Decenas de viviendas, muchas de ellas en conjuntos residenciales, son robadas en Colombia. A continuación, veremos tres casos, dos de ellos en propiedades horizontales con seguridad privada. Precisamente, muchas víctimas denuncian que las empresas privadas de seguridad evaden sus responsabilidades.
Alex Valdés y Mónica Urbina viven en el conjunto La Gran Vía Boulevard. El 5 de marzo vivieron una difícil situación; cuando regresaron a su casa, a las 6:30 p.m. Notaron que la llave no activó el cerrojo para abrir la puerta, lo que les pareció extraño; el marco tenía un pequeño hundido y con algo de fuerza lograron abrir la puerta. Fue cuando descubrieron que la chapa por dentro estaba dañada.
Método de forzar cerradura
Al ingresar, todo parecía estar en orden, pero vieron que “la habitación principal estaba completamente desordenada, todo lo habían tirado al piso, absolutamente todo lo habían revolcado y ahí teníamos una plata guardada en una billetera, se la llevaron, no se llevaron nada más”, relató Urbina.
Una situación similar vivieron Laura Zuluaga y su madre, quienes viven al sur de Cali, en el barrio el Limonar, en un edificio de 5 pisos. “Ese día estaba con mi mami en la cocina y escuché una pelea, un señor decía ‘no me mire la cara’. Me fui a ver televisión y mi mamá se fue a su cuarto, al rato sentí que la puerta de la casa se abría y me escondí, pensé que ya había llegado mi papi”, afirmó Laura, debido a que acostumbraba a esconderse a su llegada del trabajo.
Laura continuó relatando lo que les sucedió: “vi muchos señores extraños entrar en mi casa con pistolas; mi mamá. desde su cuarto empezó a gritar. Acaba de salir del baño, solo gritaba ‘¡no!, ¡no me hagan nada!’. Yo tenía mucho miedo, la mejor decisión fue salir de mi escondite, para que no me separaran de mi mamá. Ellos le preguntaban ¿Dónde está la caja fuerte?, ella decía: ‘yo no tengo caja fuerte, estas son mis joyas’ Había un pelado que trataba de pegarle a mi mamá, pero había otro que se atravesaba y le decía ‘no, parcero, llevatelas rápido’. Le arrancaron las joyas de las manos”.
Cerradura forzada en el apartamento de Mónica Urbina y Alexander Valdez.
Las llevaron a la cocina del primer piso, donde “me puse a llorar, porque estaban todos los vecinos y mis amiguitos allí. Gritaban, pensé que me querían hacer daño. También vi al vigilante sangrar mucho, trataba de no mirar. Mi mamá me abrazó fuerte y así estuvimos un rato, hasta que los vecinos y mi mamá decidieron que ya podíamos salir de la cocina, porque no escuchaba nada, ni pasos ni gente afuera”, continúa Laura. Al salir, vieron que todos los apartamentos tenían las puertas abiertas y había muchos daños, “a mis papás les robaron joyas y plata, después de eso mis papás llamaron a la policía”.
Según el artículo 239 del Código Penal, de hallar a los culpables de este hurto, podrían ser condenados y privados de su libertad, pues la norma establece: “El que se apodere de una cosa mueble ajena, con el propósito de obtener provecho para sí o para otro, incurrirá en prisión de (32) a (108) meses”.
Además, al haber sido retenidos durante el acto delictivo, se les podría aplicar el artículo el artículo 168 de la Ley 599 de 2000, que establece el secuestro simple: “El que con propósitos distintos a los previstos en el artículo siguiente, arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una persona, incurrirá en prisión de (12) a (20) años y multa de (600) a (1000) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
El tercer caso que ilustra la situación de inseguridad que se vive en las residencias caleñas es el de Fabián Cobo y su familia, “amaneciendo el 31 de octubre del año pasado, fuimos víctimas de un hurto. Nos levantamos a las 6:30 a.m y, al parecer, entraron a nuestra casa por la ventana y se llevaron algunas joyas, relojes y muchas cosas de valor. No sabemos por qué no nos despertamos, nosotros normalmente nos despertamos con cualquier ruido. Fue devastador, y más aún, con esa preocupación constante de que estando aquí se entraron y no nos dimos cuenta y pudo haber sido peor, pudo haber ocasionado daño en alguno de nosotros o de nuestras hijas. Lo material, aunque es algo que con mucho esfuerzo se ha logrado, se recupera”.
Así quedó la habitación después de los hechos.
Apenas se dieron cuenta, llamaron a la policía, que verificó que no había mucho qué hacer, porque el método que usaron fue entrar, hurtar lo que tenía mayor valor y evadirse, sin ser detectados.
Los tres episodios fueron reportados a las autoridades; en todos los casos, los policías tomaron declaraciones, también se entablaron las denuncias en la página de la Fiscalía General de la Nación. Pero ninguna de esas investigaciones ha prosperado, no hay capturados ni sospechosos.
Fuentes: Código penal
URL: https://leyes.co/codigo_penal/239.htm
https://www.fiscalia.gov.co/colombia/wp-content/uploads/2012/05/Ley-733-del-29-de-enero-de-2002.pdf
Santiago Salazar, Lina Urbina, Alejandro Gómez
@santiago_salazar2 – @Linaurbinaomodel – @Alejandro.gomezvanegas
Foto: Método de forzar cerradura, cortesía El Tiempo.