Lorena Calapsú: Sueños hechos investigación
“Si soy gay, mi sangre no sirve”
SIN TAPUJOS.
“Tengo 18 años y cada que voy a salir, mis padres piensan que es una excusa para ir a acostarme con un hombre. Cuándo regreso a casa, me amenazan con el palo de la escoba, miran mi zona pélvica y revisan mi ropa interior para ver si todo está en orden ahí”, comenta Gabriela.
Hablar de sexualidad y planificación es un tema que hace sonrojar a muchos jóvenes y pone en aprietos a la mayoría de padres, que no saben cómo abordar a sus hijos.
El problema es que vivimos en una sociedad donde, en vez de brindarle información a los jóvenes, se les implanta terror en el hogar, enseñándoles a ver sus genitales como el fruto prohibido que viene cargado de pecado.
Lo que genera confusión y lleva a que muchos inicien su vida sexual sin protección, a temprana edad, a escondidas y en algunas ocasiones bajo presión de sus parejas sentimentales.
Según las cifras del DANE, en Colombia cada año se presentan alrededor de 150.000 embarazos no deseados en jóvenes de 11 a 20 años de edad. Y más de 2.500 se infectan diariamente con el virus del VIH Sida.
Jhon Palacios, médico general y experto en salud reproductiva, recomienda asistir a charlas o programas de planificación como las que ofrecen Profamilia, la Universidad Santiago de Cali y las entidades prestadoras del servicio de salud, para recibir una mejor orientación y poder tomar con calma la decisión de qué método utilizar.
“Cuando el paciente llega a consulta, lo primero que se hace es recalcarle la responsabilidad que ellos deben tener como personas, el cuidado de su cuerpo y la autoestima. Luego se empieza a hablar de los anticonceptivos; el principal y el que más se recomienda es el condón porque tiene dos funciones, previene embarazos e infecciones de transmisión sexual, tales como sífilis, gonorrea, VIH y ahora que hay una incidencia del virus de papiloma humano, que desencadena verrugas vaginales y cáncer de cuello uterino, entre otras afecciones”, comenta Palacios.
En cuanto a anticonceptivos se refiere, Claudia Osorio psicóloga de Profamilia, explica que estos se clasifican en varios grupos:
-Los anticonceptivos definitivos o quirúrgicos, “que no hay forma de echar para atrás” como la vasectomía, que se le hace al hombre, y las ligaduras de trompas, en mujeres.
-Los hormonales: “Que son las inyecciones; su aplicación puede ser mensual o trimestral; el implante subtérmico más conocido como la pila, que va debajo de la piel, su duración es de tres a cinco años; el anillo vaginal, que se debe introducir quince minutos antes del coito, las pastillas que se suministran vía oral y los parches que se pegan y se absorben a través de la piel. Todos son altamente efectivos y producen mínimos efectos secundarios”.
-Dentro de los no hormonales “está la T de cobre. Su principio activo, como su nombre lo indica, es el cobre, que libera un moco en el cuello uterino que hace las veces de tapón, evitando así la entrada de los espermatozoides”.
La Universidad Santiago de Cali tiene a disposición de sus estudiantes el programa “Hablemos a Calzón Quita’o”; los interesados pueden dirigirse al centro médico, ubicado en el bloque 5o piso 2 y recibir orientación sobre salud sexual y reproductiva. Se puede asistir solo, en pareja o en grupos hasta de 5 personas.
De igual forma, Profamilia brinda asesorías gratuitas, en las que se hace un bosquejo general sobre los diferentes métodos, luego se pasa a consulta con el médico general para mirar otros factores como índices de masa corporal, hábitos alimenticios y demás. Y por último, se proporciona el anticonceptivo elegid
Son muchas las alternativas que hay en el mercado para cuidarse y protegerse. Si en la casa no se ha recibido el acompañamiento adecuado, lo mejor es acudir a expertos para aclarar dudas y no cometer errores que pongan en riesgo la vida.
Y si usted es padre de familia, no siga el ejemplo de los padres de Gabriela. Recuerde que con amedrentar y prohibir no va a evitar que sus hijos crezcan, exploren su cuerpo, se enamoren, tengan relaciones sexuales, se embaracen o se infecten de alguna enfermedad.
Lo ideal es hablar, pues la comunicación es la base de todo. Tenga presente que si no lo hace usted, lo más probable es que sean los amigos, los primos o el Internet, quienes terminen aconsejando a sus hijos sobre sexualidad.
Prohibir… Para qué si al fin de cuentas somos fruto de la unión de un óvulo y un espermatozoide.
