La brujería es un tema que en la mayoría de creencias tiene una connotación negativa y que merece ser explorado pues, paradójicamente, es de consumo habitual.
Para el catolicismo, el agnosticismo, el cristianismo, el judaísmo, el budismo y otras religiones y sectas existen posturas críticas que, sin embargo, no logran conducir convencer a muchos feligreses, que acuden a rituales y consejos de adivinos, brujos y sanadores.
Tal vez, la corriente filosófica y teológica más imparcial sobre la brujería es el agnosticismo, pues no tiene ningún tipo de creencia específica sino que basa su conocimiento del mundo en lo que es comprobable mediante la ciencia.
La Iglesia Cristiana frente a la brujería
Edwin Cañón, pastor de la Iglesia Comunidad Cristiana de fe, explicó su postura frente a la brujería.
“La iglesia cristiana está fundamentada en Cristo, a partir de la muerte y resurrección de Jesús y de sus enseñanzas, con sus doce discípulos, quienes fueron los encargados de ir llevando sus enseñanzas hasta el día de hoy”.
Explica que el manual para tomar decisiones en sus vidas es la Biblia. Por eso, sobre la brujería considera que “la posición de Dios es que son abominaciones para Él, no podemos sustituir a Dios ni podemos usar otro medio para conocer lo que no es del Padre, lo que Él tiene preparado para nosotros”.
Según el pastor Cañón, “si necesitamos conocer nuestro futuro, o nuestro pasado o presente, podemos ir directamente a la fuente que es Dios, quien siempre está dispuesto a hablarnos, a comunicarnos acerca de lo que nos depara el destino. Por eso, todo medio que usemos para consultar y que no sea Dios mismo, Éste lo determina como una abominación”.
Frente a prácticas como el exorcismo plantea: “Jesús dijo en el libro de Marcos, capítulo XVI que en el nombre de Él debemos echar afuera demonios; Jesús, durante su ministerio, en muchas ocasiones practicó liberación, hizo libres a las personas de espíritus inmundos y le encargó a la Iglesia que lo hiciera, que nosotros en su nombre podíamos echar fuera estos demonios. Dentro de nuestra doctrina está seguir sus enseñanzas y su ejemplo de liberar a aquellos que están cautivos; que quien se acerca a Dios pueda ser libre de cualquier opresión, de cualquier actividad demoniaca sobre su vida”.
Por: Luis Felipe Quiroga, José Mauricio Cabrera
@Luis23202074 @Jose_MCabreraa