contribuye a tener cultivos más limpios. Así se mejoran el medio ambiente y la salud pública”.
El compromiso con la granja Villa María no es solo de los padres; los hijos de esta familia están involucrados en el proyecto.
LA FAMILIA Y LA ECOLOGÍA.
En este proyecto participan los hijos de la pareja, Diego Alejandro, Elba María y Andrea. Ellas se interesaron por la administración ambiental debido a su formación educativa en el Colegio Ideas, uno de los representativos de la ciudad por su conocimiento ambiental. Su proyecto pedagógico establece “el acto de construir ecología del alma para un currículo divergente”, como lo afirma su página oficial.
Y agrega que la idea es utilizar “sus más preciadas herramientas, como lo son el arte y la tierra, pues en ellas moran la identidad y el arraigo y se valora la memoria viva de los pueblos, de quienes tomamos la fuente para iluminar el conocimiento”.
Según Diego Alejandro “este proyecto es familiar, hay que meterle todas las ganas y el corazón, todo es un esfuerzo, y se debe trabajar en equipo porque, como dicen por ahí, una golondrina no hace verano”.
A Andrea, la granja le ha servido para adquirir y practicar conocimientos: “Me siento súper bien de poder compartir y ejercer aquí, además de ser una excelente opción en las salidas de campo que se me asigna en la carrera”.
Próximamente, Elba María recibirá el título de Administradora Ambiental, siendo la segunda de la familia, pues su hermano Diego fue el primero en estudiarla.
“Las enseñanzas de mi carrera me han ayudado a aportar para el progreso de la Granja”, agrega Elba María.
Para Carlos Marín, el papá, la Granja es más que un centro de producción, es una manera de reconocer el medio ambiente y de entender cómo se tratan los productos agrícolas; “actualmente, los químicos no solo perjudican a las plantas sino también a nosotros”, asegura.
FESTIVAL ECOLÓGICO DE CALI
Hace unos meses, la familia Marín Rico estuvo presente en el tercer Festival Ecológico de Cali; fue un encuentro entre amantes de la naturaleza que manejan un estilo de vida encaminado al cuidado del medio ambiente.
Allí, conocedores y productores ofrecieron sus mercancías con garantía de calidad ecológica. “La misión de este festival es poder dar a conocer los tratos amables que se pueden dar al medio ambiente, de los que podemos beneficiarnos”, enfatiza María del Carmen.
La preocupación por el medio ambiente no es, pues, solo de la familia Marín Rico, ya muchos más son conscientes del buen uso que se puede dar a los recursos naturales.
Sebastián Cuéllar, ingeniero agroindustrial, empezó hace siete meses un proyecto junto a José Manuel Rojas, llamado Orgánicos del Manantial, que consiste en producir verduras sin utilizar químicos.
“Los productos orgánicos se cultivan sin agroquímicos, los abonos que se emplean son de origen natural, como cáscaras de frutas y heces de animales. Por el contrario, en su proceso de producción los no orgánicos que emplean químicos para acelerar su producción y protegerla de plagas”, explica Claudia Herrera, química egresada de la USC.
La finalidad de Sebastián y su equipo es cuidar el ecosistema través de acciones comunes como la producción de fertilizantes y productos orgánicos.
“Muchas personas no entienden por qué lo orgánico es más caro. Entre todas las razones que hay, es porque se cultivan con detenimiento y no a escala, por lo tanto se garantiza la mejor calidad en cada producto”, afirma Sebastián.
Por su parte, la familia Marín Rico proyecta su granja como un espacio de aprendizaje y un lugar donde se puedan encontrar productos orgánicos de alta calidad.
- DATOS
- “Los efectos de fertilizantes químicos pueden llegar a ocasionar contaminaciones e intoxicaciones en el suelo, y por consiguiente, a las plantas que estén en él plantadas” fao.org
- “Está probado que los alimentos orgánicos son más nutritivos, porque la producción se hace bajo procesos que se asemejan lo más posible a los sistemas naturales” ecoosfera.com
Viviana Quijano
@vivianaquimos