- DATOS
- Cada 28 días el útero de la mujer se prepara para el embarazo mediante el desarrollo de los gametos femeninos, más conocido como ciclo menstrual, el cual tiene 5 fases. Para llevar un control se recomienda usar aplicaciones para dispositivos móviles como Period Tracker, Calendario Nosotras y Laditimer.
- Según cifras del DANE en Colombia cada año se presentan alrededor de 150.000 embarazos no deseados entre jóvenes de 11 a 20 años de edad. Y más de 2.500 se infectan diariamente con el virus del VIH Sida.
Yessica Diuza
@yesslemos
Danza Árabe: Más que una práctica, un estilo de vida.
La Danza Árabe no es muy conocida entre los caleños. También se la llama danza del vientre; tiene su origen en el Medio Oriente, especialmente de los países del sur de Asia. Sus orígenes se remontan a Egipto, en donde era practicada por las mujeres.
“La vida transcurría como un devenir incesante, en los que a la eternidad la bañaban las aguas del Nilo. Rodeadas de una tierra fértil, de múltiples dioses mágicos, de una civilización en la que la gloria se expresaba con pirámides magnánimas que buscaban tocar el cielo, las mujeres egipcias bailaban, tanto para rendir tributo a los dioses como para celebrar y honrar a los faraones y amenizar en festejos”, según la Historia de la danza oriental.
Según el artículo “La danza del vientre, mucho más que un baile bello y sensual”, de Eugenia Casanova, “en el Antiguo Egipto esta danza tenía un significado mágico, religioso, místico. Su objetivo era atraer el favor de los dioses. Las bailarinas, que eran entrenadas por sacerdotisas, eran mujeres de principios intachables. Mediante los elegantes y sugerentes movimientos de sus cuerpos, hacían de la danza un ritual, un instrumento que vinculaba la energía solar con la terrestre, es decir, la energía masculina y femenina, con el objetivo de “fecundar la tierra”.
“Posteriormente, con la invasión otomana, esta danza se desvirtuó, y pasó a convertirse en la herramienta que las concubinas y odaliscas empleaban para atraer los favores del sultán o del jeque”, agrega.
Paradójicamente, en Egipto, cuna de la danza árabe, no se puede disfrutar públicamente, porque la mujer no tiene derecho a bailar ni a ser libre en su forma de vestir.
Según Ana Milena Sánchez, directora de la Academia caleña que lleva su nombre, “la coquetería de la mujer en el Egipto antiguo ha quedado reducida a los ojos”.
Lo extranjeros comienzan a apreciar la Danza Árabe.
A finales de los años 90, la artista Colombiana Shakira introdujo a este país aspectos de la cultura árabe como lo es la danza del vientre junto con el movimiento de cadera, según afirma Adina Azaha, bailarina colombiana de Danza Árabe.
Ana Milena considera que “la Danza Árabe es más que un baile, las occidentales tenemos el legado de prevalecer esta cultura que ya se perdió en sus países de origen, es más que una práctica momentánea, es un estilo de vida”, afirma.
Por cuestiones de la vida, hace 10 años, a través de una revista, los trajes de las bailarinas de Belly Dance (Danza Árabe) llamaron la atención de Ana Milena y fue cuando quiso conocer más sobre al tema.
En ese entonces viajó a Bogotá para practicarla en una academia, al tiempo que regresaba a Cali por temporadas para culminar sus estudios. Hoy es ingeniera de sistemas de la Universidad Santiago de Cali.
Interesarse por esa cultura no solo le ha ayudado a tener un buen estado físico; también ha sido una terapia para ella.
argumenta “Todos tenemos conflictos internos, pero he entendido que los ritmos de la danza árabe te relajan, te transportan, y además te motivan a dejar cualquier conflicto”
Sthephany Santa, administradora de empresas, tuvo una crisis emocional hace nueve meses. La práctica constante de la danza árabe junto con el entorno de la academia dirigida por Ana Milena, le ayudó a superar la crisis, tema sobre el que hoy habla con libertad.
Conocer la danza árabe le cambió la vida A Viviana Quilindo, administradora de empresas de la USC. Ahora es una apasionada por el baile, y aunque lo hace con destreza cuando suena una Salsa -y no deja de hacerlo en cada oportunidad que se le presenta-, gracias a la Danza Árabe empezó a controlar sus emociones, así como también fue el “remedio” que necesitó para reforzar su salud después de sufrir de Chikungunya, hace 9 meses.
Sthepany y Viviana son compañeras de la Academia Ana Milena Sánchez, ya han realizado presentaciones y anhelan tomar las clases continuamente.
En Cali, la danza árabe ha comenzado a ser un ritmo que también se practica a través de diversas academias de baile. Sin embargo, no ha sido fácil, pues como lo explica Viviana, “el poco conocimiento que tiene la mayoría de los caleños lleva a crear prejuicios. Mis compañeros de trabajo creen que es una danza erótica y dudan de los beneficios transcendentales que tiene”.
Para aprender la Danza árabe, es vital conocer ritmos musicales como Maqsum, Maiful, Baladi, Saidi; unos son más rápidos que otros y cada bailarina debe diferenciarlos para hacer los movimientos acordes.
- DATOS
- Además de mantener un buen estado físico, una bailarina de Danza Árabe también desarrolla la memoria, pues debe aprenderse los pasos.
- Afina el oído porque a pesar de que los ritmos son parecidos, cada uno tiene su particularidad.
Viviana Quijano
@vivianaquimos
TRAS UN SUEÑO ENCHILADO
Llegué a una tierra de Mexicas, a un gigante que abre sus entrañas para envolver a propios y turistas en un paseo mítico de colores cálidos, olores acre y sabor picante. Ciudad de México, el resultado a un esfuerzo.
Muchas veces imaginaba el momento de partir, ninguno fue como la realidad, una carrera del tiempo y la noche contra la nostalgia de una partida, la incertidumbre de una nueva experiencia y la felicidad de un sueño alcanzado, 46 kilos de ansias por aprender de una nueva cultura repartidas en dos maletas.
No asomaba aún el sol cuando a mil metros de altura daba inicio a una aventura personal y profesional rumbo a la tierra del sol.
Desde mi ventana se dibujaba imperante el esplendor de una gran ciudad, una urbe que no divisa el límite con otros Estados y crea el espacio real en el cual estaré por seis meses. La ciudad que por décadas acogió a Gabo hoy da la bienvenida a un forastero entre cerca de 26 millones de habitantes del DF.
Parecían no haber pasado muchas horas cuando la luna y un ciento de estrellas se movían en el telón negro de las alturas, confundiéndose con las luces destellantes de enormes aviones; abajo encontraba un lugar que no dormía y empezaba a disfrutar lo interesante de este país, su gente.
Un intercambio académico es precisamente la capacidad para ser parte de nuevas comunidades, tradiciones y entablar relaciones humanas, mexicanos chingones que te hacen terminar amando a una ciudad que no es la tuya, donde te motivan a disfrutar cada día y a descubrir en la comida nuevas emociones, incluso en las que logras enchilarte.
El recuerdo de mi primer día y el preámbulo de un jueves a 3oc de temperatura, un clima que no coincidía con la imagen cálida de los países latinoamericanos. La urbe, investigada desde Colombia, se convertía en el caballo de batalla contra el frío y lo desconocido.
A bordo de un metro de la Línea Verde en dirección Universidad arribé a otra ciudad dentro de la capital, Ciudad Universitaria, una aldea que recorrí a bordo del Puma Bus, el sistema de transporte interno de la Universidad Nacional Autónoma de México, rumbo a la bienvenida.
432 estudiantes de 26 naciones nos dábamos cita para empezar un nuevo ciclo en nuestro proceso de formación. Españoles, peruanos, franceses, surcoreanos, brasileños, colombianos y de otros países coincidíamos en un sólo lugar, esta vez mi nombre se acompañaba de mi procedencia, la Universidad Santiago de Cali.
Es una ciudadela universitaria patrimonio cultural de la humanidad, que acoge en sus aulas a más de 300.000 estudiantes cada semestre.
La materialización de una meta era cada vez más real y la imagen de Cali en el mundo se hacía más evidente; “tienes que enseñarme a bailar” es la lección que todos quieren aprender de un caleño, el primer rompe hielo para conocerse.
No es fácil estar lejos de casa, extrañar todo y no tener nada, pero sólo basta con mantener fija la mirada en el objetivo de tu aventura, el mismo que me ha llevado a estar en un salón de clase con 50 estudiantes, a aprender del periodismo mexicano, bailar danza azteca, conocer la ciudad, descubrir Teotihuacán, dormir en el Zócalo y conocer personas que me han acogido como a un coterráneo.
Días y noches que transcurren dejando una gran lección: no es un cambio académico, es la búsqueda personal por ser valiente y darte cuenta hasta dónde se puede llegar. No hay días oscuros cuando se persiguen cielos de éxito.
- DATOS
- Mexicanos chingones que hacen terminar amando a una ciudad que no es la tuya.
- No es fácil el estar lejos de casa, extrañar todo y no tener nada, pero sólo basta con mantener fija la mirada en el objetivo de tu aventura.
- No hay días oscuros cuando se persiguen cielos de éxito.
Carlos Guiral.
Estudiante en movilidad académica internacional 2016 (México DF)
@carlosguiral